¡°Esto no es la yihad, es la revoluci¨®n¡±

¡°Naciones Unidas ha demostrado en Siria que es un organismo arcaico y que no sirve para nada. Aqu¨ª han venido 300 observadores de la ONU para comprobar con sus propios ojos c¨®mo las tropas del r¨¦gimen masacran civiles a diario. No ha cambiado absolutamente nada¡±, afirma Abu Obaida, un combatiente venido desde Dubai hasta Alepo. ¡°Los observadores solo se han paseado con sus coches blindados¡­ Si Occidente no ha sido capaz de hacer absolutamente nada por los sirios tendremos que ser nosotros, sus hermanos ¨¢rabes los que luchemos por ellos¡±, remacha Abu Obaida.

Este francotirador, uno de los m¨¢s certeros en el barrio de Saif al Dula, habla en su kativa (brigada) despu¨¦s de haber abatido a un soldado del r¨¦gimen que estaba atrincherado al otro lado de la avenida que da nombre a este distrito. ¡°En Siria hay mucho combatiente extranjero que viene a defender a sus hermanos; pero eso no quiere decir que todos seamos de Al Qaeda o seamos salafistas. Venimos a derrocar a El Asad vosotros, los occidentales, os sent¨¢is en una mesa a discutir resoluciones o sanciones mientras aqu¨ª sigue muriendo gente todos los d¨ªas. En cambio, nuestros hermanos vienen a luchar y a morir a nuestro lado¡±, sentencia. ¡°Si eso nos convierte en terroristas o yihadistas¡­ perfecto, all¨¢ vosotros¡±.

[Militantes yihadistas procedentes de un n¨²mero indeterminado de pa¨ªses est¨¢n radicalizando el conflicto armado en Siria, seg¨²n hizo p¨²blico el lunes en Ginebra una comisi¨®n independiente de investigaci¨®n auspiciada por la ONU que ha documentado las violaciones de los derechos humanos, infroma Efe. El presidente de la comisi¨®n, el brasile?o Paulo Sergio Pinheiro, no identific¨® a estos grupos ni su procedencia, y se limit¨® a hablar de ¡°grupos radicales islamistas¡±.]

Ahmed Haddad es un joven venido desde Egipto¡­ Esta es la primera vez que ha salido de su pa¨ªs. ¡°He venido a luchar¡±, asegura. Se uni¨® a los rebeldes en el barrio de Bustan al Kaser, uno de los m¨¢s castigados por la artiller¨ªa, tras haber dejado sus estudios de filolog¨ªa inglesa en la Universidad Americana de El Cairo.

¡°Cuando luchamos por defender lo que es nuestro nos llam¨¢is terroristas; en la guerra civil de Espa?a hubo combatientes extranjeros en ambos bandos, ?por qu¨¦ ellos no eran terroristas y nosotros s¨ª lo somos?¡±, pregunta con tono airado. ¡°Al Qaeda no representa al islam; es un invento de Estados Unidos para encontrar un nuevo enemigo tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn¡±, afirma este antiguo estudiante. ¡°Al Qaeda es la creaci¨®n de Osama bin Laden. La idea de una sola persona que no nos representa a todos los musulmanes¡±, aclara.

De la misma opini¨®n es Fer¨¢s, un joven libio. ¡°?Qu¨¦ llevemos barba o recemos a un Dios distinto del vuestro nos hace terroristas o miembros de Al Qaeda? Si es as¨ª¡­ entonces s¨ª, todos somos de Al Qaeda. Yo he conocido a varios miembros de Al Qaeda en Siria y te puedo asegurar que su pensamiento es lo m¨¢s radical que he conocido jam¨¢s¡±. ¡°Al final los pa¨ªses occidentales han conseguido con tanta palabrer¨ªa y tanta diplomacia que grupos afines a Al Qaeda se infiltren en Siria para combatir en su particular yihad ensuciando la revoluci¨®n de los sirios. No, esto no es una guerra de religiones; esta es una guerra por la libertad de un pueblo¡±, sentencia.

Este muchacho combati¨® durante m¨¢s de un a?o en la guerra que acab¨® con la dictadura de Gadafi. ¡°La guerra siria es mucho m¨¢s cruenta que lo que vivimos en Libia. Al Asad tiene como objetivo la poblaci¨®n civil. Adem¨¢s, los soldados del Ej¨¦rcito Libre Sirio (ELS) no tienen nada. En Libia por lo menos cont¨¢bamos con el apoyo de la OTAN; por eso cuando vi por televisi¨®n lo que estaba ocurriendo no dud¨¦ ni un segundo y decid¨ª venir con un grupo de libios a combatir al lado de mis hermanos¡±, concluye.

¡°En la revoluci¨®n libia hubo muchos sirios luchando a nuestro lado y era el momento de devolverles el favor¡±, asegura Abu Omar, otro combatiente libio. ¡°

?Despu¨¦s de 30.000 muertos crees que los sirios esperan que los occidentales vengan a echar una mano? Nadie va a hacer nada por ellos. ?Cu¨¢ntos ni?os m¨¢s tienen que morir para que hag¨¢is algo?¡±, se pregunta Abu Abdu, tambi¨¦n de origen libio. ¡°No hemos venido a hacer la yihad [guerra santa]; esto no es la yihad, es la revoluci¨®n contra un tirano¡±.

¡°El final de El Asad ser¨¢ como el de Gadafi¡±, anuncia Abu Mathesen, de origen liban¨¦s, antes de despedirse con un apret¨®n de manos y una advertencia:

¡°No todos los que llevamos barba y rezamos a Al¨¢ somos terroristas¡±.