¡°Hollande lucha para que Alemania no deje atr¨¢s al sur¡±
La socialista, de origen gaditano, es la ¨²nica candidata para suceder al actual alcalde de Par¨ªs, Bertrand Delano?
Ana Mar¨ªa Hidalgo, mucho m¨¢s conocida como Anne Hidalgo, es hoy la ¨²nica candidata para suceder al alcalde de Par¨ªs, el socialista Bertrand Delano?. Las elecciones son en 2014, as¨ª que falta a?o y medio para saber si esta paisana de Camar¨®n de la Isla y Sara Baras, nacida en la pobreza preconstitucional de San Fernando (C¨¢diz) en 1959, criada en la escuela laica de un barrio obrero de Lyon, licenciada en Derecho y madre de tres hijos, va a ser, como dicen los sondeos, la primera alcaldesa de la capital francesa.
Hidalgo recibe a El PA?S antes de viajar, esta semana, a C¨¢diz para participar en una cumbre de municipios europeos, y de paso recibir un homenaje en la Venta Vargas de su ciudad natal. Durante dos horas, cuenta en su espa?ol de marcado acento andaluz sus planes y su historia, hecha de socialismo, guerra civil, exilio, emigraci¨®n econ¨®mica, esfuerzo y militancia. Dice que su sue?o desde ni?a era ¡°vivir en Par¨ªs¡±, y que una de sus figuras hist¨®ricas preferidas es Louise Michel, la hero¨ªna anarquista de la sublevaci¨®n de la Comuna (1871): ¡°Fue extraordinaria. Maestra, escritora, laica, la mandaron a la c¨¢rcel a Nueva Caledonia y ense?¨® a leer a los presos... La Comuna y la Liberaci¨®n [en la II Guerra Mundial] son los dos momentos de los que Par¨ªs se siente m¨¢s orgullosa, y el Estado castig¨® esa rebeld¨ªa prohibiendo elegir el alcalde entre 1871 y 1977¡±.
La mano derecha de Delano?, el primer socialista al frente de la Ciudad Luz, lleva ya 11 a?os en el H?tel de Ville, desde 2001 como teniente de alcalde de Igualdad y desde 2008 al frente de Urbanismo. En este tiempo se ha curtido la fama de trabajar duro y se ha ganado el afecto de muchos parisienses. Miembro de la corriente mayoritaria del Partido Socialista (PS) que encarna Fran?ois Hollande ¡ªsu vecino de siempre en el distrito 15¡ª, Hidalgo ganar¨ªa hoy la alcald¨ªa ¡ªdicen los sondeos¡ª contra cualquier candidato. ¡°No hay nada decidido; la crisis est¨¢ ah¨ª y ser¨¢ un factor. Pero los parisinos saben que tenemos un proyecto ecologista y solidario para unir a la ciudad con su periferia en el Gran Par¨ªs, y convertir a la urbe m¨¢s densa de Europa (2,2 millones de habitantes en 105 kil¨®metros cuadrados) en un lugar m¨¢s verde y acogedor, con menos coches, m¨¢s vivienda social y m¨¢s ni?os en las calles¡±.
Como ¡°europe¨ªsta convencida¡±, Hidalgo pide a los espa?oles que conf¨ªen en Hollande porque, explica, ¡°est¨¢ luchando por el sur y por el ideal europeo, para impedir que Alemania imponga esa visi¨®n impensable que consiste en dejar a Grecia en el camino y convertir a Espa?a y Portugal en una segunda divisi¨®n europea. Espa?a debe salir reforzada de la crisis¡±, afirma, ¡°y convertirse en la California de Europa, en un gran centro tecnol¨®gico¡±.
Pregunta. Suena bonito: una gaditana, alcaldesa de Par¨ªs¡
Respuesta. Siempre he tenido doble nacionalidad y no he escondido mi condici¨®n espa?ola, creo que es una riqueza que te abre al mundo. Par¨ªs, tan abierta y progresista, siempre ha tenido una relaci¨®n muy profunda con Espa?a. Cuando me dieron la medalla de Isabel la Cat¨®lica, el Instituto Cervantes hizo una ruta de autores espa?oles por la ciudad y son much¨ªsimos. Artistas como Picasso o Mir¨®¡ Tambi¨¦n mucha gente humilde, miles de mujeres que vinieron en los a?os sesenta y se colocaron de porteras o asistentas, la Peque?a Espa?a de Saint-Denis de los a?os veinte, los refugiados de la Guerra Civil, los republicanos de La Nueve que liberaron Par¨ªs¡ Los Garc¨ªa, los G¨®mez, siempre han estado presentes. Aunque en Francia yo siempre he dicho que nac¨ª fuera pero fue aqu¨ª donde me dieron la oportunidad. En Espa?a no me la dieron.
P. Sus padres vinieron a Francia en 1961. ?Eran rojos?
R. Mi abuelo era republicano, un campesino de Antequera. Y mi padre era socialista. Cuando nos fuimos a Francia trabajaba en los Astilleros de C¨¢diz. Era una vida muy dura. Antes hab¨ªa sido marinero en un petrolero, que ya era una forma de exilio, pero lo dej¨® cuando nacimos mi hermana y yo. Siempre se quiso ir de Espa?a. En 1936, sus padres se lo llevaron desde Antequera hasta cerca de Andorra, y en febrero de 1939, al caer Catalu?a, cruzaron a Francia por los Pirineos y les internaron en un campo de refugiados. Mi abuelo llev¨® mal el exilio, el alcalde de Antequera le prometi¨® que lo proteger¨ªa y volvieron. Lo condenaron a muerte dos veces, pero no lo mataron. Mi padre siempre dijo que volver¨ªa a Francia en cuanto pudiera, quer¨ªa que sus hijas tuvieran una cultura y una educaci¨®n.
P. ?C¨®mo fue la infancia en Lyon?
R. Nos dieron una casa en el barrio obrero del centro, Vaise. Mi padre trabajaba de electricista. La casa no ten¨ªa ba?o, pero el barrio era un universo. Hab¨ªa rusos refugiados de la Revoluci¨®n, italianos, espa?oles, portugueses, franceses¡ En el colegio cab¨ªa el mundo entero, era una mezcla total y no hab¨ªa ning¨²n racismo. A los 14 a?os nos cambiamos a un barrio m¨¢s moderno, la casa ya ten¨ªa ba?o¡ A los profesores les gustaba que estudi¨¢ramos, y ayudaron a mis padres para que fu¨¦ramos a la Universidad.
P. ?Por qu¨¦ vino a Par¨ªs y c¨®mo empez¨® en pol¨ªtica?
R. Me hice inspectora de trabajo y me destinaron aqu¨ª. Cuando lo supe dije ¡°?Por fin llegu¨¦!¡±. Siempre hab¨ªa sentido que esto era el centro del mundo. ?Y era verdad! De muy joven me inscrib¨ª en un sindicato parecido a la UGT, en asociaciones de laboralistas progresistas europeos, y a veces iba a reuniones del Partido Socialista en el distrito 15 pero les ve¨ªa siempre pele¨¢ndose. No me anim¨¦. En 1993, cuando el PS perdi¨® las elecciones, dije ¡°no te quedes fuera, no seas tan cr¨ªtica¡±, y me saqu¨¦ el carn¨¦. Martine Aubry me llam¨® como asesora t¨¦cnica del ministerio en 1997, y all¨ª conoc¨ª a mi marido. Trabajamos mucho en la ley de las 35 horas. En 1998 Hollande lleg¨® a primer secretario y me llam¨® para renovar la comisi¨®n ejecutiva: ¡°Ya te integrar¨¦ yo¡±, me dijo. En 2001 pens¨¦ que Delano? era el hombre perfecto para dar un impulso de modernidad a Par¨ªs y me vine con ¨¦l.
P. Los parisinos tienen fama de antip¨¢ticos y t¨ªmidos. ?Es justa?
R. No creo que sean t¨ªmidos, pero son muy cr¨ªticos, muy exigentes y tienen mucha conciencia de su m¨ªtica ciudad, de lo que significa ser del sitio de La Comuna y la Liberaci¨®n. Sin entender esos dos momentos de insurrecci¨®n no se entiende Par¨ªs. Es una ciudad rebelde que el poder siempre consider¨® peligrosa. Y creen que para vivir aqu¨ª hay que merecerlo. Y es verdad que es necesario buscar el placer de vivir en Par¨ªs, porque la vida puede ser dura. La gente est¨¢ en general orgullosa de estar aqu¨ª y abierta al mundo. Son individualistas, pero a la vez muy solidarios. El Velib [servicio p¨²blico de pr¨¦stamos de bicicletas] lo explica bien: quieren que haya 20.000 bicis y cada uno las disfruta a su manera. Viven sus vidas en total libertad.
P. ?Se llega a ser parisina alguna vez?
R. El 53% de los parisinos son mujeres. Y su condici¨®n b¨¢sica es que son muy activas y no renuncian a nada. La inmensa mayor¨ªa trabaja, solo hay un 12% de amas de casa, les gusta tener hijos ¡ªla natalidad es superior a la del pa¨ªs, que ya es decir¡ª, y aunque hemos abierto 10.000 cunas nuevas de guarder¨ªa desde 2001, como hay pocos abuelos para ayudar, todas tenemos nuestra red de copines [amigas], que es la verdadera familia.
P. Aun as¨ª se ven muchos ni?os solos por la calle a unas edades¡
R. Es gracioso, en Manhattan no se ven, pero aqu¨ª se ven todav¨ªa muchos, jugando o yendo en la escuela. Eso suscita algunos problemas, como en todas las grandes ciudades hay atropellos. Tenemos un plan para aumentar su seguridad y acompa?ar mejor su libertad.
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