La izquierda italiana quiere que Monti se someta a las urnas

La pregunta desata pasiones en Italia: ?Puede Mario Monti continuar al frente del Gobierno sin presentarse siquiera a las pr¨®ximas elecciones? A cada minuto son m¨¢s y, sobre todo, m¨¢s poderosos los que est¨¢n a favor del ¡°Monti bis¡±, pero tambi¨¦n empiezan a alzar la voz quienes se oponen a que la pol¨ªtica, por no decir la democracia, quede aparcada indefinidamente. Pier Luigi Bersani, el secretario del Partido Democr¨¢tico (PD) ¨Ccentro izquierda--, se muestra rotundo: ¡°La pol¨ªtica debe retomar su papel y volver a ser cre¨ªble. Basta de atajos¡±.

La pol¨¦mica surgi¨® tras unas declaraciones realizadas hace unos d¨ªas por Monti en Nueva York. Despu¨¦s de repetir por activa y por pasiva durante los ¨²ltimos meses que la fecha de caducidad de su mandato ser¨ªan las pr¨®ximas elecciones, el actual jefe del Gobierno t¨¦cnico introdujo de pronto un matiz importante: ¡°No me presentar¨¦ a las elecciones, pero si despu¨¦s de esos comicios se diese una circunstancia en la que crean que yo pueda ser de ayuda, estar¨¦ all¨ª¡±. Sus partidarios, dentro y fuera de Italia, vieron el cielo abierto. Se lanzaron en tromba a ponerse a disposici¨®n de Monti. Desde el cardenal Angelo Bagnasco, jefe de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), a los presidentes de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, o Fiat, John Elkann, sin contar con el agrado con que ven la continuidad del profesor en Berl¨ªn, Washington o Bruselas. Montezemolo, siempre a punto de dar el salto a la pol¨ªtica, ha puesto su formaci¨®n, Italia Futura, a disposici¨®n de Monti: ¡°Debemos legitimar con el voto de millones de italianos la apertura de una etapa de reconstrucci¨®n nacional, que ser¨¢ larga y dif¨ªcil¡±. Tambi¨¦n John Elkann, nieto de Giovanni Agnelli, considera que el profesor tiene que estar al frente: ¡°Italia est¨¢ consiguiendo salir adelante gracias al trabajo de Mario Monti¡±.

El problema es que Monti parece tener claro que no entrar¨¢ en batalla electoral contra los partidos que, aun en contra de sus intereses, han votado sus reformas en el Congreso y el Senado. Tanto el Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi como el Partido Democr¨¢tico (PD) de Pier Luigi Bersani coinciden en que la mejor v¨ªa para llegar al Gobierno sigue siendo el voto. De hecho, si alguien ha apoyado al gobierno tecn¨®crata de Mario Monti, en las duras y en las maduras, recibiendo a veces duras cr¨ªticas de sus bases, ha sido Bersani. De ah¨ª que, no sin cierta irritaci¨®n, el l¨ªder de la izquierda recordara el domingo: ¡°A Monti lo quisimos nosotros. ?Vais a decirme a m¨ª c¨®mo es de bueno? Pero basta ya de atajos¡±.

La pr¨®xima primavera habr¨¢ elecciones en Italia. Se puede dar el caso de que millones de ciudadanos voten por un presidente que no aparecer¨¢ en las listas. Tras el recuento se ver¨¢ si la pol¨ªtica italiana est¨¢ ya en condiciones de caminar sola o tiene que volver a apoyarse en Mario Monti, senador vitalicio.