Los combates arrasan Alepo
Los rebeldes intentan resistir y asaltar el casco hist¨®rico. "Es de locos. Ellos tienen tanques y nosotros solo lanzagranadas", explica un insurgente
?Alepo es el todo o nada para los rebeldes y el Gobierno sirio, por lo que ambos bandos han lanzado una feroz ofensiva para ganar posiciones y arrinconar al otro. La ciudad se ha convertido en un polvor¨ªn en los ¨²ltimos d¨ªas y los combates se suceden en diferentes partes de la ciudad.
El Ej¨¦rcito Libre Sirio (ELS) contin¨²a su ofensiva para tomar al asalto el casco hist¨®rico, la Ciudadela. Quieren hacerse con piezas de artiller¨ªa que est¨¢n dentro de la fortificaci¨®n y desde donde se castiga sin tregua varias ¨¢reas de la ciudad. ¡°Dentro del zoco solo hay soldados del ELS tratando de arrinconar a las tropas de El Asad; el objetivo era apoderarse de Bab Antakya ¡ªuna de las puertas centenarias de la Ciudadela¡ª pero los combates se han extendido a otros barrios muy pr¨®ximos como Aqaba o Al-Awamind¡±, cuenta un activista sirio.
El objetivo es controlar la mezquita Omawi, cortando as¨ª la ¨²nica v¨ªa de abastecimiento en poder de las tropas gubernamentales. ¡°Si cae, ser¨¢ cuesti¨®n de tiempo que los soldados que est¨¢n en el interior de la Ciudadela agoten la munici¨®n y se rindan¡ pero estamos encontrando mucha m¨¢s resistencia de la que pens¨¢bamos¡±, se?ala Abu Ali Dabek, comandante la brigada Liwad Al Tawheed.
Mientras, en el distrito de Al Arqoob, quien lleva la iniciativa del combate es el Ej¨¦rcito. Varios tanques e infanter¨ªa ligera tratan de tomar esta barriada con la clara intenci¨®n de dividir en dos la ciudad. ¡°Los combates est¨¢n siendo muy duros; el r¨¦gimen tiene varios tanques bombardeando sin parar nuestras posiciones. De momento estamos manteniendo la l¨ªnea, pero no s¨¦ por cu¨¢nto tiempo¡±, comenta un soldado rebelde cubierto de una densa capa polvo. ¡°Es una locura, ellos tienen tanques y nosotros solo lanzagranadas. Tratamos de disparar a las cadenas para inutilizarlos pero cuando lo conseguimos aparece otro¡¡±, se lamenta.
Cascotes. Cristales rotos o postes de luz tumbados en medio de la calle. Columnas de denso humo negro inundan el cielo mientras las deflagraciones se convert¨ªan en un sonido c¨ªclico y r¨ªtmico. Los bombardeos son una constante en este distrito de la ciudad.
El ir y venir de soldados a bordo de furgonetas con direcci¨®n a la primera l¨ªnea de defensa no cesa. Los rebeldes saben, mejor que nadie, la importancia estrat¨¦gica que tienen los distritos de Al Arqoob y Suleiman ¡ªdesde aqu¨ª se controla la carretera que conecta Alepo con Damasco y Turqu¨ªa (la entrada de munici¨®n y armas para los rebeldes)¡ª. Una derrota en estos barrios supondr¨ªa dejar en bandeja Alepo al r¨¦gimen, por lo que el mando insurgente est¨¢ movilizando centenares de soldados y munici¨®n. ¡°Contra lo que no podemos luchar es contra los aviones y los helic¨®pteros. Tenemos bater¨ªas antia¨¦reas pero solo son efectivas si los aviones vuelan muy bajo¡¡±, relata un rebelde. Si el r¨¦gimen toma estos distritos tendr¨ªa pr¨¢cticamente v¨ªa libre para continuar su hostigamiento a los rebeldes, que se ver¨ªan arrinconados en sus bastiones en el oeste de la ciudad.
En estos distritos es donde la lucha permanece m¨¢s estable desde las ¨²ltimas semanas. Apenas ha habido movimientos rese?ables y la balanza contin¨²a equilibrada. ¡°Aqu¨ª luchamos edificio por edificio¡ Estamos tan cerca los unos de otros que nos podemos escuchar hablar¡±, relata Abu Ali, jefe de una brigada en el barrio de Izaa donde la artiller¨ªa del r¨¦gimen castiga sin parar. ¡°Saben que la ¨²nica forma de vencernos es con los bombardeos. Son conscientes que si usan el Ej¨¦rcito para tomar estos barrios la mitad de sus hombres desertar¨¢ y se unir¨¢n a nosotros; esa es la raz¨®n por la que no despliegan tropas ni tratan de tomar al asalto nuestros bastiones¡±, afirma.
En la zona de Saif al Dawla, las tropas del r¨¦gimen est¨¢n tan pr¨®ximas que los rebeldes usan bombas caseras y c¨®cteles molotov para hostigar al enemigo. En este distrito, la situaci¨®n tambi¨¦n es estable. ¡°El r¨¦gimen tiene varios tanques desplegados al otro lado del parque desde donde nos disparan, pero estamos aguantando bien, mientras sigan as¨ª no conseguir¨¢n avanzar ni un palmo¡±, comenta un insurgente.
El parque es el punto de intersecci¨®n entre los barrios de Saladino y Saif al Dawla, dos de los bastiones rebeldes. Aqu¨ª, cientos de chavales se las ven a diario contra los francotiradores del r¨¦gimen que han ocupado varias viviendas entorno al parque¡ Pero a¨²n as¨ª, no han conseguido ceder ni un palmo. El problema es que los rebeldes solo tienen capacidad para defender las posiciones, ya que la munici¨®n est¨¢ comenzando a escasear y no tiene suficiente como para lanzar una ofensiva que obligue al ej¨¦rcito sirio a retroceder, por lo que aguantan acometida tras acometida. De vez en cuando lanzan alguna operaci¨®n contra las tropas del r¨¦gimen quemando los edificios donde est¨¢n los francotiradores. Los rebeldes cercan los edificios donde est¨¢n las tropas del r¨¦gimen y a base de c¨®cteles molotov les obligan a huir dejando tras de s¨ª munici¨®n y armas.
En Bustan Al Kaser, los combates tambi¨¦n se suceden sin descanso. Si la semana pasada los rebeldes daban un golpe de efecto a las tropas del r¨¦gimen tomando una comisaria de tr¨¢fico en el que hab¨ªa varias decenas de soldados de Al Asad, consiguiendo ampliar el per¨ªmetro centenares de metros a la redonda, ahora es el otro bando el que quiere devolver la afrenta y los bombardeos se suceden en esta ¨¢rea pr¨®xima a la Ciudad Vieja.
En el inmenso tablero de ajedrez en el que se ha convertido la ciudad de Alepo las piezas comienzan a moverse y las batallas a recrudecerse.
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