Los indecisos pueden prolongar la incertidumbre en la campa?a electoral

Ma?ana se anunciar¨¢ un dato que puede tener tanta repercusi¨®n en la campa?a electoral norteamericana como los debates pendientes: la cifra oficial del paro. Si no es buena, como se espera, puede ayudar a prologar la incertidumbre sobre el ganador hasta la misma fecha del 6 de noviembre. Gran parte de los votantes indecisos est¨¢n, precisamente, pendientes de ver alguna luz sobre la situaci¨®n econ¨®mica para pronunciarse.

Los debates, el primero de los cuales se celebr¨® anoche en Denver y los siguientes tendr¨¢n lugar los pr¨®ximos d¨ªas 16 y 22, pueden ayudar a esclarecer las cosas, pero no del todo. Los votantes indecisos son, como es l¨®gico, los m¨¢s dif¨ªciles de convencer, los que menos atenci¨®n prestan a las palabras y m¨¢s a los hechos. Y los hechos, si se confirma ma?ana un desempleo por encima del 8% y una ralentizaci¨®n de la recuperaci¨®n econ¨®mica, podr¨ªan ayudar m¨¢s a Mitt Romney que a Barack Obama.

El n¨²mero de electores que confiesa voluntad de votar pero dudas sobre por qu¨¦ candidato hacerlo est¨¢ en estos momentos en torno al 6%, por encima de la ventaja de Obama en algunos estados decisivos o similar en otros. No hay duda de que la misi¨®n de Romney todav¨ªa es muy dif¨ªcil, puesto que, en algunos casos, tendr¨ªa que ganarse el respaldo de todos los indecisos para ganar. M¨¢s complicado a¨²n, la mayor parte de esos indecisos son votantes independientes y moderados ideol¨®gicamente que no ven con buenos ojos el extremismo que se ha observado en la campa?a republicana hasta la fecha. Pero, al mismo tiempo, el desaliento que provoca la situaci¨®n econ¨®mica puede provocar reacciones pol¨ªticas imprevisibles.

Si el paro, que actualmente es del 8,1%, aumenta ma?ana, los republicanos tendr¨¢n un excelente argumento para convencer a los indecisos de que la pol¨ªtica econ¨®mica de Obama ha fracasado. El mejor argumento con que se van a encontrar en lo que resta de campa?a, puesto que la pr¨®xima cifra sobre el desempleo estar¨¢ ya demasiado pegada a la asistencia a las urnas.

Seg¨²n las encuestas, los indecisos son, primordialmente, blancos, mujeres, de baja educaci¨®n y con unos ingresos inferiores a los 25.000 d¨®lares anuales. Est¨¢n concentrados en los estados del medio oeste industrial, particularmente Ohio y Wisconsin, dos de los estados decisivos. Obama tiene, por lo general, ventaja entre esos grupos de votantes, pero ¨¦stos son tambi¨¦n los grupos m¨¢s perjudicados por la crisis econ¨®mica y, por tanto, entre los que puede tratar de pescar el candidato de la oposici¨®n.

Desde el principio de esta campa?a se dijo que estas elecciones ser¨ªan decididas por la econom¨ªa. En su transcurso se interpusieron otros asuntos, como el de la conservaci¨®n del Estado del bienestar o la pol¨ªtica exterior, que distrajeron a los candidatos de su mensaje central: sus propuestas econ¨®micas. Pero, en el mes que resta, es probable que la econom¨ªa vuelva a ser, con la vista puesta en los indecisos, el tema fundamental.

Aunque su porcentaje no sea muy elevado a nivel nacional, los indecisos acabar¨¢n dando la victoria a uno u a otro en estados tan fundamentales como Florida, donde, tradicionalmente, las elecciones se deciden por unos pocos miles de votos, en Virginia, donde Obama est¨¢ solo un punto por delante en una ¨²ltima encuesta, en Colorado, donde los indecisos equivalen, aproximadamente, al ascenso del voto hispano, o en Nevada, que va a estar en juego hasta el ¨²ltimo minuto.

Uno de los principales problemas de Romney con esos votantes es el de no haber conseguido transmitir confianza. Los indecisos pueden estar pensando en un cambio para mejorar la econom¨ªa, pero Romney no parece a¨²n la persona adecuada para dirigir ese cambio. Una encuesta de ayer de la agencia Reuters daba a Obama una ventaja de 30 puntos en la pregunta de qu¨¦ candidato les ca¨ªa mejor, y de 20 puntos en la pregunta de qu¨¦ candidato entiende mejor su situaci¨®n personal.

En esas condiciones, es muy dif¨ªcil sumar ese 6% que el candidato republicano necesita para ganar las elecciones. La campa?a de Obama hizo desde el principio un excelente trabajo al tratar de dibujar a su contrincante como un millonario desconectado de la realidad, aunque, ciertamente, sus cuentas en para¨ªsos fiscales y el v¨ªdeo de 47% ayudaron bastante a conseguirlo. Romney nunca ha conseguido despegarse de esa imagen, con la cual es muy dif¨ªcil acceder a un sector del electorado que no duda porque tiene ante s¨ª dos grandes opciones con las que quedarse, sino porque no encuentra ning¨²n buen recambio para el presidente actual.