Vuelco en las encuestas a favor de Romney
El candidato republicano no solo se ha puesto en cabeza, sino que ha mejorado dr¨¢sticamente su posici¨®n entre sectores que le eran reticentes, como las mujeres
Las encuestas confirman que Mitt Romney ha conseguido en la campa?a electoral el vuelco que se anticipaba tras su victoria en el debate de la pasada semana en Denver. El candidato republicano no solo se ha puesto en cabeza, sino que ha mejorado dr¨¢sticamente su posici¨®n entre algunos de los sectores que le eran m¨¢s reticentes, como las mujeres, y se ha consolidado como el m¨¢s capacitado para mejorar la situaci¨®n econ¨®mica. Ahora esta carrera presidencial es impredecible.
Se trata quiz¨¢ de uno de los m¨¢s espectaculares giros en la tendencia de voto que se recuerda en la historia electoral de Estados Unidos. Si los resultados de la encuesta de Pew hecha p¨²blica este martes se confirman en pr¨®ximos sondeos ¡ªGallup sit¨²a por delante a Romney por dos puntos y Reuters da un empate¡ª, estar¨ªamos ante el hecho ins¨®lito de que un presidente, sin razones externas que lo justifiquen, pierde una ventaja monumental por culpa exclusivamente de su mala actuaci¨®n en un debate.
Barack Obama pierde nada menos que doce puntos en la encuesta de Pew. De ocho puntos de ventaja que ten¨ªa antes del debate, pasa ahora a estar cuatro puntos por detr¨¢s de su rival, 49% contra 45%. El vuelco es de tales proporciones que nadie encuentra una explicaci¨®n racional.
?C¨®mo puede ser que Obama, que llevaba 18 puntos de ventaja entre las mujeres, est¨¦ ahora empatado, 47% contra 47%? ?C¨®mo puede ser que Obama, que estaba 8 puntos por delante de su rival como el candidato m¨¢s af¨ªn a la clase media est¨¦ tambi¨¦n ahora igualado en ese cap¨ªtulo? ?Puede todo eso ser consecuencia de una hora y media de debate en televisi¨®n?
Antes de Denver, todos los analistas recordaban que muy pocas veces en la historia un debate hab¨ªa conseguido cambiar el rumbo de una campa?a. Se entend¨ªa, adem¨¢s, que la televisi¨®n, como medio, hab¨ªa perdido fuerza e influencia. Pues bien, todo eso resulta contundentemente rebatido por los resultados de esta encuesta.
La esperanza secreta de los dem¨®cratas es que alg¨²n error demosc¨®pico haya tergiversado los datos, y que pr¨®ximas encuestas corrijan las cifras de Pew. Es sabido en todas las campa?as electorales del mundo que cuando las encuestas favorecen son un anuncio de victoria y cuando perjudican no sirven de mucho. Pero Pew es un instituto solvente y de gran credibilidad. Lo era cuando Obama ganaba y tambi¨¦n ahora que pierde.
La otra esperanza de Obama es que estos resultados del conjunto del pa¨ªs no se repitan exactamente estado por estado. Antes del debate, Obama llevaba ventaja en los siete ¨²ltimos swing states, los estados de comportamiento oscilante en los que, en ¨²ltimo extremo, se decide el nombre del pr¨®ximo presidente. Pero tampoco en ese cap¨ªtulo la encuesta de Pew arroja buenas noticias. Por un margen de 37% contra 24%, la poblaci¨®n de esos estados considera que Romney ser¨ªa mejor para aumentar la creaci¨®n de empleos.
A falta de certificar esos datos, estados por estado, el diario The New York Times informaba ayer de que, despu¨¦s de dar pr¨¢cticamente por perdido Ohio, la campa?a republicana ha vuelto a poner esfuerzo y dinero en ese territorio clave, a donde ayer se desplaz¨® Romney para participar en un mitin.
Por supuesto, no todo est¨¢ perdido para Obama. Igual que las encuestas oscilan tan marcadamente en una direcci¨®n, pueden de nuevo hacerlo en la otra. Y quedan todav¨ªa cuatro semanas y tres debates para conseguirlo. El primero, ma?ana jueves, el que sostendr¨¢n el vicepresidente, Joe Biden, y el candidato republicano a la vicepresidencia, Paul Ryan. Despu¨¦s, Obama y Romney volver¨¢n a verse las caras los pr¨®ximos d¨ªas 16 y 22.
El debate de vicepresidentes, que siempre ha sido, y este parec¨ªa tambi¨¦n, intrascendente, cobra ahora un gran inter¨¦s. Si Ryan lo gana, ser¨¢ f¨¢cil hablar de una tendencia favorable a los republicanos. De entrada, Ryan deber¨ªa de ser el m¨¢s vulnerable. Falto de experiencia en este tipo de acontecimientos y m¨¢s radical que Romney por naturaleza, deber¨ªa ser presa f¨¢cil de un veterano populista como es Biden. Pero ?qui¨¦n se atreve ya a hacer pron¨®sticos!
Las dudas de cara a las pr¨®ximas semanas son: si Romney ser¨¢ capaz de mantener la iniciativa, teniendo en cuenta que, fuera de una actuaci¨®n en televisi¨®n, no ha ofrecido nada distinto a lo que ven¨ªa ofreciendo antes del debate, y qu¨¦ carta sacar¨¢ ahora Obama para recuperar su condici¨®n de favorito.
Ninguno de los dos lo tiene f¨¢cil. Romney, probablemente, tendr¨¢ que enfrentarse en alg¨²n momento a la realidad de la pobreza de sus propuestas ¡ªcomo qued¨® de manifiesto en su discurso del lunes sobre pol¨ªtica exterior¡ª y del extremismo del partido al que representa, que ahora calla y otorga debido a la esperanza de victoria, pero en el que hasta ayer se multiplicaban las quejas contra su candidato. Obama, a su vez, ya parece haberlo dado todo. Si la ca¨ªda del desempleo hasta el 7,8% no le ayud¨® a que el p¨²blico crea que su pol¨ªtica econ¨®mica es la correcta, ?qu¨¦ otra cosa puede ayudarle?
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