Hacia el Pearl Harbor cibern¨¦tico
El Gobierno de EE UU confiesa su preocupaci¨®n por la escalada de la ciberguerra con Ir¨¢n, que ha atacado sistemas inform¨¢ticos estadounidenses en respuesta a las agresiones virales sufridas
Tan silenciosa es esta guerra que la inmensa mayor¨ªa del planeta ni se ha enterado de que se libra con ferocidad desde hace tiempo. Los que est¨¢n en ella la viven, sin embargo, con creciente angustia. Por ejemplo, Leon Panetta, que acaba de declarar que su pa¨ªs est¨¢ al borde de ¡°un Pearl Harbor cibern¨¦tico¡±. ?A qu¨¦ se refiere el secretario de Defensa de Estados Unidos? Pues a una reciente serie de ataques contra sistemas inform¨¢ticos de la industria petrolera saud¨ª e instituciones financieras norteamericanas atribuidos, seg¨²n inform¨® el International Herald Tribune del lunes, a las unidades de defensa contra la ciberguerra puestas en pie por la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n.
?Guerreros ciberespaciales del r¨¦gimen de los ayatol¨¢s? S¨ª, existen desde 2011 como respuesta a una previa ofensiva de pirater¨ªa inform¨¢tica de su programa nuclear universalmente atribuida a la colaboraci¨®n de Estados Unidos e Israel. En principio, su tarea consist¨ªa en hacer de antivirus de los sistemas iran¨ªes, pero, seg¨²n las fuentes citadas por el Tribune, podr¨ªan haber pasado a la contraofensiva con los ataques que en agosto afectaron a la compa?¨ªa petrolera estatal saud¨ª Aramco y tal vez los que impidieron a clientes de bancos norteamericanos acceder online a sus cuentas.
Aunque sean de oficio los villanos de la pel¨ªcula, no fueron los iran¨ªes los primeros en apretar este bot¨®n. Lo hizo un premio Nobel de la Paz, el mism¨ªsimo Barack Obama. En su primer mandato presidencial, Obama se ha caracterizado por un modo peculiar ¨Cm¨¢s contempor¨¢neo, por as¨ª decirlo, y, para ¨¦l y sus compatriotas, menos traum¨¢tico- de hacer la guerra: el desarrollo de la ciberguerra (ciberespionaje y cibersabotaje) contra Ir¨¢n y el uso masivo de drones -aviones sin humanos a bordo- para atacar objetivos en pa¨ªses como Somalia, Yemen, Afganist¨¢n y Pakist¨¢n. Por el contrario, ha reducido la presencia de tropas f¨ªsicas estadounidenses en zonas conflictivas.
En mayo, Ir¨¢n anunci¨® que hab¨ªa localizado en sus ordenadores el virus Flame, el m¨¢s maligno jam¨¢s inventado
En la noche del martes al mi¨¦rcoles, en su segundo debate televisado de esta campa?a presidencial, Obama le par¨® los pies a Romney a prop¨®sito de una supuesta ¡°blandura¡± en el caso del asalto al consulado norteamericano en Bengasi. Ten¨ªa raz¨®n: no es para nada la ¡°paloma¡± que describen esos belicosos a la antigua que son los republicanos de Estados Unidos; es un fr¨ªo, inteligente e implacable comandante en jefe de las nuevas formas de hacer la guerra en el siglo XXI.
La ciberguerra contra Ir¨¢n comenz¨® durante la presidencia del segundo Bush y en ella van cogidos de la mano Estados Unidos e Israel. Su primer producto conocido, el virus Stuxnet, perturb¨® seriamente las instalaciones nucleares iran¨ªes a fines de la pasada d¨¦cada. Al ser descubierto en el verano de 2010 -se fug¨® a Internet desde la planta iran¨ª de Natanz-, Obama hizo patente su preocupaci¨®n en las reuniones de su consejo de seguridad en la Casa Blanca. Dijo temer que la conversi¨®n de Estados Unidos en un musculoso hacker con bandera nacional terminara justificando pol¨ªtica y moralmente ciberataques contra ese mismo pa¨ªs. Es una opini¨®n que hoy siguen expresando otros en Estados Unidos.
Seg¨²n ¡®The New Yorker¡¯, la Fuerza A¨¦rea de EE UU cuenta con 7.000 ciberguerreros en bases de Tejas y Georgia
Pero las dudas de Obama se desvanecieron pronto y termin¨® aprobando la continuidad de esa forma de pelea, conocida en la Casa Blanca, el Pent¨¢gono y la CIA como Olimpic Games. Incluso hizo m¨¢s: decret¨® su escalada. A comienzos de julio, The New York Times public¨® una extensa informaci¨®n que daba cuenta de c¨®mo Obama ¡°orden¨® en secreto un aumento de los ataques sofisticados a los sistemas inform¨¢ticos de las factor¨ªas iran¨ªes de enriquecimiento de uranio, expandiendo as¨ª de modo significativo el primer uso continuado por Estados Unidos de ciberarmas".
A la par, Obama inst¨® a los servicios de inteligencia civiles y militares norteamericanos a estrechar la colaboraci¨®n en este frente con los israel¨ªes. Tras negarlo inicialmente, por aquello de no confirmar sus propias debilidades, el r¨¦gimen iran¨ª terminar¨ªa reconociendo que troyanos, virus y programas malignos venidos del exterior zancadilleaban sus esfuerzos.
En 2010, Richard A. Clarke, que fue jefe de los servicios antiterroristas de Estados Unidos con Bill Clinton y George W. Bush, public¨® un ensayo titulado Cyber War (publicado en castellano por Ariel con el t¨ªtulo Guerra en la red). Profetizaba una III Guerra Mundial en el ciberespacio para la que ya se estaban preparando potencias como Estados Unidos, Israel, Rusia y China. As¨ª lo rese?¨®, muy cr¨ªticamente, la revista Wired: ¡°Encontrar¨¢n aqu¨ª el Libro de las Revelaciones vuelto a escribir para la era de Internet, con el Fin de los Tiempos anunciado por los Cuatro Caballos Troyanos del Apocalipsis¡±.
?Es Flame el primero de esos caballos? A finales de mayo, el organismo p¨²blico iran¨ª dedicado a la lucha contra la pirater¨ªa inform¨¢tica (CERT en sus siglas en ingl¨¦s) anunci¨® que hab¨ªa localizado ese virus, el m¨¢s maligno de los jam¨¢s inventados. Llevaba dos a?os infectando sus ordenadores sin ser detectado por ning¨²n antivirus.
Flame es un conjunto de programas que realiza m¨²ltiples tareas de espionaje y sabotaje: graba conversaciones, permite control remoto del ordenador, tiene Bluetooth que se adue?a de los tel¨¦fonos m¨®viles pr¨®ximos, copia y transmite datos a distancia, se va actualizando, es indetectable por los antivirus hoy existentes¡ Seg¨²n observ¨® Douglas Rushkoff en CNN, "tiene todos los indicios de constituir un ciberataque maquinado por un Estado naci¨®n¡±.
Su descubrimiento fue obra del laboratorio especializado que el ruso Eugene Kaspersky dirige en Mosc¨². Kaspersky lo tild¨® de ¡°caja de Pandora¡±, dijo que el uso de virus como este podr¨ªa terminar afectando a servicios civiles nacionales enteros como redes el¨¦ctricas, industrias energ¨¦ticas, redes bancarias o sistemas de tr¨¢fico a¨¦reo, por lo que, a?adi¨®, deber¨ªan ser prohibidos como en su d¨ªa lo fueron las armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas. "Estoy asustado, cr¨¦anme", declar¨®.
Por supuesto, Estados Unidos no reconoce oficialmente ninguna relaci¨®n con estos virus inform¨¢ticos que minan el programa nuclear iran¨ª. Tampoco Israel.
Eso s¨ª, The New Yorker informa que tan solo la Fuerza A¨¦rea de Estados Unidos cuenta ya con 7.000 ciberguerreros en bases de Texas y Georgia. ?Cu¨¢ntos m¨¢s habr¨¢ en otros departamentos del Pent¨¢gono, la CIA y otros ¨®rganos del Gobierno federal estadounidense?
Creado en 2009, bajo la presidencia de Obama, con sede oficial en Fort Meade (Maryland) y dirigido por el general Keith B. Alexander, United States Cyber Command (USCYBERCOM) es el nombre del organismo que dirige las unidades ciberespaciales de la Fuerza A¨¦rea norteamericana. Ahora parece haberle surgido un serio rival en las unidades iran¨ªes especializadas que dirige el general Gholamreza Jalali y que podr¨ªan estar detr¨¢s de los ¨²ltimos ataques a sistemas saud¨ªes y estadounidenses. A¨²n no ha sonado un solo disparo en la pr¨®xima guerra del Golfo, pero, a golpe de teclado y de rat¨®n, ¨¦sta se libra ya en el ciberespacio.
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