El primer ministro liban¨¦s suspende su dimisi¨®n y pide un Gobierno de unidad

El primer ministro liban¨¦s, Nayib Mikati, present¨® el s¨¢bado su dimisi¨®n. El presidente, Michel Suleim¨¢n, le pidi¨® que se quedara ¡°un tiempo¡± ante el riesgo de un inminente estallido de violencia sectaria. Mikati acept¨® quedarse, ante la creciente tensi¨®n desatada tras el asesinato el viernes en Beirut de una prominente personalidad de la comunidad sun¨ª y enemigo declarado del r¨¦gimen sirio. Estas conversaciones pol¨ªticas han tenido lugar durante una reuni¨®n de urgencia, con la que los l¨ªderes libaneses han tratado de evitar que la violencia sectaria acabe de prender y que el conflicto sirio se propague definitivamente en L¨ªbano.

El coche bomba que el viernes mat¨® a Wissam Al Hassan y a otras tres personas, ha acabado de resquebrajar el delicado equilibrio que vive el pa¨ªs desde que estallara la revuelta en la vecina siria hace 18 meses. La llamada de Saad Hariri, antiguo primer ministro y hoy l¨ªder de la oposici¨®n sun¨ª, a acudir el domingo en masa al funeral de Al Hassan hace prever nuevas tensiones en las pr¨®ximas horas y constituye una muestra m¨¢s de la profunda crisis pol¨ªtica que atraviesa el pa¨ªs. Est¨¢ previsto que miles de libaneses acudan a la plaza de los M¨¢rtires en Beirut para rendir homenaje a Al Hassan, pero tambi¨¦n para pedir la dimisi¨®n del primer ministro y hacer alarde de la fuerza pol¨ªtica que acumula la coalici¨®n opositora 14 de marzo.

Hariri, al igual que otros miembros de la oposici¨®n, acusa al r¨¦gimen de Damasco de estar detr¨¢s del atentado que acab¨® con la vida de Al Hassan, hasta ayer jefe de la inteligencia policial y azote de las fuerzas prosirias en el pa¨ªs. Mientras que los pol¨ªticos sun¨ªes libaneses son detractores furibundos del Gobierno sirio y su campa?a represiva en contra de la poblaci¨®n, Hezbol¨¢, el gran partido chi¨ª liban¨¦s, apoya sin fisuras al Gobierno de Bachar el Asad.

Al Hassan lider¨® la investigaci¨®n sobre el asesinato de Rafik Hariri, padre de Saad y antiguo primer ministro. Los resultados de aquellas pesquisas apuntaron a una implicaci¨®n de Hezbol¨¢ y del r¨¦gimen sirio en el magnicidio. Recientemente, Al Hassan destap¨® los planes de un antiguo ministro pr¨®ximo a Damasco para atentar en L¨ªbano.

Miembros de la comunidad sun¨ª libanesa expresaron el s¨¢bado su ira sembrando el caos en algunos puntos del pa¨ªs. Quemaron neum¨¢ticos y cortaron calles y carreteras. Las fuerzas de seguridad reforzaron su presencia.

Mientras, los investigadores han comenzado a analizar las pruebas del atentado que el viernes destroz¨® el coraz¨®n de Ashrafiyeh, un barrio mayoritariamente cristiano del centro de Beirut. A pesar de que crecen las voces que acusan al r¨¦gimen sirio de orquestar el asesinato del hombre que fuera una de sus bestias negras, no hay de momento pruebas concluyente sobre la autor¨ªa del ataque. Ning¨²n grupo se ha atribuido la autor¨ªa del ataque.