El mayor caso de corrupci¨®n de Brasil concluye con 25 condenas

El Tribunal Supremo Federal de Brasil (STF), la corte suprema del pa¨ªs, cerr¨® este lunes el llamado caso mensal?o, el proceso m¨¢s largo y el mayor esc¨¢ndalo de corrupci¨®n pol¨ªtica de su historia, con 25 condenas y siete absoluciones. La primera pena del juicio, 39 a?os y cinco meses, ha sido para el operador de la trama, el responsable de las empresas de publicidad Marcos Valerio Fernandes.

Fernandes, de 51 a?os, era el mu?idor de toda la trama de sobornos, que se articulaba a trav¨¦s de contratos para las campa?as electorales. Ha sido condenado por los cargos de asociaci¨®n il¨ªcita, malversaci¨®n, corrupci¨®n activa, lavado de dinero y evasi¨®n de divisas y deber¨¢ cumplir la condena en r¨¦gimen cerrado, aunque la defensa a¨²n podr¨¢ presentar alg¨²n recurso para intentar reducirla. La condena ser¨¢ revisada este jueves.

El tribunal decidi¨® el lunes que parte de los acusados hab¨ªan formado una cuadrilla o asociaci¨®n criminal para cometer varios delitos. Todos ellos ya hab¨ªan sido condenados por otros cr¨ªmenes. Era el tema m¨¢s delicado y el que m¨¢s hab¨ªa divido a los jueces en este proceso, que comenz¨® el 3 de agosto y fue retransmitido en directo y al completo por la televisi¨®n.

Seg¨²n los jueces tres n¨²cleos constitu¨ªan esta asociaci¨®n delictiva. En primer lugar, el pol¨ªtico que comprend¨ªa a los tres principales responsables del Partido de los Trabajadores en 2003, durante el primer gobierno Lula: el exministro del gobierno y brazo derecho del mismo, Jos¨¦ Dirceu, el entonces Presidente del partido, Jos¨¦ Genoino, ambos exguerrilleros durante la dictadura militar, y el entonces tesorero, Delubio Soares. En segundo lugar, el n¨²cleo financiero, en torno al Banco Rural. Y por ¨²ltimo, el grupo operacional de Marcos Valerio.

Finalmente, 11 de los 13 acusados fueron condenados por seis votos a cuatro, de formar parte de dicha asociaci¨®n, tras una fuerte discusi¨®n sobre el concepto de este delito, que implica poner en peligro la paz social. Los que votaron por la condena, entre ellos, el Presidente del Supremo, Ayres Brito, y el decano del mismo, Celso de Mello, consideraron que la paz p¨²blica se quebranta cuando a trav¨¦s de un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de esa emvergadura ¡°la sociedad pierde la fe en el Estado¡±. Seg¨²n Mello, se intent¨® condenar no a la pol¨ªtica ni a los pol¨ªticos en general, sino a un grupo de servidores p¨²blicos ¡°con una perversa vocaci¨®n para un control criminal del poder que intentaba perpetuarse ilegalmente¡±.

Ahora se espera una declaraci¨®n del expresidente Lula da Silva que ha visto condenados a los hombres de su partido que lo llevaron al poder. Lula advirti¨® d¨ªas atr¨¢s que hablar¨ªa s¨®lo tras el veredicto final del Supremo. Lula se hab¨ªa quedado fuera de la denuncia al considerar el Fiscal que no hab¨ªa pruebas de su participaci¨®n en el esquema criminal del soborno a los diputados.

Sin embargo, dado que la oposici¨®n insist¨ªa en que de alguna forma tambi¨¦n ¨¦l resultar¨ªa salpicado si condenaban a los que fueran sus personas de confianza, se adelant¨® a decir que ¨¦l ya hab¨ªa sido ¡°absuelto por las urnas¡±, refiri¨¦ndose al hecho de que despu¨¦s de haber estallado el esc¨¢ndalo, fue reelegido para un segundo mandato.