Barroso y Dalli se amenazan con los tribunales en el ¡®esc¨¢ndalo del tabaco¡¯

La acritud y los tribunales asoman ya en el choque entre Jos¨¦ Manuel Barroso y su antiguo comisario de Salud y Pol¨ªtica de Consumidores, John Dalli. El presidente de la Comisi¨®n Europea ha amenazado al malt¨¦s con privarle de su pensi¨®n si no se comporta con integridad y deja de insistir en que no ha dimitido y que estuvo indefenso a la hora del cese. Dalli le responde que va a defender su nombre en los tribunales hasta llegar, si hace falta, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, porque la dimisi¨®n que le fue arrancada entre acusaciones de que dej¨® correr un plan para corromper el sistema de toma decisiones en la UE en relaci¨®n con una directiva sobre el tabaco carece de fundamento.

¡°Lo que quiero es un vindicaci¨®n de mi nombre. El obligarme a dimitir fue una decisi¨®n muy grave. Afecta a mi futuro y al de mi familia. Le pido que rectifique¡±, ha declarado Dalli este mi¨¦rcoles en una conferencia de prensa celebrada en un edificio no perteneciente a las instituciones europeas. El ex comisario dice que consultar¨¢ con sus abogados si el mejor medio para conseguir su objetivo es recurrir a la justicia maltesa, a la belga y llegar, en ¨²ltimo extremo, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en Estrasburgo.

Barroso aguanta el envite. En una lac¨®nica y seca respuesta a la petici¨®n de Dalli de que el presidente le pida por escrito la dimisi¨®n? como condici¨®n de que ¨¦l, Dalli, se la presente tambi¨¦n por escrito, Barroso dice que con la que le present¨® verbalmente el pasado d¨ªa 16 es suficiente. ¡°No es necesaria una dimisi¨®n por escrito¡±, le puntualiza en su misiva, ¡°y [la suya] es irrevocable¡±.

El asunto de la dimisi¨®n arrancada a la fuerza a un Dalli amenazado por Barroso de destituci¨®n est¨¢ adquiriendo el car¨¢cter bizantino propio de las instituciones europeas. M¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota de c¨®mo se produjo el cese, nada est¨¢ claro sobre la cadena de acontecimientos que llevaron a Barroso a prescindir de su comisario entre alegaciones de la Oficina de Lucha contra el Fraude (OLAF) de que Dalli estaba al tanto de que alguien en su nombre ped¨ªa dinero a la tabaquera sueca Swedish Match para manipular a su favor el contenido de una directiva en preparaci¨®n tutelada por Dalli, directiva que limitar¨ªa a¨²n m¨¢s el consumo del tabaco en Europa.

Dalli niega ¡°categ¨®ricamente¡± todos los extremos y mantiene que nada pod¨ªa denunciar dado que no sab¨ªa nada de los tejemanejes de su amigo Silvio Zammit, reconvertido en lobista ocasional, con la tabaquera sueca a la que presuntamente reclam¨® 60 millones de euros por su labor de conseguidor. Exactamente lo contrario que Dalli sostiene la OLAF. Su entrevista con personas interesadas en el snus, el tabaco sueco sin humo desencadenante del caso, aunque mediara en ellas Zammit forman parte de las mucha entrevistas y contactos formales e informales que un comisario debe mantener para estar informado o recibir informaci¨®n, alega Dalli. ¡°Voy a recurrir la decisi¨®n del presidente y c¨®mo ha actuado la OLAF en todo este caso¡±, anuncia el ex comisario.

¡°Quiero recordarle su obligaci¨®n de actuar con integridad¡±, escribe Barroso a Dalli, ante quien esgrime el art¨ªculo 245 del Tratado de Funcionamiento de la UE seg¨²n el cual ¡°en caso de incumplimiento de dichas obligaciones el Tribunal de Justicia, a instancias (¡­) de la Comisi¨®n, podr¨¢ [declarar] la privaci¨®n del derecho del interesado a la pensi¨®n o de cualquier otro beneficio sustitutivo¡±. La Comisi¨®n ha hecho saber que tras su dimisi¨®n Dalli tiene derecho a la mudanza, a una retribuci¨®n mensual de 9.000 euros durante tres a?os y m¨¢s tarde a una pensi¨®n de unos 2.300 euros mensuales derivada de su cargo de comisario durante dos a?os y ocho meses.

El ex comisario elude pronunciarse sobre si ¨¦l ha sido v¨ªctima de una trampa del lobby tabaquero por su firmeza en la directiva y asegura que ese proyecto legislativo ha producido durante meses una ofensiva en toda regla del sector sobre comisarios y otros funcionarios de la Comisi¨®n que a ¨¦l no le hizo cambiar ni una coma, como certifica la propia OLAF. Su conclusi¨®n es que este incidente dificultar¨¢ sobremanera que haya una nueva directiva sobre el consumo de tabaco en la UE antes de 2014.