M¨¦xico: el socio indispensable

A pocos pa¨ªses el resultado de las elecciones de EE UU ata?en m¨¢s que a M¨¦xico por razones hist¨®ricas, econ¨®micas, culturales y de seguridad. M¨¢s de 3.000 kil¨®metros de frontera com¨²n, destino del 80% de las exportaciones mexicanas, lugar de residencia de 33 millones de compatriotas emigrados y principal terminal del tr¨¢fico de drogas con toda su secuela de violencia convierten al vecino del norte en el socio indispensable de este pa¨ªs.

EE UU es destino del 80% de las exportaciones mexicanas, lugar de residencia de 33 millones de emigrados y principal terminal del tr¨¢fico de drogas

La sociedad mexicana gravita, sobre todo desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) en 1994, en torno a las decisiones y modas que vienen de Estados Unidos y la cobertura del duelo entre Obama y Romney ocupa desde hace meses los mayores espacios en la informaci¨®n internacional de sus medios. La opini¨®n p¨²blica bascula entre la fascinaci¨®n y el resentimiento, si bien cobra cada vez mayor importancia una cultura h¨ªbrida, sobre todo en los Estados del Norte, que se manifiesta en las costumbres, la m¨²sica, la literatura y el lenguaje.

La mayor¨ªa de los mexicanos vota dem¨®crata por considerar a este partido m¨¢s favorable a sus intereses, pero es una idea que tiene m¨¢s de leyenda que de realidad. Como dice el analista Jorge Zepeda, ¡°probablemente George W. Bush haya sido el presidente de EE UU de las ¨²ltimas d¨¦cadas m¨¢s cercano a M¨¦xico y si no llegan a cruzarse el 11-S y la guerra de Irak hubiera modificado positivamente la relaci¨®n. Obama ha sido en la pr¨¢ctica uno de los presidentes m¨¢s distantes. M¨¦xico no ha sido parte de su horizonte, ni por su biograf¨ªa personal ni por su visi¨®n del mundo pese a contar con una opini¨®n mayoritariamente a su favor¡±.

Como ocurre cada 12 a?os, se da la coincidencia de que ambos pa¨ªses estrenar¨¢n presidentes casi al mismo tiempo

¡°Sin embargo, los republicanos¡±, a?ade Zepeda, ¡°son vistos mucho m¨¢s duros en pol¨ªtica migratoria y de seguridad en la frontera¡±. Baste recordar la aprobaci¨®n de la pol¨¦mica ley de Arizona SB1070, que criminaliza la presencia de indocumentados, que fue vivida en M¨¦xico como una afrenta nacional.

Las reformas migratorias que intentaron tanto Bush como Obama con el fin de regularizar a millones de personas chocaron con el Congreso y las pulsiones proteccionistas de los sindicatos dem¨®cratas, m¨¢s a¨²n en estos tiempos de crisis del empleo. Un segundo mandato podr¨ªa darle a Obama mayor libertad de maniobra en este terreno pero son pocos los que se hacen ilusiones, pese a que se da por hecho que el voto hispano, en su mayor¨ªa de origen mexicano, ser¨¢ decisivo para su victoria.

Tampoco debe pasarse por alto el hecho hist¨®rico de que por primera vez en 60 a?os, el flujo migratorio mexicano a EE UU se ha detenido. Entre otras razones por las mayores dificultades para cruzar debido a la violencia y al sellado estadounidense de la frontera as¨ª como por la falta de empleo y menor rentabilidad de los salarios en el pa¨ªs vecino.

Seg¨²n el analista Jorge Zepeda, "probablemente George W. Bush haya sido el presidente de EE UU de las ¨²ltimas d¨¦cadas m¨¢s cercano a M¨¦xico"

Como ocurre cada 12 a?os, se da la coincidencia de que ambos pa¨ªses estrenar¨¢n presidentes casi al mismo tiempo. Enrique Pe?a Nieto visitar¨¢ EE UU en las pr¨®ximas semanas cuando ya se sepa el nombre del ganador en las elecciones del 6 de noviembre. El presidente electo mexicano ha insistido en la necesidad de ¡°construir una nueva agenda bilateral¡±, que desarrolle el ¡°enorme potencial¡± econ¨®mico de las dos naciones m¨¢s all¨¢ de los asuntos ¡°recurrentes que han sido la pol¨ªtica migratoria y la pol¨ªtica de seguridad¡±.

La guerra contra el narcotr¨¢fico lanzada por el presidente saliente, Felipe Calder¨®n, ¡°ha enajenado la relaci¨®n con EE UU centr¨¢ndola casi exclusivamente en ese problema¡±, seg¨²n Zepeda. Una relaci¨®n marcada, adem¨¢s, por la frustraci¨®n que supone la tolerancia de EE UU a la introducci¨®n de armas en M¨¦xico y al consumo de drogas o por la presencia de agentes gringos en territorio nacional.

Pe?a Nieto, que ha garantizado a sus interlocutores estadounidenses firmeza ante el crimen organizado ¨Cno se esperan cambios significativos en la cooperaci¨®n en este ¨¢rea-, pretende por el contrario que sea la econom¨ªa la principal impulsora de una nueva relaci¨®n bilateral, donde ser¨¢n claves el sector energ¨¦tico y la prometida reforma de Pemex.