Han Han, la voz del descontento juvenil

Su blog tiene m¨¢s de 580 millones de seguidores, pero Han Han, de 30 a?os, asegura que se ha convertido en bloguero por exigencia de los lectores, ya que a ¨¦l le atraen m¨¢s los libros. Piloto de carreras y autor, entre otras, de Triple puerta, su primera novela, escrita cuando ten¨ªa 19 a?os y la que le lanz¨® a la fama tras vender en un abrir y cerrar de ojos 20 millones de copias, Han Han recurre al humor, al sarcasmo y a una ¨¢cida cr¨ªtica de las autoridades locales, para contar los problemas que enfrenta la juventud china. Sus h¨¦roes son veintea?eros que chocan a diario con la injusticia, la corrupci¨®n y el abuso de poder que practican los funcionarios locales, empezando por los mismos profesores.

El bloguero, sin embargo, se cuida mucho de criticar al Gobierno central y se mantiene apartado de la disidencia china que pretende un cambio de r¨¦gimen. De ah¨ª que, aunque la polic¨ªa cibern¨¦tica borra de vez en cuando sus post, en general su blog ¡ªpuesto en marcha en 2006¡ª es tolerado, y ¨¦l personalmente no ha tenido problemas con la correosa justicia del pa¨ªs.

Icono de la juventud china, que le persigue sin rubor en cuanto se aventura a dejar su oficina de Shangh¨¢i o su casa, Han Han trat¨® en 2010 de publicar una revista con algunos de sus comentarios m¨¢s provocativos, pero los censores se lo impidieron. Esto le convenci¨® de que el mundo digital es el mejor aliado ¡ª¡°ni un ej¨¦rcito de censores puede frenarlo¡±¡ª para alimentar su imbatible popularidad y para dar voz al creciente descontento de millones de hijos ¨²nicos, nacidos ¡ªcomo ¨¦l¡ª en la era de la reforma y el crecimiento econ¨®mico que han elevado a China a segunda potencia mundial, aunque los costes son cada d¨ªa m¨¢s intolerables. Y, con el apoyo de QQ Tencent, uno de los gigantes de Internet en China, el pasado junio lanz¨® la revista One, que contiene una recopilaci¨®n de los art¨ªculos m¨¢s interesantes que publica la prensa, junto a una p¨¢gina dedicada a sus escritos y a su propia vida, en la que se incluyen fotograf¨ªas personales y a la que se pueden enviar preguntas.

Apoyado en la independencia econ¨®mica que le reportan las ventas millonarias de su veintena de libros y sus carreras de coches, a principios de este a?o, Han Han dej¨® un lado a los personajes de sus novelas para adentrarse en las grandes cuestiones que rigen el futuro de China: libertad, democracia y revoluci¨®n. Qued¨® claro entonces que su posici¨®n est¨¢ mucho m¨¢s cerca del Partido Comunista Chino y de la tradici¨®n milenaria confuciana que de los disidentes. El bloguero, que abandon¨® los estudios a los 17 a?os para dedicarse a escribir, mantiene que el pueblo chino ¡°no est¨¢ preparado¡± para un sistema democr¨¢tico occidental y que lo m¨¢s importante es su ¡°formaci¨®n cultural y social¡±. Al igual que Confucio y que Deng Xiaoping (1904-1997) ¡ªel llamado arquitecto de la reforma china e impulsor de su actual ascenso econ¨®mico¡ª, es contrario a la revoluci¨®n; considera que la ¡°democracia requiere un largo proceso de negociaci¨®n¡± y una ¡°mayor generosidad¡± de los ciudadanos, y defiende un ¡°proceso gradual¡± para alcanzar los valores culturales y sociales que conducen a la democracia.

Pero los chinos m¨¢s liberales consideran la actitud de Han Han un tanto c¨ªnica, critican su pedanter¨ªa y lamentan que no utilice su enorme popularidad para lograr una mayor apertura del r¨¦gimen. El artista Ai Weiwei, uno de los principales disidentes, ha pasado de declararse seguidor del bloguero a denunciar que ¡°se ha rendido¡± al Gobierno.

Sin embargo, este hijo del director de un peri¨®dico local y de una asistente social sostiene que lo que preocupa a los j¨®venes no es la pol¨ªtica sino la lucha cotidiana contra la corrupci¨®n y los abusos de los funcionarios locales. El bloguero convenci¨® a sus padres para que se jubilaran de forma anticipada de manera que no sufrieran presiones en sus puestos de trabajo por las cr¨ªticas de su blog a las autoridades y se hizo cargo de mantenerles econ¨®micamente. Es su forma de luchar ¡°para que alg¨²n d¨ªa ¡ªtal vez en 10 a?os¡ª se pueda escribir libremente en China, sin temer a que borren tus textos o seas castigado¡±, seg¨²n cont¨® a la revista Newsweek el pasado octubre.