Romney no quiere dejar nada al azar en el tramo final de su campa?a

Antiguos rivales, fieles aliados, j¨®venes promesas y veteranos dirigentes. Mitt Romney los reuni¨® a todos el viernes en el decisivo Estado de Ohio, en una muestra de fuerza y de unidad de partido, en lo que su campa?a asegura que fue el mitin m¨¢s multitudinario de toda la campa?a presidencial. Con todo un qui¨¦n es qui¨¦n del Partido Republicano a sus espaldas, y con su familia al completo arrop¨¢ndolo, el aspirante republicano a la presidencia exclam¨®: ¡°le estamos mandando un mensaje a la naci¨®n entera¡±. Ese mensaje es que Romney est¨¢ listo para reemplazar a Barack Obama, y que cuenta con el respaldo de todas las facciones de su partido y de una gran cantidad de votantes, que quieren evitar a toda costa la reelecci¨®n del presidente.

La campa?a republicana eligi¨® a conciencia el lugar desde el que esperaba propulsar a Romney a la Casa Blanca: West Chester, una acaudalada zona en las afueras de Cincinnati, basti¨®n republicano de Ohio. Las autoridades locales estimaron que 30.000 personas hab¨ªan acudido a ver a Romney y a las estrellas republicanas. Sobre el escenario se hallaba un hijo ilustre de la zona, el actual presidente de la C¨¢mara de Representantes. ¡°Este es el coraz¨®n de Am¨¦rica¡±, dijo John Boehner. ¡°Y lo que Barack Obama ha hecho por Am¨¦rica es dejar a la ciudadan¨ªa esperando el cambio que le prometi¨® hace cuatro a?os¡±.

El viejo lema de Obama en 2008, la palabra ¡®cambio¡¯, se ha convertido en la idea central de la campa?a de Romney en la recta final de las presidenciales. ¡°El presidente Obama prometi¨® cambio, pero no pudo cumplir su promesa. Yo prometo cambio, y tengo la experiencia de cumplirlo. Cre¨¦ un negocio y sane¨¦ muchas empresas. Ayud¨¦ a reencaminar unos Juegos Ol¨ªmpicos. Y con una legislatura dem¨®crata, ayud¨¦ a crear super¨¢vit en mi Estado¡±, dijo Romney. El discurso era una s¨ªntesis de los alegatos que lleva paseando por la naci¨®n desde que se asegurara la nominaci¨®n y comenzara a medirse con el presidente Obama. No hubo grandes sorpresas en ese apartado.

Antiguas rivalidades quedaron olvidadas sobre el escenario. Viejos adversarios, favoritos del Tea Party, mostraban su apoyo al candidato. Rick Perry llegaba desde Tejas. Rick Santorum, desde Pensilvania. Atr¨¢s quedaban aquellos d¨ªas en que ambos candidatos en las primarias republicanas acusaban a Romney de no ser lo suficientemente conservador, o de no ser completamente sincero, o de haber sido demasiado moderado como Gobernador de Massachusetts. No pod¨ªa haber mayor demostraci¨®n de unidad que tener en aquel estrado, en aquella g¨¦lida noche de Ohio, a pol¨ªticos como el senador por Florida Marco Rubio, a quien Romney consider¨® brevemente como posible n¨²mero dos, para finalmente dejarle de lado.

No todos hablaron. Los que lo hicieron, repitieron los mismos argumentos que llevan desgranando desde hace semanas, un gui¨®n escrito por los asesores de Romney, poco dados a sorpresas. Hubo una voz que clam¨® sobre todas las dem¨¢s, por su belicosidad. ¡°Obama ha sido un desastre, el peor presidente para nuestra econom¨ªa en la historia del pa¨ªs¡±, grit¨® Rudy Giuliani, excalcalde de Nueva York. ¡°No quiere un segundo mandato. ?Quiere una segunda oportunidad!¡±. Otra muestra de unidad. Giuliani le disput¨® a Romney las primarias de 2008, que al final acab¨® ganando John McCain. El veterano senador por Arizona tambi¨¦n tom¨® el estrado. ¡°A diferencia de Obama, Mitt Romney no ir¨¢ por el mundo disculp¨¢ndose por Am¨¦rica¡±, dijo McCain.

El acto estaba planificado al mil¨ªmetro. El telonero fue el m¨²sico Kid Rock, quien, como era de esperar, toc¨® la canci¨®n ¡®Born free¡¯ (Nacido libre), banda sonora oficial de la campa?a de Romney. Los cinco hijos de Romney aparecieron sonrientes sobre el estrado. El candidato ley¨® de un teleprompter. Pocas cosas quedaron en manos del azar. Una de ellas fue la imposibilidad de evitar una clamorosa ausencia, gravosa fisura en esa muestra de unidad. No vino a Ohio el gobernador republicano de Nueva Jersey, otro de los nombres que Romney consider¨® para n¨²mero dos. Chris Christie se hallaba coordinando las labores de ayuda a los daminificados por el paso del hurac¨¢n Sandy.

Sus palabras del lunes, unas alabanzas a la ¡°capacidad de liderazgo¡± de Obama, planeaban sobre este acto multitudinario, como la muestra de que, por mucho que se intenten planificar, unas elecciones no se deciden hasta que se haya depositado la ¨²ltima papeleta.