Romney apela a la unidad en su discurso de derrota
El candidato republicano demora el reconocimiento de la victoria de Obama pero asegura que reza por que gu¨ªe con ¨¦xito al pa¨ªs
Mitt Romney ¨²nicamente hab¨ªa preparado un discurso para la noche electoral. 1.118 palabras que solo contemplaban la victoria. Eso es, al menos, lo que confes¨® a la prensa antes de montarse en el avi¨®n rumbo a Boston para aguardar al vaticinio de las urnas. Sus declaraciones, reconociendo el triunfo de Obama y su propia derrota y en las que apel¨® a la unidad entre dem¨®cratas y republicanos, fueron mucho m¨¢s escuetas y llegaron casi una hora despu¨¦s de que todos los medios dieran al presidente como ganador de los comicios.
Los dem¨®cratas y los republicanos con responsabilidad de gobierno deben colaborar a todos los niveles y poner a las personas por delante de la pol¨ªtica¡± Mitt Romney
¡°Este es un tiempo de grandes retos para Am¨¦rica y rezo por que el presidente tenga ¨¦xito guiando nuestra naci¨®n¡±, comenz¨® el exgobernador de Massachusetts, tras reconocer que hab¨ªa llamado al presidente Barack Obama para felicitarle por su victoria, una alusi¨®n que fue recibida con pitidos del p¨²blico. En su breve alocuci¨®n, Romney inst¨® a ambos partidos a trabajar en com¨²n para afrontar las dificultades del pa¨ªs. ¡°No podemos permitirnos m¨¢s bipartidismo. Los dem¨®cratas y los republicanos con responsabilidad de gobierno deben colaborar a todos los niveles y poner a las personas por delante de la pol¨ªtica¡±, insisti¨®.
Visiblemente decepcionado, el ya excandidato republicano se reafirm¨® en sus valores. ¡°Me present¨¦ a las elecciones porque amo Am¨¦rica. Estos comicios han terminado, pero nuestros principios permanecen¡±, recalc¨®
Romney demor¨® su comparecencia hasta pasadas la una de la madrugada, hora local, del mi¨¦rcoles. Su campa?a se resisti¨® a conceder la victoria al presidente hasta no estar completamente segura de que el Estado clave de Ohio estaba realmente perdido. El sal¨®n, preparado para celebrar la fiesta de la victoria, y en el que desde principio de la tarde se congregaron sus seguidores, parec¨ªa un velatorio cuando su l¨ªder apareci¨® en el estrado.
Me present¨¦ a las elecciones porque amo Am¨¦rica. Estos comicios han terminado, pero nuestros principios permanecen¡± Mitt Romney
El discurso de Romney puede ser el ¨²ltimo de su carrera pol¨ªtica. El republicano tiene 65 a?os y en su segundo asalto a la presidencia no cont¨®, en un primer momento, con el apoyo de su familia, tal y como se encarg¨® de recordar a los asistentes su hijo Greg al comienzo de la intensa noche electoral. Esa familia que le ha acompa?ado a lo largo de los 17 meses de campa?a y que se ha esforzado por atemperar la imagen encorsetada y fr¨ªa del exgobernador tambi¨¦n lo arrop¨® esta madrugada al t¨¦rmino de sus palabras. Su mujer Ann, sus cinco hijos, sus nueras y sus 18 nietos, adem¨¢s del candidato a la vicepresidencia, Paul Ryan, su esposa y sus hijos, estuvieron con ¨¦l en una de sus derrotas m¨¢s amargas.
Romney no se hizo con ninguno de aquellos Estados clave que hubieran podido vaticinar un vuelco a favor de su candidatura. A lo largo de la noche las encuestas a pie de urna de todos los medios fueron otorgando la victoria en esos territorios decisivos al presidente Obama, un mal s¨ªntoma para las expectativas del aspirante que ve¨ªa c¨®mo poco a poco se le iba escapando la victoria con cada sondeo.
Primero fue Pensilvania, un Estado que Romney visit¨® la misma ma?ana de la jornada electoral, despu¨¦s vino New Hampshire, luego Wisconsin y Iowa¡ Ni siquiera hubo que esperar a que finalizara el recuento el Ohio, el Estado que todo el mundo daba como decisivo para la decantar la victoria. Tras conocerse los resultados de Colorado, las matem¨¢ticas sepultaron las esperanzas republicanas.
El sal¨®n, preparado para celebrar la fiesta de la victoria, parec¨ªa un velatorio cuando su l¨ªder apareci¨® en el estrado
El goteo de Estados decisivos que finalmente no se ti?eron de rojo fue minando el ¨¢nimo de los simpatizantes republicanos que acudieron con grandes expectativas al Centro de Convenciones y Exhibiciones de Boston para seguir la noche electoral. ¡°Va a ser una jornada hist¨®rica, vamos a estar con el pr¨®ximo presidente de EE UU¡±, dec¨ªa exultante una seguidora del exgobernador mientras bajada de uno de los muchos autobuses encargados de transportar a los asistentes hasta el cuartel general de la formaci¨®n conservadora.
Esa euforia inicial dio paso a una paulatina desilusi¨®n conforme se iban conociendo los resultados de los Estados clave. ¡°Hay que esperar, todav¨ªa queda mucha noche por delante¡±, se escuchaba por los pasillos. S¨®lo lo apretado de la carrera en Virginia y Florida hac¨ªa mantener las esperanzas a los simpatizantes, un est¨ªmulo bastante m¨¢s efectivo que la m¨²sica Country que no par¨® de sonar todo el tiempo.
La velada, finalmente, no fue tan larga como se preve¨ªa y tampoco hizo falta esperar al recuento de votos en esos dos Estados decisivos. Obama, finalmente, se hizo con la victoria en la mayor¨ªa de los territorios clave -Virginia y Nevada incluidos- y oblig¨® a Romney a pronunciar su tercer discurso de derrota de su carrera pol¨ªtica.
A Romney no le gusta perder, acostumbrado como est¨¢ a cosechar victorias en el terreno empresarial, pero en esta ocasi¨®n su semblante reflejaba m¨¢s desilusi¨®n que contrariedad por el fracaso
No es la primera vez que el republicano pierde unas elecciones, ya lo hizo en 1994 contra el icono del Partido Dem¨®crata, el fallecido Ted Kennedy, y, tras los resultados del Supermartes de las primarias republicanas de hace cuatro a?os, volvi¨® a repetirlo. A Romney no le gusta perder, acostumbrado como est¨¢ a cosechar victorias en el terreno empresarial, pero en esta ocasi¨®n su semblante reflejaba m¨¢s desilusi¨®n que contrariedad por el fracaso.
En las ¨²ltimas semanas, el exgobernador parec¨ªa haberse cre¨ªdo que s¨ª era posible convertirse en el 45 presidente de Estados Unidos y en el primer morm¨®n en instalarse en la Casa Blanca. Su intervenci¨®n en el primer debate electoral le catapult¨® en las encuestas y ¨¦l mismo se lanz¨® a un vertiginoso recorrido por los Estados clave, multiplicando los m¨ªtines y espaciando las reuniones con los donantes, todo lo contrario a lo que hab¨ªa sido su pauta durante la primera parte de la campa?a. Apenas suspendi¨® los actos que ten¨ªa previsto realizar tras el devastador paso del hurac¨¢n Sandy por la costa Este la semana pasada. Deb¨ªa aprovechar su momento, pero ese frenes¨ª final no ha sido suficiente para amarrar una victoria que se le puso a tiro.
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