China inicia el cambio de guardia

Con Pek¨ªn tomado por 1,4 millones de polic¨ªas y vigilantes voluntarios, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha iniciado hoy un congreso crucial, en el que se producir¨¢ la llegada de una nueva generaci¨®n de l¨ªderes. El actual vicepresidente chino, Xi Jinping, ser¨¢ designado secretario general del partido, y en marzo del a?o que viene ¡ªdurante la sesi¨®n anual de la Asamblea Popular Nacional¡ª ascender¨¢ a presidente en sustituci¨®n de Hu Jintao. En ese momento, se prev¨¦ que Li Keqiang, actual viceprimer ministro, suceda a Wen Jiabao como primer ministro.

El XVIII Congreso del PCCh decidir¨¢ tambi¨¦n la composici¨®n del Comit¨¦ Central (unos 200 miembros), que a su vez elegir¨¢ al Politbur¨® (25 miembros) y el Comit¨¦ Permanente del Politbur¨®, ahora compuesto por nueve personas, pero que podr¨ªa quedar reducido a siete. Xi, de 59 a?os, y Li, de 57, forman parte del actual Comit¨¦ Permanente y son los dos ¨²nicos que continuar¨¢n en el nuevo. Los otros siete integrantes se retirar¨¢n para dejar paso a una generaci¨®n de dirigentes m¨¢s j¨®venes. La composici¨®n completa del Comit¨¦ Permanente no se conocer¨¢ hasta el final del c¨®nclave.

En la sesi¨®n de apertura, ante los 2.270 delegados del partido reunidos en el Gran Palacio del Pueblo, en la plaza de Tiananmen, Hu Jintao, ha lanzado un alegato contra la corrupci¨®n, uno de los males principales del ascenso chino. Ha advertido de que si el Partido Comunista no lucha contra la corrupci¨®n afrontar¨¢ "su ca¨ªda y la del Estado". Durante hora y media, el jefe de Estado y secretario general de la formaci¨®n enumer¨® los problemas que afronta el pa¨ªs, desde el desequilibrio econ¨®mico entre las ciudades y el medio rural hasta cuestiones medioambientales. Pero ha hecho hincapi¨¦ en la lucha contra la corrupci¨®n: "Tenemos que mantener en todo momento una postura muy severa en el castigo a la corrupci¨®n", tan severa que ha anunciado que se castigar¨¢ "sin clemencia a cualquier persona involucrada, sea cual fuere su poder o su cargo". Tambi¨¦n ha anunciado medidas para evitar las corruptelas, como mayor supervisi¨®n a los dirigentes, a los que ha llamado a "autodisciplinarse" y controlar a sus familiares y colaboradores.

El abanico de desaf¨ªos es amplio: las desigualdades sociales, la corrupci¨®n, los problemas medioambientales, la creciente protesta social, las ascendentes peticiones de reforma pol¨ªtica, las tensiones con los pa¨ªses vecinos y, en especial, la ralentizaci¨®n de la econom¨ªa. El PIB (producto interior bruto) creci¨® un 7,4% en el tercer trimestre, el menor registro desde el primer trimestre de 2009.

Muchos expertos creen que si China no acomete una transformaci¨®n profunda, crecer¨¢ para finales de esta d¨¦cada al 5% anual, una cifra muy inferior al 10% al a?o que ha experimentado desde que Deng Xiaoping lanz¨® el proceso de apertura y reforma en diciembre de 1978. Acad¨¦micos y analistas consideran que el modelo actual est¨¢ agotado, debido a su excesiva dependencia de las exportaciones y la inversi¨®n, y prev¨¦n que el partido act¨²e con decisi¨®n y emprenda nuevas reformas econ¨®micas.

Los partidarios de los cambios est¨¢n presionando a Xi Jinping para que elimine los privilegios de las compa?¨ªas estatales, modifique el actual sistema fiscal que anima a las autoridades locales a financiarse con las expropiaciones de suelo, facilite la instalaci¨®n permanente de los emigrantes rurales en las ciudades, y, sobre todo, limite el poder de un Estado que, seg¨²n afirman, amenaza con estrangular el crecimiento.

¡°[El congreso] ser¨¢ muy importante, con China en un momento crucial en la construcci¨®n de una sociedad moderna y pr¨®spera en todos los aspectos, en un proceso de reforma y apertura y acelerando la transformaci¨®n del modelo de crecimiento¡±, ha asegurado este mi¨¦rcoles Cai Mingzhao, portavoz del congreso.

Los delegados del PCCh, llegados desde todos los rincones del pa¨ªs, ser¨¢n m¨¢s cautos a la hora de responder a las cada vez mayores demandas de reforma pol¨ªtica. Nadie espera un paso hacia una democratizaci¨®n de tipo occidental, pero el PCCh podr¨ªa introducir medidas experimentales para ampliar la denominada democracia interna del partido, lo que viene a significar promover un mayor debate dentro de las estructuras del PCCh, con una prioridad absoluta para el mantenimiento de la estabilidad social, garante, seg¨²n consideran los l¨ªderes, del desarrollo econ¨®mico.

En teor¨ªa, los 2.270 delegados van a elegir a la pr¨®xima generaci¨®n de mandatarios. En realidad, los nombramientos de los altos dirigentes ¡ªcon un Xi Jinping y un Li Keqiang que ocupar¨¢n el poder durante 10 a?os¡ª llegan hechos. Han sido decididos de antemano por los l¨ªderes en activo y jubilados, en un proceso secretista, marcado por duras negociaciones entre las diferentes facciones.