El l¨ªder republicano en el Capitolio: ¡°Presidente, buscamos su liderazgo¡±
John Boehner, presidente de la C¨¢mara de Representantes, abre la v¨ªa a un pacto fiscal
En un gesto sin precedentes, mostrando una disposici¨®n que no se le conoc¨ªa hasta la fecha, el l¨ªder de los republicanos en el Capitolio, el presidente de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, compareci¨® este mi¨¦rcoles ante los medios para ofrecerle cooperaci¨®n a Barack Obama, a s¨®lo 17 horas de que este hubiera sido reelegido en las urnas. Boehner dijo que est¨¢ dispuesto a llegar a un acuerdo presupuestario con el presidente, para evitar que entren en vigor unos recortes de 110.000 millones de d¨®lares el a?o que viene, que contenga un incremento de la recaudaci¨®n del Gobierno, siempre que vaya acompa?ado de recortes en el gasto p¨²blico.
¡°Se?or presidente, este es su momento. Estamos dispuestos a que nos lidere. No como republicanos o dem¨®cratas, sino como americanos. Buscamos su liderazgo¡±, dijo Boehner. ¡°Si hay un mandato en los resultados de ayer es el de que busquemos una forma de trabajar conjuntamente, para encontrar soluciones a los desaf¨ªos a los que nos enfrentamos como naci¨®n. Este no es un mensaje de confrontaci¨®n, sino de convicciones¡±.
La derrota de Mitt Romney, alguien que no tiene cargo ejecutivo o legislativo alguno, ha dejado al Partido Republicano hu¨¦rfano de un l¨ªder. Boehner ha actuado con rapidez para ocupar ese vac¨ªo. Este legislador de Ohio ocup¨® la presidencia de la C¨¢mara de Representantes en 2010, cuando los republicanos obtuvieron su mayor¨ªa, auspiciados por el ascenso del Tea Party. Desde entonces Boehner ha sido en numerosas ocasiones cautivo de los legisladores m¨¢s extremistas, que han truncado varios acuerdos cruciales para la naci¨®n, y que en 2011 estuvieron a punto de dejar al gobierno en suspensi¨®n de pagos.
Ahora, los electores han hablado, y han dejado el reparto de poder tal y como estaba. Los dem¨®cratas controlan la Casa Blanca y el Senado. Los republicanos, la C¨¢mara de Representantes. Los dos partidos est¨¢n condenados a entenderse. Durante los pasados dos a?os, los republicanos han bloqueado cada acuerdo que les pasaba por delante, con la esperanza de que las elecciones del martes les dieran un s¨®lido control de los poderes legislativo y ejecutivo. No fue as¨ª. El Tea Party ha sufrido la mayor derrota de su exigua historia. Y los dem¨®cratas han avanzado modestamente en el Congreso.
La victoria de Obama ha desatado todo una sucesi¨®n de mensajes de unidad y consenso en Washington. ¡°Compromiso no es una palabra fea¡±, dijo a la ma?ana siguiente de las elecciones el l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado, Harry Reid, de Nevada. ¡°Es mejor bailar que pelear... Es mejor trabajar de forma unida¡±. Fue una mano tendida, que Boehner acept¨®.
Hace un a?o y medio un grupo de j¨®venes legisladores conservadores boicoteaban cada iniciativa de Boehner para buscar un acuerdo presupuestario. En ese grupo se hallaba, precisamente, el aspirante a la vicepresidencia republicano, Paul Ryan, de Wisconsin. Este mi¨¦rcoles, al fin, Boehner actu¨® por su propia cuenta, tomando la iniciativa, y hablando por su partido.
Fue un gran paso que aceptara ¡°un incremento en la recaudaci¨®n del estado¡±. Dio pocos detalles, excepto el de que ¡°deber¨ªa ser el resultado de una econom¨ªa creciente, dinamizada por un sistema tributario m¨¢s simple, limpio y justo, con menos lagunas y tasas m¨¢s bajas para todos¡±. En la campa?a, el presidente Obama dijo que quiere incrementar los impuestos a los norteamericanos que ingresen m¨¢s de 250.000 d¨®lares anuales. El a?o que viene expirar¨¢ una rebaja de impuestos a las rentas m¨¢s altas, aprobada por George Bush y prorrogada por Obama, que redujo su tipo impositivo del 39,6% al 35%.
Durante las negociaciones sobre el techo de endeudamiento del Gobierno de EE UU, en 2011, dem¨®cratas y republicanos se comprometieron a llegar a un acuerdo para reducir el gasto federal antes del a?o que viene. Si no lo hac¨ªan, entrar¨ªan en vigor 110.000 millones de d¨®lares en recortes autom¨¢ticos, la mitad de ellos al gasto militar. Ahora esos recortes son una espada de Damocles, de la que ambas partes tratan de huir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.