Adi¨®s a una era en el Capitolio
Ochenta congresistas abandonan sus esca?os. Muchos son muy conocidos entre el electorado
Una legi¨®n de veteranos pol¨ªticos del Capitolio prepara ya la mudanza. Son unos 80 que deber¨¢n abandonar su esca?o para la 113 sesi¨®n del Congreso, que comenzar¨¢ el 3 de enero, y que durar¨¢ dos a?os. De ellos, 40 se marchan en contra de su voluntad, porque perdieron primarias o elecciones legislativas. Algunos de ellos, como Richard Lugar, llevan tanto tiempo en su puesto que es impensable pasearse por los pasillos subterr¨¢neos del Capitolio sin cruzarse con ellos. Otros, como Allen West, han tenido una vida pol¨ªtica tan corta que, si no fuera por sus estridencias y salidas de tono, caer¨ªan pronto en el olvido.
Imposible de olvidar es el congresista West, republicano por Florida, que se marcha despu¨¦s de dos a?os en los que ha infringido todas las normas de la correcci¨®n pol¨ªtica y personal. Ha acusado a los dem¨®cratas de ser ¡°esclavistas¡± y ¡°comunistas¡± encubiertos. ¡°Si Joseph Goebbels viviera, estar¨ªa muy orgulloso del Partido Dem¨®crata¡±, dijo en otra ocasi¨®n. Pidi¨® que el Gobierno censurara las agencias de informaci¨®n ante el caso de las filtraciones de Wikileaks. Y cuando la cadena catar¨ª Al Yazira quiso entrevistarle, y propuso enviarle un coche a recogerle a casa, dijo que ten¨ªa la impresi¨®n de que quer¨ªan secuestrarle.
Otro republicano, Richard Lugar, est¨¢ en las ant¨ªpodas de West. Es senador por Indiana desde 1977. Un experto en asuntos internacionales, en los a?os 80 defendi¨® una ley que hubiera impuesto duras sanciones al Gobierno de Sud¨¢frica si no pon¨ªa punto final al apartheid y liberaba a Nelson Mandela -Ronald Reagan la vet¨®. Tambi¨¦n ha impulsado en su larga carrera diversas leyes de desarme nuclear. En mayo perdi¨® las primarias de su partido frente a un candidato del Tea Party, Richard Mourdock, que arruin¨® su carrera al decir que los embarazos que resultan de violaciones ocurren ¡°porque Dios lo quiere¡±.
Este es el a?o del adi¨®s de otros viejos conocidos del electorado, y sobre todo de dos legisladores cuyas quijotescas campa?as a la presidencia les aportaron fama, pero pocos resultados. En un extremo, Ron Paul, republicano y de Tejas, abanderado del movimiento del libertarismo extremo, que aboga por la desaparici¨®n del Estado de la vida privada de los ciudadanos. Aspir¨® a la presidencia en 2008 y 2012. Dennis Kucinich, de Ohio, ha sido durante 16 a?os la voz de la izquierda en la C¨¢mara de Representantes. Aspir¨® a la nominaci¨®n presidencial en el Partido Dem¨®crata en 2004 y 2008, tambi¨¦n de forma infructuosa.
El dem¨®crata Barney Frank, de Massachusetts, que tambi¨¦n se retira, lleva 32 a?os en el Capitolio, y es el pol¨ªtico abiertamente gay de m¨¢s prominencia en el pa¨ªs. Se vio obligado a salir del armario en 1985, cuando un prostituto dijo en el diario The Washington Examiner que hab¨ªa mantenido una relaci¨®n con ¨¦l, y el Congreso le amonest¨® por haber abusado de su influencia para quitar algunas multas de tr¨¢fico y otras peque?as faltas. A sus electores no les import¨®. Le reeligieron en 15 ocasiones, normalmente con amplias mayor¨ªas.
Tambi¨¦n se marchan mujeres que han hecho historia con sus veteranas carreras en el Senado. Kay Bailey Hutchison, de Tejas, ocup¨® su esca?o en 1993. Olympia Snowe, de Maine, lo hizo en 1995. Ahora dejan paso a una generaci¨®n renovada de 20 mujeres, en su mayor¨ªa dem¨®cratas, lideradas por pol¨ªticos como Elizabeth Warren, que ocupar¨¢ el emblem¨¢tico esca?o de la familia Kennedy o Tammy Baldwin, la primera senadora abiertamente gay.
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