El cheque brit¨¢nico es innegociable

La Cumbre europea de jefes de Estado apenas ha comenzado y el Primer Ministro brit¨¢nico, David Cameron, ya se ha apuntado un tanto. El l¨ªder conservador aterriza en Bruselas con algunas de sus exigencias cumplidas: el cheque brit¨¢nico se mantendr¨¢ y el presupuesto comunitario sufrir¨¢ una rebaja acorde con los recortes de los presupuestos nacionales. A cambio, su delegaci¨®n ha decidido rebajar el tono en las horas previas al inicio de las negociaciones del presupuesto para 2014-2020.

A lo largo de las ¨²ltimas semanas, Downing Street amenaz¨® a Bruselas con vetar un posible acuerdo en la Cumbre si no se manten¨ªa intacto el sacrosanto ¡°cheque brit¨¢nico¡±. Para el Reino Unido, el reembolso presupuestario es innegociable. No se plantean un cambio sustancial en su modelo ni una revisi¨®n a la baja de las cantidades que reciben, aunque es posible que se vean obligados a hacerlo si quieren llegar a un acuerdo final en el Consejo.

El argumento que utilizan para sostener el cheque sigue siendo el mismo que adopt¨® en 1984 Margaret Tatcher para que sus socios europeos diesen el visto bueno a este mecanismo corrector. Entonces, Reino Unido era el pa¨ªs m¨¢s industrializado de la Uni¨®n y aportaba una parte sustancial del presupuesto comunitario. Los brit¨¢nicos exig¨ªan una devoluci¨®n parcial de su aportaci¨®n esgrimiendo que ellos no se beneficiaban por igual del presupuesto, que se destinaba principalmente a la pol¨ªtica agraria que beneficiaba a pa¨ªses como Francia y Espa?a, con un sector agr¨ªcola de gran peso.

En la actualidad, el cheque brit¨¢nico se financia con las aportaciones de otros socios comunitarios. Entre ellos, hay algunos, como Suecia y Holanda, que disponen a su vez de un ¡°sistema de correcci¨®n¡± similar al cheque brit¨¢nico que es financiado por el resto de pa¨ªses de la Uni¨®n. Traduciendo el siempre complejo funcionamiento de la UE: un cheque sobre cheque.

El presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, tom¨® nota la semana pasada de las exigencias del socio m¨¢s euroesc¨¦ptico de la UE y dinamit¨® la propuesta de la Comisi¨®n de crear un ¡°mecanismo corrector¡± m¨¢s equitativo que terminase con los cheques.

El nuevo instrumento que propon¨ªa el Ejecutivo preve¨ªa una revisi¨®n peri¨®dica de los reembolsos en funci¨®n del nivel de prosperidad y de contribuci¨®n a los presupuestos europeos de cada Estado miembro. De esta forma, pa¨ªses que hoy no reciben compensaciones, pasar¨ªan a beneficiarse de ellas y aquellos que atraviesan una crisis econ¨®mica aguda, como Espa?a, no tendr¨ªan que aportar tanto dinero en los reembolsos.

Desde el Gobierno brit¨¢nico han avanzado que no negociar¨¢n la supresi¨®n del cheque. Cameron se amotina, pero no porque el presupuesto le perjudique. Quiere volver a Londres con una imagen de l¨ªder duro, como lo hizo Tony Blair en 2005, tras vetar los presupuestos. El l¨ªder conservador necesita recobrar la confianza de la C¨¢mara de los Comunes, donde ha sido cuestionado por su tibieza a la hora de negociar con Bruselas.

Por otro lado, negarse a un posible acuerdo entre el resto de socios europeos terminar¨ªa por aislarles y alejarles todav¨ªa m¨¢s de una Uni¨®n hastiada por las continuas zancadillas brit¨¢nicas.

Un acuerdo de m¨ªnimos en las cifras del presupuesto permitir¨ªa salvar el tipo a todos los l¨ªderes y cerrar la Cumbre sin dar se?ales de fracaso en la UE. Depender¨¢ en buena medida de la obstinaci¨®n y ambici¨®n de Cameron, que no quiere que la congelaci¨®n o reducci¨®n del presupuesto 2014-2020 afecte a su cheque.

Un acuerdo de m¨ªnimos en las cifras del presupuesto permitir¨ªa salvar el tipo a todos los l¨ªderes y cerrar la Cumbre sin dar se?ales de fracaso en la UE. Depender¨¢ en buena medida de la obstinaci¨®n y ambici¨®n de Cameron, que no quiere que la congelaci¨®n o reducci¨®n del presupuesto 2014-2020 afecte a su cheque.