La cumbre de la UE arranca sin atisbo de acuerdo
El Consejo Europeo mantiene un recorte del presupuesto de 80.000 millones La propuesta perjudica a la periferia, con ligeras concesiones para Francia y el bloque del Este
Cuando coinciden una crisis econ¨®mica y una pol¨ªtica hay una cosa segura: vienen malos tiempos. Si adem¨¢s hay que a?adir una crisis financiera, una fiscal y la amenaza de una crisis social, lo m¨¢s probable es que reaparezcan viejos demonios y la historia europea est¨¢ repleta, plagada de diablos. En esas estamos: la cumbre de la UE para acordar el marco presupuestario de los pr¨®ximos a?os ha arrancado este jueves con la ya tradicional tensi¨®n, con los Veintisiete divididos y todo el teatro propio de este tipo de c¨®nclaves. No hay posibilidad de acuerdo la primera noche: la liturgia europea exige buenas dosis de dramatismo. El pacto es improbable incluso al final de la cumbre, que podr¨ªa alargarse hasta el fin de semana. Simple puesta en escena, al menos en parte: los presupuestos de los pr¨®ximos siete a?os no se apartar¨¢n demasiado del bill¨®n de euros (un 1% del PIB europeo), tanto si se aprueban en las pr¨®ximas horas como si el pacto llega dentro de unos meses. Lo que est¨¢ en discusi¨®n es solo el reparto de la tarta, no su tama?o.
Alemania sigue empe?ada en levantar la bandera pol¨ªtica de una Europa unida y fuerte con un presupuesto minimalista, que divide como nunca a ricos y pobres, al centro y la periferia: Berl¨ªn reclam¨® el jueves un recorte suplementario sobre el proyecto del presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, que a su vez supon¨ªa un tijeretazo de 80.000 millones sobre los planes de la Comisi¨®n Europea. Pa¨ªses como Reino Unido, Suecia y Holanda exigieron un tijeretazo a¨²n mayor, pero para empezar Van Rompuy se mantuvo anoche en sus trece: dej¨® intacto el ajuste de 80.000 millones, pero con un reparto ligeramente distinto, algo mejor en agricultura (una concesi¨®n para contentar a Francia) y en cohesi¨®n (ante las demandas del bloque del Este, el m¨¢s perjudicado por los recortes). Tambi¨¦n hay una partida destinada espec¨ªficamente a Espa?a: 2.750 millones de euros para suavizar las p¨¦rdidas de ayudas europeas hasta 2020. A cambio, bajan ligeramente las inversiones en I+D e infraestructuras transfronterizas respecto a los planes iniciales del Consejo Europeo, y se deja intacto el gasto en la burocracia europea, lo que pr¨¢cticamente garantiza una sonora negativa brit¨¢nica si nada cambia este viernes.
El equilibrio que debe conseguir Van Rompuy es de todo menos f¨¢cil. Los pa¨ªses contribuyentes, con Alemania a la cabeza, est¨¢n decididos a dar la espalda a los beneficiarios, lo que supone resucitar viejos muros: ese proyecto perjudica claramente a todo el bloque del Este, necesitado de fondos para converger con el coraz¨®n de Europa. En realidad, la divisi¨®n es m¨¢s amplia: la antigua ¨¢rea marco, con Alemania en el centro y varios sat¨¦lites a¨²n m¨¢s partidarios de los recortes, lidera esa cruzada para que la austeridad alcance tambi¨¦n al presupuesto europeo. Espa?a tiene visos de salir perjudicada, aunque puede que al final obtenga alg¨²n pellizco que le permita salvar la cara. Francia e Italia llegan tambi¨¦n a Bruselas con amenazas de veto, aunque tradicionalmente obtienen beneficios al final de la negociaci¨®n porque los grandes pa¨ªses son indispensables para el acuerdo. Y a diferencia de negociaciones anteriores, en las que el presupuesto era la madre de todas las batallas ¡ªa pesar de sus limitad¨ªsimas cifras¡ª, ¡°la Uni¨®n tiene esta vez problemas mucho m¨¢s urgentes que resolver¡±, resum¨ªan por la noche fuentes diplom¨¢ticas en alusi¨®n a Grecia y a la crisis fiscal.
¡°Muy dif¨ªcil. Est¨¢ muy dif¨ªcil¡±, dec¨ªa a la entrada en la cumbre el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, molesto por el tijeretazo en pol¨ªticas agr¨ªcolas que tiene visos de suavizarse. Hollande opt¨® por un perfil bajo: ¡°No va a haber ultim¨¢tum: esperamos llegar a un acuerdo con Alemania¡±, asegur¨® a los periodistas. La canciller Angela Merkel, advirti¨® de que Berl¨ªn ¡°defender¨¢ sus intereses nacionales¡± y dej¨® un aviso a navegantes: ¡°En tiempos de consolidaci¨®n fiscal en Europa tenemos que concentrarnos en que los gastos no sean muy grandes¡±. Por ahora no hay concesiones, lo que llev¨® al primer ministro italiano, Mario Monti, a resumir lo que en realidad piensan todos y cada uno de los Veintisiete: ¡°No aceptaremos soluciones que veamos inaceptables¡±, una declaraci¨®n de intenciones que constata que en medio de la crisis los intereses nacionales son lo primero, incluso para los l¨ªderes te¨®ricamente m¨¢s europe¨ªstas.
Las amenazas de veto son diversas y llegan de casi todos los flancos: eso siempre es as¨ª cuando empieza la negociaci¨®n de los presupuestos europeos. La oposici¨®n m¨¢s clara es la de Reino Unido, con un David Cameron muy presionado por su Parlamento, que exige recortes dr¨¢sticos (mucho mayores que los que est¨¢n sobre la mesa) con el argumento de que estos son tiempos de austeridad en los pa¨ªses de la UE y ser¨ªa incongruente que no lo fueran tambi¨¦n en las instituciones europeas. Un veto le dar¨ªa a Cameron una gran r¨¦dito pol¨ªtico de vuelta a Reino Unido, cuya ciudadan¨ªa parece dispuesta a darle la espalda definitivamente a Europa. Pero acentuar¨ªa el aislamiento de la isla y ser¨ªa una constataci¨®n m¨¢s de que la confluencia de varias crisis diferentes vaticina la vuelta de tiempos oscuros, de los viejos fantasmas plasmados en planteamientos defensivos, de asilamientos, exclusiones, proteccionismos y dem¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.