Rajoy busca aliados en Europa para evitar que Espa?a salga malparada

Las dotes diplom¨¢ticas de Rajoy, o m¨¢s bien su habilidad como jugador de mus, se ponen a prueba desde anoche en Bruselas. La negociaci¨®n del Presupuesto de la UE es una de las m¨¢s complejas que existen, ya que el ¨¦xito depende de la capacidad para tejer una red de complicidades a varias bandas, con frecuencia mudables y contradictorias entre s¨ª.

A su llegada a la sede del Consejo Europeo, el presidente espa?ol dej¨® claro que la palabra veto ¡ªque han esgrimido algunos de los socios¡ª no forma parte de su vocabulario. Dijo venir con ¨¢nimo ¡°constructivo¡±, dispuesto a acordar un presupuesto ¡°equilibrado y sensato¡±. Ni siquiera repiti¨®, como dijo en C¨¢diz, que la propuesta presentada hace diez d¨ªas por el presidente Consejo, Herman Van Rompuy ¡ªque recorta en 80.000 millones el proyecto inicial de la Comisi¨®n¡ª resulta ¡°inaceptable¡± para Espa?a. Y ¨¦l mismo se encarg¨® de quitar carga belicosa a su expresi¨®n m¨¢s contundente: ¡°Espa?a dar¨¢ la batalla, en el buen sentido de la expresi¨®n¡±. Si no se alcanza un acuerdo, agreg¨®, ¡°tampoco ser¨ªa un drama¡±, ya que nunca se ha logrado pactar un presupuesto comunitario al primer intento y su entrada en vigor no est¨¢ prevista hasta 2014. ?Qui¨¦n dijo prisa?

Pero la calma no es sin¨®nimo de pasividad. Adem¨¢s de pasar por el ¡°confesionario¡±, para escuchar las ¨²ltimas propuestas de Van Rompuy (cuyas consecuencias para Espa?a analizaba anoche su equipo), Rajoy se reuni¨® con la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, y el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho. Espa?a comparte con Francia su defensa de las ayudas directas a la agricultura y se alinea con los llamados ¡°amigos de la cohesi¨®n¡± ¡ªlos pa¨ªses del Este, m¨¢s Grecia y Portugal¡ª en su apuesta por la solidaridad. Pero sabe que, una vez fijada la partida de los fondos estructurales, tendr¨¢ que pelearse por su reparto con quienes hasta ahora son sus aliados: Espa?a quiere garantizar que las regiones que superen el 75% de la renta media comunitaria (Andaluc¨ªa, Galicia y Castilla-La Mancha) sigan recibiendo al menos dos tercios de la ayuda que han tenido hasta ahora y eso solo puede conseguirse en detrimento de las que quedan bajo ese umbral.

La situaci¨®n de Espa?a es singular por otro motivo: por primera vez desde su ingreso en la UE, en 1986, est¨¢ a punto de convertirse en contribuyente neto y, como todos los pa¨ªses que pagan m¨¢s de lo que reciben de las arcas comunitarias, est¨¢ interesada en que no se dispare el gasto. Ya no basta con saber cu¨¢nto dinero recibir¨¢ Espa?a de la UE, sino que importa al menos tanto cu¨¢nto tendr¨¢ que pagar. Y el c¨¢lculo del saldo neto esconde una ¨²ltima trampa: los datos de Van Rompuy se basan en un pron¨®stico de la evoluci¨®n de la econom¨ªa espa?ola m¨¢s pesimista que el que hace Madrid. Si Rajoy tiene raz¨®n y sus recetas funcionan, Espa?a tendr¨¢ que aportar m¨¢s y saldr¨¢ peor parada.