M¨¢s financiaci¨®n para las autonom¨ªas

En medios comunitarios se da por sentado que la propuesta de presupuesto presentada por Herman Van Rompuy (1,010 billones en total, un 2,05% menos que el vigente) sufrir¨¢ un nuevo recorte antes de su aprobaci¨®n a principios del pr¨®ximo a?o. La orquilla va de la posici¨®n maximalista (30.000 millones), encabezada por el Reino Unido, a la m¨¢s moderada (entre 10.000 y 20.000 millones) promovida por Alemania. Nadie da ya un duro por el proyecto de la Comisi¨®n Europea, que quer¨ªa aumentar en 60.000 millones los presupuestos actuales, apenas para compensar la inflaci¨®n.

Con ser importante el techo de gasto, no es ni mucho menos la ¨²nica batalla pendiente. Van Rompuy ha planteado que el cheque brit¨¢nico y otras compensaciones sean pagadas por todos los socios, incluidos los beneficiarios. Es decir, que los brit¨¢nicos financien tambi¨¦n su cheque (3.600 millones al a?o); una idea de la que no quiere o¨ªr hablar Cameron, quien ha advertido de que una propuesta de ese tipo ser¨ªa rechazada por su Parlamento.

En el reparto de fondos tambi¨¦n quedan m¨²ltiples flecos. Espa?a quiere, por ejemplo, que la UE aumente el porcentaje de cofinanciaci¨®n de los proyectos, que ahora va del 50% al 85% seg¨²n el nivel de desarrollo regional. No se quiere incrementar la partida sino evitar que quede sin ejecutar porque las comunidades aut¨®nomas, obligadas a un severo ajuste fiscal, no pueden poner su parte.

Otra demanda espa?ola es la aplicaci¨®n de una cla¨²sula de revisi¨®n para que, a la hora de fijar ayudas y contribuciones, se actualicen los datos econ¨®micos, evitando el actual desfase. Aunque parece obvio, algunos socios recelan de esta idea: temen que el regateo actual se reabra peri¨®dicamente.