EE UU se plantea dejar al menos a 6.000 soldados en Afganist¨¢n tras la retirada
Obama debe decidir c¨®mo se repliegan los soldados antes de finales de 2014
La Casa Blanca y el Pent¨¢gono quieren tener, antes de fin de a?o, un calendario concreto de retirada de Afganist¨¢n, un pa¨ªs en el que Estados Unidos a¨²n tiene destacados a 66.000 soldados. Barack Obama ha ordenado el repliegue completo para antes de que acabe 2014. Los generales norteamericanos, y sus aliados en la Alianza Atl¨¢ntica, consideran que es necesario dejar un contingente, despu¨¦s de esa fecha, de entre 6.000 y 15.000 uniformados, ante la debilidad del Gobierno de Hamid Karzai y la posibilidad de que el pa¨ªs caiga de nuevo en manos de la Guerrilla Talib¨¢n.
Ya en el caso de Irak, los generales norteamericanos quisieron dejar all¨ª a al menos 3.000 soldados despu¨¦s de la retirada. Aquellos planes quedaron frustrados por la negativa del Gobierno de Nuri al-Maliki a garantizar la inmunidad de los soldados que quedaran tras el repliegue norteamericano. En el caso de Afganist¨¢n, el Gobierno leg¨ªtimo en Kabul se halla en una d¨¦bil situaci¨®n, incapaz de garantizar la seguridad en todo el territorio nacional, y obligado a enfrentarse a las defecciones y a las infiltraciones de yihadistas dentro de sus fuerzas armadas.
Es el comandante de las tropas de la OTAN en Afganist¨¢n, general John Allen, quien debe plantearle a Obama un calendario de retirada, que el presidente debe considerar. Allen abandonar¨¢ su puesto pronto. Iba a encargarse de la comandancia de la OTAN y de las tropas norteamericanas en Europa, pero su nominaci¨®n ha quedado paralizada por una investigaci¨®n sobre una serie de correos electr¨®nicos que intercambi¨® con Jill Kelley, un ama de casa de Florida, en un caso, m¨¢s amplio, en el que dimiti¨® el director de la CIA, el general retirado David Petraeus, por una aventura con otra mujer.
Cualquier presencia de EE UU s¨®lo se producir¨ªa si hay una invitaci¨®n previa del Gobierno de Afganist¨¢n, para entrenar a las fuerzas afganas y centrarse en lo que quede de Al Qaeda¡± George Little, portavoz del Pent¨¢gono
A Allen le suceder¨¢ otro general del Marine Corps, Joseph Dunford. Se espera de ¨¦l una pol¨ªtica de continuismo con respecto a Allen. La idea inicial de los jefes militares norteamericanos es mantener una fuerte presencia de tropas por lo menos hasta el oto?o de 2013, para poder contener la ofensiva insurgente que llega cada a?o con la primavera y el buen tiempo. Seg¨²n los c¨¢lculos de algunos analistas militares norteamericanos, unos 60.000 soldados podr¨ªan quedar en Afganist¨¢n hasta esa fecha, para luego replegarse con rapidez antes de la fecha l¨ªmite dada por la Casa Blanca.
¡°En septiembre culminamos la retirada completa de 33.000 soldados de refuerzo y pronto comenzaremos a considerar los pr¨®ximos pasos para realizar nuevos ajustes en el nivel de soldados, entre los que se encuentra la planificaci¨®n de nuestra presencia militar y civil en Afganist¨¢n para despu¨¦s de 2014¡±, dijo este lunes el portavoz del Pent¨¢gono, George Little. ¡°Como hemos dicho en el pasado, cualquier presencia de EE UU s¨®lo se producir¨ªa si hay una invitaci¨®n previa del Gobierno de Afganist¨¢n, e ir¨ªa encarada a entrenar a las fuerzas afganas y centrarse en lo que quede de Al Qaeda¡±.
La retirada sovi¨¦tica de 1989, despu¨¦s de 10 a?os de invasi¨®n, dej¨® a Afganist¨¢n sumido en una sucesi¨®n de guerras civiles, que culminaron con la toma de poder por parte de los Talib¨¢n en 1996. D¨¦cadas de conflictos han dejado al pa¨ªs carente de infraestructuras y de instituciones civiles. El ej¨¦rcito afgano que EE UU ha querido constituir est¨¢ mermado por los abandonos de soldados y por las infiltraciones de yihadistas que atacan a los soldados extranjeros que les entrenan. En lo que va de a?o ya se han producido 42 ataques de ese tipo, con 123 bajas.
La guerra afgana, denominada oficialmente Operaci¨®n Libertad Duradera, comenz¨® s¨®lo d¨ªas despu¨¦s de los ataques terroristas contra EE UU de 2001. Su objetivo principal era derrocar a los Talib¨¢n y cazar al l¨ªder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. ?ste huy¨® a Pakist¨¢n, donde fue aniquilado por un comando norteamericano en 2011. Tras su ca¨ªda, los Talib¨¢n han mantenido viva su lucha, en forma de insurgencia, refugiados en el sur de Afganist¨¢n y en diversos enclaves de Pakist¨¢n. Recurren normalmente a ataques de corte terrorista, con uso de explosivos, provocando numerosas bajas civiles.
La operaci¨®n b¨¦lica se desarroll¨® en su primer a?o con apenas 9.500 soldados norteamericanos. Super¨® los 20.000 en febrero de 2006. Ya con Obama en la presidencia, esos niveles aumentaron de forma exponencial. Cuando este tom¨® posesi¨®n de su cargo, en enero de 2009, hab¨ªa 34.400 soldados. En 2010 superar¨ªan los 100.000, con el objetivo declarado de pacificar los bastiones insurgentes de Helmand y Kandahar. En 2011, el presidente anunci¨® formalmente los plazos de retirada, con 2014 como fecha l¨ªmite.
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