Argentina pone en marcha el juicio por los ¡®vuelos de la muerte¡¯
Se trata del tercer juicio sobre los cr¨ªmenes cometidos en la siniestra Escuela Superior Mec¨¢nica de la Armada
En el nuevo juicio sobre la ¨²ltima dictadura de Argentina (1976-1983) que comenz¨® este mi¨¦rcoles hay 68 acusados por 789 delitos, entre secuestros, torturas, trabajo esclavo, desapariciones y homicidios, incluidos los llamados vuelos de la muerte, en los que los detenidos eran arrojados al R¨ªo de la Plata o al mar desnudos, atados de pies y manos, encapuchados y drogados con pentotal. Casi 900 testigos dar¨¢n su testimonio a lo largo de dos a?os. Se trata del tercer juicio sobre los cr¨ªmenes cometidos en la Escuela Superior Mec¨¢nica de la Armada (ESMA), que era uno de los dos principales centros clandestinos de detenci¨®n del r¨¦gimen, y por sus dimensiones es el mayor proceso judicial sobre el terrorismo de Estado en Argentina. Desde que en 2006 se reanudaron los juicios contra la dictadura en este pa¨ªs, ya ha habido 64 sentencias en las que se conden¨® a 244 personas, la mayor¨ªa militares y polic¨ªas, seg¨²n la estad¨ªstica que el Centro de Estudios Legales y Sociales llevaba hasta marzo pasado.
En el primer juicio sobre la ESMA se juzgaba solo a un exintegrante de la Prefectura Naval (polic¨ªa de r¨ªos y mares), que se suicid¨® en 2007. Entre 2010 y 2011 se hizo el segundo proceso, en el que fueron condenados 17 represores. De ellos, 16 ser¨¢n juzgados otra vez en el tercer juicio de la ESMA por otros delitos que en su momento no se analizaron. Entre estos sentenciados figuran Alfredo Astiz, conocido como El ?ngel Rubio; Jorge Acosta, alias El Tigre; y Ricardo Cavallo, tambi¨¦n llamado S¨¦rpico, que estuvo preso en Espa?a entre 2001, cuando a¨²n reg¨ªan las leyes del perd¨®n en Argentina, y 2008 por orden del entonces juez Baltasar Garz¨®n. Se juzgar¨¢, por ejemplo, la desaparici¨®n de Norma Arrostito, una de los fundadores de la guerrilla peronista Montoneros, que se form¨® en 1970, cuando reg¨ªa otra dictadura, la de 1966-1973. Tambi¨¦n se indagar¨¢ sobre los detenidos que eran obligados a trabajar para el r¨¦gimen en oficinas como el gabinete de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En el banquillo tambi¨¦n se sentar¨¢n cinco presuntos pilotos de los vuelos de la muerte, que fueron el destino final de muchos de los 5.000 detenidos en la ESMA. Estos vuelos fueron denunciados en su momento por sobrevivientes de este campo de concentraci¨®n, hoy devenido Museo de la Memoria, y por el excapit¨¢n de nav¨ªo Adolfo Scilingo, que se confes¨® autor de ellos, viaj¨® a Madrid para denunciarlos ante Garz¨®n en 1997 y all¨ª fue condenado en 2005 y 2007 a 1.084 a?os de prisi¨®n. Entre los acusados por los vuelos de la muerte en el nuevo juicio figura Julio Poch, que en una noche de borrachera reivindic¨® ante otros compa?eros de trabajo de la aerol¨ªnea holandesa Transavia su participaci¨®n en esos operativos. Tambi¨¦n est¨¢n dos exprefectos despu¨¦s reconvertidos en pilotos de Aerol¨ªneas Argentinas, Enrique de Saint Georges y Mario Arru, y otro, Emir Hess, que confes¨® a un exempleado suyo de un hotel de la Patagonia que las v¨ªctimas ¡°ca¨ªan como hormiguitas¡±. En esos vuelos murieron al impactar en el agua o ahogados, entre otros, los secuestrados en la iglesia porte?a de Santa Cruz, como las tres fundadoras de Madres de Plaza de Mayo y dos monjas francesas, quienes acompa?aban a los familiares de desaparecidos en la b¨²squeda de sus parientes.
De los 68 acusados, la inmensa mayor¨ªa son exmilitares y expolic¨ªas, pero hay dos civiles. Uno es Juan Alemann, abogado y empresario que ocup¨® el cargo de secretario de Hacienda de la dictadura entre 1976 y 1981. Secundaba al entonces ministro de Econom¨ªa, Jos¨¦ Alfredo Mart¨ªnez de Hoz, en cuya gesti¨®n se inici¨® la apertura comercial del pa¨ªs sudamericano, se congelaron los salarios, aument¨® la deuda externa en forma exponencial y se aliment¨® una burbuja financiera. Alemann, que permanece libre, est¨¢ imputado porque presuntamente presenci¨® torturas a un guerrillero que hab¨ªa atentado contra ¨¦l. El otro juzgado es un abogado, Gonzalo Torres de Tolosa, que supuestamente participaba como voluntario en los vuelos de la muerte.
Garz¨®n, en el juicio
El exjuez Baltasar Garz¨®n asisti¨® este jueves en el segundo d¨ªa del tercer juicio sobre los cr¨ªmenes cometidos en la Escuela Mec¨¢nica de la Armada (ESMA), uno de los dos mayores centros clandestinos de detenci¨®n ilegal de la ultima dictadura de Argentina (1976-1983). Garz¨®n apareci¨® entre el publico, en un balc¨®n que da a la sala, donde se acomodan los familiares de las v¨ªctimas, los sobrevivientes de la ESMA y los periodistas. En la planta baja de la sala estaban los tres magistrados que juzgan el caso, los 68 acusados y sus allegados.
Entre los imputados figuraban varios de los exmilitares y expolic¨ªas que Garz¨®n hab¨ªa investigado en los a?os noventa y a principios de la d¨¦cada de los 2000, cuando en Argentina reg¨ªan las leyes del perd¨®n y las amnist¨ªas dispuestas en los Gobiernos de Raul Alfons¨ªn (1983-1989) y Carlos Menem (1989-1999). El entonces juez invocaba en su momento el concepto de justicia universal para perseguir a los autores del terrorismo de Estado argentino. Estos delitos de lesa humanidad comenzaron a ser juzgados en Argentina despu¨¦s de que el Gobierno de N¨¦stor Kirchner impulsara la derogaci¨®n de todas las amnist¨ªas. Este jueves, en el banquillo estaba, por ejemplo, Ricardo Cavallo, que fue descubierto en M¨¦xico y extraditado en 2001 a Espa?a por orden de Garz¨®n. All¨ª permaneci¨® en 2008, hasta que fue enviado otra vez a Argentina para ser juzgado aqu¨ª. El exjuez espa?ol pod¨ªa ver el rostro de Cavallo en una pantalla grande de la sala. La c¨¢mara hac¨ªa permanente recorridos de los rostros de los imputados, mientras los secretarios del juzgado le¨ªan la larga lista de m¨¢s de 700 delitos por juzgarse, pero el exmarino, que ya fue condenado a prisi¨®n en el segundo juicio de la ESMA, no pod¨ªa observar a Garz¨®n, apostado en el balc¨®n.
Garz¨®n lleg¨® al juicio acompa?ado por la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. El actual asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya ven¨ªa de visitar Jujuy (noroeste de Argentina), donde fue a respaldar al juez local Fernando Povi?a, el hombre que hace pocas semanas cobr¨® protagonismo nacional porque proces¨® por colaborar en cr¨ªmenes de la dictadura a uno de los empresarios m¨¢s poderosos del pa¨ªs sudamericano, Carlos Pedro Blaquier. Al interrumpirse el juicio por la hora de la comida, Garz¨®n se retir¨® r¨¢pidamente sin formular ninguna declaraci¨®n a EL PA?S.
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