Los conflictos sin cerrar de la OTAN
Los miembros de la Alianza suben el tono contra Siria mientras se enfrentan todav¨ªa a conflictos abiertos en Afganist¨¢n e incluso en Kosovo
La reuni¨®n de ministros de Exteriores de la OTAN termin¨® este mi¨¦rcoles con una decisi¨®n clara, el env¨ªo de bater¨ªas antimisiles Patriot para proteger a Turqu¨ªa de ataques desde Siria, y con una gran inc¨®gnita: ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ si la situaci¨®n en Siria sigue degenerando? Mientras la Alianza como organizaci¨®n ha insistido en que no tiene ni un plan para intervenir ni un mandato del Consejo de Seguridad, bloqueado por Rusia en ese asunto, alguno de los socios m¨¢s importantes s¨ª que han lanzado advertencias directas en caso de que el r¨¦gimen de Bachar el Asad utilice armas de destrucci¨®n masiva, o incluso si solo baraja hacerlo, como temen algunos servicios secretos tras haber detectado movimientos sospechosos de componentes qu¨ªmicos sobre el terreno.
Aunque el tema principal de la cumbre era Afganist¨¢n, la reuni¨®n celebrada el martes y el mi¨¦rcoles en Bruselas estuvo marcada por Siria y, sobre todo, por la revelaci¨®n de que Damasco podr¨ªa estar preparando sus armas qu¨ªmicas --calificada de rumor por Rusia, aunque tomada muy en serio por los ministros--. Los otros conflictos que estuvieron sobre la mesa demuestran hasta qu¨¦ punto son imprevisibles y dif¨ªciles de cerrar las intervenciones militares, incluso cuando cuentan con todos los sellos legales y con lo m¨¢s parecido a un consenso internacional que se pueda conseguir.
"Hay absoluta unidad en eso: ser¨ªa cruzar una l¨ªnea roja y queremos dejarlo tan claro como sea posible. Lo hemos dicho por canales directos e indirectos, en p¨²blico y en privado", asegur¨® este mi¨¦rcoles la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, al ser preguntada por la situaci¨®n sobre el terreno en Siria y por el posible uso de armas de destrucci¨®n masiva. Clinton, que comenz¨® su intervenci¨®n asegurando que se trataba de su ¨²ltima reuni¨®n de ministros de Exteriores de la OTAN a la que asist¨ªa --"He pasado muchas horas en este edificio en los pasados cuatro a?os"--, reconoci¨® que "la creciente situaci¨®n desesperada en la que se encuentra el r¨¦gimen de El Asad le puede llevar a utilizar armas qu¨ªmicas o a perder su control".
"Nuestra posici¨®n sigue siendo la misma", declar¨® por su parte este mi¨¦rcoles el secretario general, Anders Fogh Rasmussen cuando fue preguntado por el cambio de tono de la Alianza sobre Siria. "No tenemos intenci¨®n de intervenir militarmente, creemos que la soluci¨®n debe ser diplom¨¢tica. El despliegue de Patriot en Turqu¨ªa es totalmente defensivo. Pero es cierto que todos somos conscientes de los movimientos en torno a las armas qu¨ªmicas. Los ministros de Exteriores hicieron una clara advertencia: ni siquiera se les deber¨ªa pasar por el cabeza el uso de esas armas", agreg¨®.
"Siria no es Libia", manifest¨® el martes en Bruselas el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, para dejar claro a los aliados que Mosc¨² rechaza de plano cualquier amago de intervenci¨®n en Siria, con o sin atajos. Precisamente para tranquilizar a Rusia, Rasmussen descart¨® en cada una de sus intervenciones durante los dos d¨ªas de cumbre en Bruselas que la OTAN vaya a actuar como organizaci¨®n contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad (otra cosa es lo que hagan los socios de forma individual o coordinada, sin el paraguas de la Alianza).
Pero Libia, sin tropas sobre el terreno, es de las pocas intervenciones que se han cerrado de forma limpia, aunque la situaci¨®n en el pa¨ªs est¨¢ muy lejos de ser estable, como qued¨® demostrado tras el asesinato en un ataque terrorista en septiembre del embajador estadounidense y por los constantes enfrentamientos entre milicias rivales.
La guerra de Afganist¨¢n comenz¨® en el invierno de 2001 tras los ataques contra Washington y Nueva York del 11 de septiembre de 2001. Actualmente hay una misi¨®n internacional en la que no solo est¨¢n implicados los 28 pa¨ªses de la Alianza, sino un total de 52 Estados. La situaci¨®n sobre el terreno ha sido estudiada a fondo por los ministros de Exteriores en Bruselas que han hablado, sobre todo, del futuro de la misi¨®n tras la retirada en 2014, cuando se entregar¨¢ la seguridad al nuevo Ej¨¦rcito afgano. Continuar¨¢ entonces una misi¨®n de entrenamiento --Rusia pide una nueva resoluci¨®n del Consejo de Seguridad y todo indica que la habr¨¢--.
La ca¨ªda de los talibanes no signific¨® su desaparici¨®n sino el comienzo de un largo conflicto de guerrillas y el pa¨ªs sigue envuelto en una guerra interminable. La teor¨ªa --entregar la seguridad a los afganos-- cuenta con un grave problema: los talibanes tienen tan infiltradas las fuerzas armadas que, solo hasta octubre, hab¨ªan sido asesinados 51 soldados occidentales por los mismos militares afganos que entrenaban. Fuentes de la OTAN indicaron que se va a crear la figura de un polic¨ªa que vigile a los soldados afganos durante los entrenamientos, una especie de guardaespaldas armado para proteger a los instructores. La corrupci¨®n rampante fue tambi¨¦n evocada estos d¨ªas en Bruselas. Y no parece que ninguno de estos problemas vaya a cerrarse de aqu¨ª a 2014, cuando se produzca la retirada general. El peligro de que Afganist¨¢n vuelva al caos entonces es una realidad.
Ni siquiera Kosovo, que cuenta con la presencia de tropas de la OTAN desde 1999 tras la guerra que forz¨® la salida del Ej¨¦rcito serbio, es una caso cerrado. Pese a que ha conseguido la independencia y el reconocimiento de la mayor parte de la comunidad internacional --aunque no de Espa?a--, Rasmussen reconoci¨® el martes que la situaci¨®n en el norte, la zona de mayor¨ªa serbia donde se producen enfrentamientos frecuentes, "sigue siendo vol¨¢til".
Kosovo tiene dos millones de habitantes, en un 90% albaneses. Siria es, en cambio, uno de los conflictos m¨¢s complejos que puedan imaginarse. En el centro de Oriente Pr¨®ximo, con un componente sectario que desborda en pa¨ªses como L¨ªbano, siempre al borde de estallar, un tirano que se niega a rendirse y dispuesto a todo, una crisis de refugiados, un indescriptible sufrimiento de la poblaci¨®n civil, la creciente presencia de elementos yihadistas --fuentes de la OTAN reconocieron que esto era una enorme fuente de preocupaci¨®n-- y una oposici¨®n que nunca acaba de unirse totalmente pese a que ha dado pasos en ese sentido.
Solo faltan las armas de destrucci¨®n que, como subray¨® Clinton, no est¨¢ claro qu¨¦ es peor, que est¨¦n controladas por el r¨¦gimen o descontroladas a merced de cualquiera. La situaci¨®n en Siria hace casi inevitable tarde o temprano alg¨²n tipo de intervenci¨®n internacional que, sin embargo, sobre el papel parece casi imposible.
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