Berlusconi: ¡°Yo regreso para vencer¡±

Silvio Berlusconi ha dicho, de nuevo, que ser¨¢ candidato a jefe de Gobierno en las elecciones generales de 2013. Antes hab¨ªa dicho que no lo ser¨ªa, luego que s¨ª ¡ªpara luchar contra los jueces que lo acababan de condenar por evasi¨®n fiscal¡ª y luego otra vez que quiz¨¢s no. El mi¨¦rcoles volvi¨® a filtrar que a lo mejor s¨ª y el jueves mand¨® a su particular chico de los recados ¡ªel secretario general del Pueblo de la Libertad (PDL), Angelino Alfano, un caso de obediencia ciega digno de la ciencia pol¨ªtica¡ª a decir que su jefe ser¨ªa finalmente el candidato y que el Gobierno de Mario Monti ten¨ªa los d¨ªas contados. Ya por fin el s¨¢bado, Silvio Berlusconi se present¨® en carne mortal en el campo del AC Milan y, mientras animaba a sus futbolistas, declar¨®: ¡°No regreso para obtener un buen resultado. Yo regreso para vencer¡±.

Pero lo m¨¢s llamativo del nuevo episodio de un culebr¨®n con dos d¨¦cadas de antig¨¹edad en las pantallas italianas fueron los motivos esgrimidos por el anterior jefe de Gobierno: ¡°La opini¨®n de todos era que se necesitaba un l¨ªder como un Berlusconi de 1994 [el a?o que entr¨® en pol¨ªtica], pero no lo hab¨ªa. Y no es que no lo hayamos buscado. Lo hemos buscado, pero no hab¨ªa¡±. O sea, que ni su ¡°fant¨¢stico Alfano¡± ¡ªa quien hab¨ªa hecho albergar la esperanza de ser su delf¨ªn y sucesor¡ª ni nadie en todo el espectro del centro derecha italiano se encuentra en condiciones de emular al Berlusconi de 1994 salvo el Berlusconi de 2012, con 76 a?os a la espalda y varios procesos judiciales pendientes. ¡°A los jueces¡±, reconoce, ¡°los miro con miedo porque estamos frente a una magistratura omnipotente e irresponsable¡±.

El regreso ¡ªahora s¨ª parece que definitivo¡ª de Berlusconi al primer plano de la pol¨ªtica italiana ha hecho saltar las alarmas. La prima de riesgo subi¨® el viernes y el presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, no tuvo m¨¢s remedio que llamar a Angelino Alfano, el virtual secretario general del PDL, y arrancarle el compromiso de que sostendr¨¢ al Gobierno de Mario Monti al menos un mes m¨¢s, el tiempo necesario para aprobar una serie de medidas indispensables. Entre ellas, la llamada ley de estabilidad y un decreto para evitar el cierre de la acer¨ªa Ilva de Taranto. Tras reunirse con Alfano, Napolitano recibi¨® al actual jefe del Gobierno.

Mario Monti, que aparentemente no pierde la calma nunca, declar¨® que la situaci¨®n es manejable, si bien fue muy claro al advertir del peligro de los populismos y del regreso a los errores del pasado: ¡°El fen¨®meno del populismo existe en muchos pa¨ªses y tambi¨¦n en Italia. Tiende a no ver la complejidad de los problemas o a escond¨¦rselos a los electores. Es absolutamente necesario que Italia no vuelva a caer en la situaci¨®n en que se encontraba antes de la llegada de este Gobierno. Ten¨ªa el riesgo de convertirse en el detonante que hiciera saltar toda la zona euro¡±. Aquella Italia tan peligrosa para s¨ª misma y para el resto. La Italia de Berlusconi.