¡°El r¨¦gimen ha armado a cristianos¡±
La ONU alerta del riesgo de que la revuelta derive en guerra sectaria
¡°?Uno, uno, uno, el pueblo sirio es uno!¡±, repiten cientos de gargantas al un¨ªsono cada viernes en las manifestaciones de Bustan Al Qaser, barrio del suroeste de Alepo. ¡°En Siria nunca hubo problemas entre las diferentes confesiones religiosas, siempre vivimos en paz respet¨¢ndonos los unos a los otros; el r¨¦gimen ha comenzado una guerra sucia para tratar de que nos enfrentemos infundiendo miedo¡±, afirma Marcel, una de las pocas cristianas (solo el 10% de los sirios profesa esa religi¨®n) que se deja ver en las marchas contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad.
¡°Muchos cristianos¡±, afirma Marcel, junto a sus amigos George y Alexander ¡ªpiden que se mantenga su verdadera identidad en el anonimato¡ª, ¡°tienen miedo a unirse a la revoluci¨®n por culpa de los salafistas del Ej¨¦rcito Libre de Siria (ELS). Se producen agresiones, secuestros¡ Est¨¢n matando el esp¨ªritu de la revoluci¨®n¡±, se lamenta esta joven, con la cabeza descubierta y una cruz en el cuello. ¡°Son combatientes venidos del exterior, no son sirios¡±, contin¨²a. ¡°Tenemos amigos musulmanes, son una gente incre¨ªble, pero hemos tenido problemas con los salafistas, nos han intentado agredir¡±.
La ONU ha alertado en su ¨²ltimo informe sobre Siria del riesgo creciente de que la guerra que los rebeldes, de la mayor¨ªa sun¨ª, declararon a las fuerzas de El Asad, pertenecientes a la minor¨ªa alau¨ª, acabe derivando en una batalla sin cuartel entre diferentes religiones. Este s¨¢bado, precisamente, hombres del ELS, seg¨²n France Presse, amenazaron con atacar las localidades cristianas de Mharda y Al Sqilbiya, ambas en Hama, si sus habitantes no acced¨ªan a expulsar a los fieles a El Asad.
¡°Al principio, los cristianos no quer¨ªamos apoyar la revoluci¨®n¡±, relata George, ¡°porque ten¨ªamos miedo a que Siria acabase como Irak o Libia, con los extremistas en el poder¡±. ¡°Pero poco a poco nos hemos ido uniendo¡±, afirma este joven. ¡°Sun¨ªes, chi¨ªes, cristianos¡±, a?ade Alexander, ¡°da igual la religi¨®n, queremos libertad¡±.
"Tenemos amigos musulmanes, son una gente incre¨ªble, pero hemos tenido problemas con los salafistas"
Marcel, George y Alexander son la excepci¨®n entre la comunidad cristiana de Alepo (alrededor de 100.000 personas). La mayor¨ªa de ellos permanecen hacinados en sus barrios protegidos por el r¨¦gimen y tratando de salir lo menos posible. ¡°El Ej¨¦rcito ha colocado sus bases en los barrios cristianos para usarnos como escudos humanos; el ELS bombardea sus posiciones, pero no todos los obuses aciertan en los objetivos. Ha habido varios muertos y heridos entre la comunidad cristiana¡±, cuenta Alexander, de 22 a?os y estudiante de ingenier¨ªa.
En los barrios cristianos de Sulemania y Azizia, el Ej¨¦rcito ha comenzado a armar a los ciudadanos para que se puedan defender de los rebeldes. ¡°La mayor¨ªa de los cristianos rechazamos las armas, creo que unas 200 personas s¨ª que se han armado, y los armenios las han aceptado¡±, comenta George, de 21 a?os y estudiante de Medicina. En la ciudad de Alepo hay alrededor de 60.000 armenios ubicados en el distrito de Al Midan. La mayor¨ªa huyeron de Turqu¨ªa tras el genocidio de 1915. ¡°El r¨¦gimen les ha armado dici¨¦ndoles que iban a ser masacrados como hace cien a?os. Muchos son de clase baja, no tienen estudios y no tienen futuro. No ten¨ªan nada que perder, y ahora luchan contra los rebeldes¡±, se?ala este joven.
"Si la violencia sectaria invade todo el pa¨ªs, esto dejar¨ªa de ser una revoluci¨®n para convertirse en una guerra civil"
¡°Hay secuestros de cristianos y sun¨ªes¡±, interrumpe Marcel, ¡°y al cabo de varios d¨ªas sus cad¨¢veres aparecen con las manos atadas y con signos de haber sido torturados. Los shabiha [matones del r¨¦gimen] est¨¢n haciendo un gran trabajo creando odio entre nosotros¡±
El 99% del ELS est¨¢ formado por sun¨ªes. ¡°El ELS no es un ej¨¦rcito¡±, explica Alexander, ¡°es un movimiento ciudadano que ha cogido las armas. Pero el inmovilismo de Occidente y la represi¨®n del r¨¦gimen hace que cada d¨ªa haya m¨¢s radicales en Siria¡±, se lamenta.
El miedo a que Siria se convierta en el nuevo Irak y los atentados suicidas sean algo habitual es lo que m¨¢s atemoriza a la poblaci¨®n civil. ¡°No me gustar¨ªa que la violencia sectaria invadiese todo el pa¨ªs porque entonces esto dejar¨ªa de ser una revoluci¨®n para convertirse en una guerra civil y ese no era el objetivo que ten¨ªamos¡±, afirma George. ¡°La mayor¨ªa de los sirios queremos la paz, pero los que tienen las armas no quieren eso¡±, prosigue este futuro doctor. ¡°Nuestra mayor preocupaci¨®n es que los pa¨ªses del Golfo den dinero para que los salafistas y los radicales isl¨¢micos con v¨ªnculos con Al Qaeda se hagan con el poder y as¨ª poder cumplir su particular agenda¡±, apunta Alexander.
Media docena de proyectiles impactan muy cerca de la manifestaci¨®n. La gente corre asustada tratando de ponerse a salvo. Los j¨®venes cristianos se despiden y se despojan de las banderas revolucionarias. ¡°Vivimos en zonas no liberadas, si las portamos tendr¨ªamos problemas¡±.
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