China se enfrenta al ansia de libertad de sus ciudadanos
Pek¨ªn acusa a ¡°fuerzas extranjeras¡± de estar detr¨¢s de las in¨¦ditas manifestaciones en favor de la libertad de informaci¨®n y la democracia en la sure?a provincia de Guangdong
El auge de protestas sociales que ha experimentado China en los ¨²ltimos a?os ha dado un giro significativo esta semana, al haberse sumado a ellas periodistas y ciudadanos que reclaman mayor libertad de expresi¨®n y democracia, lo que representa un desaf¨ªo para los nuevos l¨ªderes. Cientos de personas han vuelto a manifestarse este martes en Cant¨®n (capital de la provincia de Guangdong) para apoyar a los periodistas del Nanfang Zhoumo (Semanario del Sur), que han llevado a cabo una huelga en rechazo a la censura oficial.
Aunque las protestas en la calle han sido protagonizadas por un n¨²mero peque?o de personas, tienen gran relevancia. Por un lado, porque afectan a un tema sensible para el Gobierno ¡ªla libertad de informaci¨®n y la democracia¡ª y, por otro, porque han tenido un amplio eco en Internet y las redes sociales, donde proliferan estos d¨ªas las muestras de simpat¨ªa a los periodistas del Nanfang Zhoumo, uno de los peri¨®dicos m¨¢s liberales y respetados de China.
La reacci¨®n de Pek¨ªn no se ha hecho esperar. El Departamento de Propaganda del Comit¨¦ Central del Partido Comunista Chino (PCCh) ha enviado una nota urgente a responsables del partido y medios de comunicaci¨®n en la cual ratifica el poder total del PCCh sobre la prensa y acusa a "fuerzas extranjeras" de estar detr¨¢s de las movilizaciones. En ella, urge tambi¨¦n a los funcionarios a que sigan impidiendo a los editores y redactores que expresen en Internet su apoyo a la publicaci¨®n.
Las manifestaciones se han producido despu¨¦s de que los empleados del semanario acusaran a los censores de bloquear el jueves pasado la publicaci¨®n de un art¨ªculo, con ocasi¨®n del A?o Nuevo, que ped¨ªa la realizaci¨®n del sue?o "del constitucionalismo en China" y de sustituirlo por otro de alabanza al PCCh. Algunos de los manifestantes llevaban el lunes carteles con esl¨®ganes como "La libertad de expresi¨®n no es un crimen", "El pueblo chino quiere libertad" y "Queremos libertad de prensa, constitucionalismo y democracia". Los redactores del semanario canton¨¦s culpan al jefe de propaganda provincial, Tuo Zhen, de estar detr¨¢s de la censura del art¨ªculo.
El comunicado del departamento de propaganda asegura que ha llegado a tres conclusiones respecto al conflicto, seg¨²n el diario de Hong Kong South China Morning Post. Estas son: "El partido tiene control absoluto de los medios de comunicaci¨®n en China. Este principio b¨¢sico es inquebrantable". Segundo: "El incidente de publicaci¨®n en el Nanfang Zhoumo no tiene nada que ver con el jefe de propaganda de Guangdong, el camarada Tuo Zhen". Y tercero: "Fuerzas extranjeras hostiles han interferido en el incidente".
La nota urge tambi¨¦n a los peri¨®dicos a que reproduzcan un editorial publicado el lunes por el diario Tiempos Globales ¡ªvinculado al Diario del Pueblo, ¨®rgano oficial del PCCh¡ª en el que se?alaba: "No importa si esta gente (los manifestantes) est¨¢ contenta o no, es de sentido com¨²n que, con la realidad social y pol¨ªtica de China hoy, es imposible tener el tipo de medios de comunicaci¨®n libres con los que sue?an". Y segu¨ªa: "Los medios no se convertir¨¢n, de ninguna manera, en un ¨¢rea pol¨ªtica especial", y, si pretenden luchar contra el Gobierno, "perder¨¢n sin ninguna duda".
En el editorial publicado este martes, Tiempos Globales acusa a "antiguos empleados" del semanario y a "activistas, incluido Chen Guangcheng, que actualmente reside en Estados Unidos", de promover las movilizaciones. E insiste en que "su campa?a, dirigida aparentemente a funcionarios espec¨ªficos, en realidad tiene como objetivo el conjunto del sistema de los medios de comunicaci¨®n en China". "El desarrollo de los medios en China necesita reforma. Pero la reforma debe estar en l¨ªnea con la pol¨ªtica china", a?ade.
Blogueros y celebridades han salido en defensa del peri¨®dico de Cant¨®n. Yao Chen, una actriz que tiene 32 millones de seguidores en Weibo ¡ªel Twitter chino¡ª, ha escrito un mensaje con el logotipo del peri¨®dico y una cita del disidente ruso Alexander Solzhenitsyn: "Una palabra de verdad pesar¨¢ m¨¢s que el mundo entero". Otro actor, Chen Kun, que tiene 27 millones de seguidores, replic¨®: "Yo no soy tan profundo, y no juego con palabras, apoyo a los amigos del Nanfang Zhoumo". El popular bloguero Han Han, nombrado por la revista Time una de las 100 personas m¨¢s influyentes del mundo en 2010, tambi¨¦n ha criticado la presi¨®n sobre los periodistas. Acad¨¦micos en diferentes partes de China han firmado una carta en la que solicitan, al igual que los redactores del semanario, el cese inmediato de Tuo y m¨¢s libertad de prensa.
Las dirigentes chinos son cada vez m¨¢s sensibles al poder movilizador de la creciente clase media y se han plegado en los ¨²ltimos a?os con m¨¢s frecuencia a las demandas populares, especialmente cuando estas han sido limitadas, de car¨¢cter medioambiental y no claramente pol¨ªticas. Las peticiones de mayor libertad de expresi¨®n a?aden un nuevo desaf¨ªo para los l¨ªderes llegados al poder en el congreso del partido en noviembre pasado, encabezados por Xi Jinping, secretario general del PCCh y pr¨®ximo presidente del pa¨ªs, quien ha prometido gobernar con un estilo m¨¢s abierto. Vienen a sumarse a la mayor voluntad de los chinos de llevar sus reivindicaciones a las calles, la creciente concienciaci¨®n sobre sus derechos y el auge del uso de Internet como herramienta de comunicaci¨®n.
La sure?a provincia de Guangdong fue la cuna del proceso de reformas en China, iniciadas hace tres d¨¦cadas. La forma en que responda el partido a la batalla de los periodistas del Nanfang Zhoumo contra los responsables de propaganda ser¨¢ un indicador clave de las tendencias reformistas, o no, de Xi Jinping.
Se estima que en 2010 se produjeron en China unos 180.000 "incidentes de masas", eufemismo con el que el Gobierno denomina las protestas, huelgas y disturbios sociales. La mayor parte de ellos estuvo relacionada con problemas medioambientales, expropiaciones de tierras, conflictos laborales y quejas contras la corrupci¨®n gubernamental. Ahora, se est¨¢n sumando las peticiones de mayor libertad de expresi¨®n y democracia.
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