Cuba a¨²n marca el paso
La indudable influencia de los hermanos Castro no tiene por qu¨¦ persistir aunque el chavismo siga en el poder
Las ¨²ltimas im¨¢genes que guardan los venezolanos del presidente Hugo Ch¨¢vez corresponden a la noche lluviosa del 10 de diciembre cuando parti¨® de Venezuela y lleg¨® a Cuba de madrugada. All¨ª, al pie de la escalerilla del avi¨®n, lo esperaba Ra¨²l Castro como hace 18 a?os lo esper¨® por primera vez su hermano, Fidel, en el aeropuerto internacional Jos¨¦ Mart¨ª.
Entonces, el venezolano era s¨®lo un ex teniente coronel que hab¨ªa pasado dos a?os en prisi¨®n tras una intentona golpista. ¡°Usted no sabe el honor que usted me hace y el sue?o que me hace vivir el d¨ªa de hoy¡±. Con una sonrisa que no le cab¨ªa en el rostro, Ch¨¢vez agradec¨ªa al gobernante cubano la sorpresa de haberlo recibido en persona, con la pompa reservada a los jefes de Estado.
Agasajado por aqu¨¦l ¨ªcono viviente durante dos d¨ªas, habl¨® de los ¡°inmensos recursos energ¨¦ticos¡± que pose¨ªa Venezuela durante un discurso prof¨¦tico en la Universidad de La Habana. ¡°Los cubanos tienen mucho que aportar, mucho que discutir con nosotros, en un proyecto de un horizonte de 20 a 40 a?os (¡) alg¨²n d¨ªa esperamos venir a Cuba en condiciones de extender los brazos¡±.
Tanto se han extendido despu¨¦s que si no fuera por sus generosos brazos probablemente Cuba habr¨ªa padecido un ¡°periodo especial¡± de estrecheces similar al que sufri¨® en los noventa. Hoy la isla cubre 60 por ciento de sus necesidades energ¨¦ticas con los m¨¢s de 110 mil barriles diarios de petr¨®leo venezolano, financiados a precios preferenciales y pagados en parte con mano de obra.
Y tanto han aportado los cubanos que hoy no s¨®lo controlan los programas sociales del gobierno venezolano -con m¨¢s de 44 mil cooperantes entre personal m¨¦dico, maestros e instructores deportivos- sino que tambi¨¦n manejan el servicio de identificaci¨®n, las notar¨ªas y registros, los puertos de Venezuela, adem¨¢s de realizar labores de inteligencia del Estado y brindar asesor¨ªa en el ¨¢rea militar.
Fidel Castro, ya retirado, ha sido el l¨ªder extranjero m¨¢s influyente en la pol¨ªtica venezolana. Ning¨²n otro tuvo tanta ascendencia. El peso del castrismo en Venezuela, el rol que ha jugado en la autodenominada revoluci¨®n bolivariana, es evidente pero est¨¢ por verse si sobrevivir¨¢ una posible desaparici¨®n de Ch¨¢vez, quien lleva ya un mes de muda convalecencia en La Habana.
¡°La influencia pol¨ªtica de Cuba es obvia y tiene mucho que ver con el peso de la relaci¨®n de Fidel Castro con Hugo Ch¨¢vez. Las cosas pueden cambiar en un sentido bastante significativo si uno de los dos ejes de la ecuaci¨®n deja de actuar. En este caso, puesto que Fidel es un anciano y Ch¨¢vez est¨¢ muy enfermo, cualquier desenlace que afecte a uno de las dos personas afectar¨¢ cualitativamente la relaci¨®n entre Cuba y Venezuela¡±, afirma el pol¨ªtico izquierdista Teodoro Petkoff, editor del diario Tal Cual.
Ch¨¢vez ha confiado su salud a m¨¦dicos cubanos. A causa de su enfermedad, en 2012 pas¨® 106 d¨ªas en la isla. En La Habana ha firmado decretos, ha girado instrucciones, ha sostenido reuniones de trabajo con sus ministros.
¡°Los cubanos tienen una gran baraja en la mano, ellos son los que saben cu¨¢l es la enfermedad del presidente, tienen la informaci¨®n que los venezolanos no tenemos. No estoy ni siquiera segura si Nicol¨¢s Maduro tiene toda la informaci¨®n que hay que tener. Los cubanos manejan el poder ahora pero en el momento en que Ch¨¢vez no est¨¦ all¨ª pues ese poder desaparece tambi¨¦n¡±, se?ala la historiadora Margarita L¨®pez Maya.
Para los dirigentes gubernamentales no existe tal influencia sino una relaci¨®n de cooperaci¨®n, solidaridad e intercambio. ¡°Nuestras historias est¨¢n unidas (¡) gracias a Fidel y Ch¨¢vez estamos en el camino de la liberaci¨®n", ha dicho el vicepresidente Nicol¨¢s Maduro, asiduo visitante de la isla.
Se especula que Maduro fue designado sucesor?por contar con la venia de los Castro, versi¨®n a la que no da cr¨¦dito Petkoff. ¡°No s¨¦ si los Castro conf¨ªan en ¨¦l, el punto es que Ch¨¢vez conf¨ªa en ¨¦l. Ch¨¢vez no es un lacayito de los Castro, tiene una admiraci¨®n todav¨ªa juvenil por Fidel que lo ha hecho establecer una relaci¨®n muy peculiar pero tiene un criterio pol¨ªtico. No habr¨ªa que subestimarlo tanto¡±.
Es evidente, agrega, que el presidente desconf¨ªa de Diosdado Cabello (presidente del parlamento). ¡°Su dram¨¢tica comparecencia el d¨ªa de su salida pidiendo a los venezolanos que votaran por Maduro es demasiado indicativa de lo que piensa no de Maduro sino de Diosdado¡±.
La influencia cubana, patente en la principal consigna oficial ¨C¡°Patria, socialismo y muerte¡± antes de que el supersticioso Ch¨¢vez la cambiara por ¡°Patria socialista, viviremos y venceremos¡±- cobr¨® fuerza a partir del golpe de Estado de 2002 y el paro petrolero, despu¨¦s de los cuales se iniciaron las primeras ¡°misiones¡± sociales de inspiraci¨®n cubana, dice L¨®pez Maya.
La historiadora, que ha trabajado durante a?os en el activismo social comunitario, fue testigo del involucramiento de Fidel en las misiones mientras asist¨ªa a un congreso del Consejo latinoamericano de Ciencias sociales (Clacso). ¡°Est¨¢bamos reunidos un grupo de venezolanos y Fidel nos llam¨®, se reuni¨®n con nosotros y nos explic¨® que ¨¦l desped¨ªa a los m¨¦dicos en el aeropuerto y que ten¨ªa un mapa de Venezuela donde marcaba en qu¨¦ lugar iban a estar¡±.
L¨®pez Maya se?ala que si se mantiene un gobierno chavista es probable que se mantengan tambi¨¦n los programas sociales pero no en la amplitud que tienen con Ch¨¢vez. ¡°No lo creo porque eso produce bastante tensi¨®n incluso dentro del chavismo. Hay sectores que son m¨¢s nacionalistas que socialistas, en especial el Ej¨¦rcito, y a los que tiene que estar haci¨¦ndole mucho ruido el acceso de los cubanos a informaci¨®n de seguridad del Estado venezolano¡±.
Especialmente, predice, ¡°en el ¨¢rea de inteligencia y de asesor¨ªa militar, la presencia cubana va a producir fricciones m¨¢s temprano que tarde¡±.
No ser¨ªa la primera vez que los venezolanos tuvieran fricciones con los cubanos. El primer pa¨ªs que visit¨® Fidel pocos d¨ªas despu¨¦s del triunfo de la revoluci¨®n fue Venezuela, que hab¨ªa colaborado con recursos y armas al derrocamiento del dictador Fulgencio Batista. Fue recibido entonces como un h¨¦roe en las calles pero fr¨ªamente por el gobierno del presidente R¨®mulo Betancourt, que se neg¨® a venderle petr¨®leo a precio especial. En los a?os sesenta, Castro dio recursos, entrenamiento y hombres a la guerrilla venezolana que combati¨® a Betancourt y a su sucesor, pero los propios guerrilleros comunistas terminaron por rechazar su injerencia.
Petkoff, uno de los m¨¢s miembros m¨¢s importantes de la subversi¨®n en aquellos a?os, cree que el primer cambio que se ver¨¢ si Ch¨¢vez desaparece, ¡°ser¨ªa la recuperaci¨®n de nuestra soberan¨ªa en algunos de esos servicios que hoy manejan los cubanos¡±. Aun si el chavismo siguiera en el poder. ¡°Nadie se pod¨ªa imaginar que despu¨¦s del dictador Juan V G¨®mez, un general gomecista iba a trazar un rumbo distinto. Nadie que muerto Franco, Espa?a iba a tomar el rumbo que tom¨® tomo gobernada por los propios franquistas en entendimiento con los comunistas y socialistas¡±.
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