Hollande solo logra forjar una alianza franc¨®fona para intervenir en Mal¨ª

Interpelando directamente a Catherine Ashton, la desaparecida responsable de la inexistente diplomacia y seguridad de la Uni¨®n Europea, el eurodiputado ecologista franco-alem¨¢n Daniel Cohn-Bendit resumi¨® con crudeza el martes el malestar franc¨¦s por la deserci¨®n europea del conflicto de Mal¨ª. ¡°Madame Ashton, usted ha dicho que [esta guerra] nos concierne a todos. Todo el mundo nos dice lo mismo. Pero no hay m¨¢s que soldados franceses all¨ª. Y lo que se est¨¢ diciendo a los franceses es: ¡®Nosotros os mandamos unas enfermeras, y a vosotros que os maten¡±.

Fran?ois Hollande dice cada d¨ªa que Francia no est¨¢ aislada en la guerra de Mal¨ª. Y en cierto modo es verdad. Los primeros 2.200 soldados de los 3.300 reunidos en la misi¨®n organizada por la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (Cedeao) y autorizada por la ONU deber¨ªan llegar a Bamako en las pr¨®ximas horas. Y Chad se sum¨® a la causa ofreciendo otros 2.000 militares, cuyo conocimiento del terreno ser¨¢ de gran ayuda.

Pero la sensaci¨®n de que Par¨ªs combate, si no una guerra ¡°francofrancesa¡±, una guerra franc¨®fona o franco-africana es palmaria. En Europa, solo la socialista B¨¦lgica (franc¨®fona al 50%) ha decidido dar un paso al frente y enviar soldados a Bamako. Ser¨¢n apenas 70, y realizar¨¢n tareas de transporte y mantenimiento. Los restantes 26 socios de la Uni¨®n Europea prefieren, de momento, dar apoyo moral o aportar ayuda log¨ªstica y humanitaria.

Pese a lo sucedido en Argelia, la realidad europea no cambi¨® un ¨¢pice este jueves, seg¨²n qued¨® claro en la reuni¨®n de los ministros de Exteriores de la UE. Al acabar, Ashton asegur¨® que ¡°algunos pa¨ªses no descartan implicarse a fondo en el conflicto¡±. Y el titular del Quai d¡¯Orsay, Laurent Fabius, afirm¨® que ¡°algunos pa¨ªses podr¨ªan mandar tropas¡±. En lenguaje diplom¨¢tico, ¡°podr¨ªan¡± significa ¡°a ver si es verdad¡±. Pero los Veintisiete solo decidieron acelerar el env¨ªo de instructores a Bamako, entregar 50 millones a la Cedeao para el despliegue de la Misi¨®n Internacional de Apoyo a Mal¨ª (MISMA, por sus siglas en franc¨¦s), y ofrecer ayuda econ¨®mica por un m¨¢ximo de 250 millones de euros.

As¨ª que, de momento, Hollande solo cuenta para su primera guerra con la MISMA, que liderar¨¢ la angl¨®fona Nigeria (la excepci¨®n a la regla aporta 900 soldados y el general al mando), y en la que militan tambi¨¦n Togo (540 soldados), N¨ªger (500), Senegal (450), Burkina Faso y Ben¨ªn (300 cada uno), Ghana (180) y Guinea, que enviar¨¢ 145 militares.

El sabio Gilles Kepel escribi¨® ayer en Le Monde que ¡°la soledad de Francia no es sostenible salvo que se vac¨ªe de sentido a la UE¡±. Y el problema es que la actitud de sus principales socios, Alemania y Gran Breta?a, parece condenar a Europa a esa irrelevancia. Eso piensan al menos los diputados de la izquierda gala, que el mi¨¦rcoles criticaron con dureza la negativa de Berl¨ªn de enviar tropas y limitarse a prestar ayuda m¨¦dica, log¨ªstica (dos aviones de transporte) y humanitaria. ¡°La crisis de Europa parec¨ªa financiera pero es pol¨ªtica¡±, dijo el socialista Malek Boutih, que acus¨® a los alemanes de ¡°debilitar la solidaridad europea¡±. Su jefe de filas, Bruno Le Roux, lament¨® que ¡°la Europa de la Defensa siga siendo un proyecto, se dir¨ªa incluso una quimera¡±.

La sensaci¨®n a este lado del Rin es que, ensimismada en su reelecci¨®n, Angela Merkel no permitir¨¢ que la prensa alemana publique una sola foto de un soldado alem¨¢n en una lejana excolonia francesa. Su ausencia, menos radical de lo que fue en Libia, agrandar¨¢ sin duda sus diferencias con Hollande. Ambos celebrar¨¢n el lunes y el martes el cincuentenario del Tratado del El¨ªseo firmado por De Gaulle y Adenauer. Llegar¨¢n a la cita m¨¢s alejados que nunca.

Pero no todos en Francia sienten que el enemigo est¨¦ fuera. Mediapart recordaba ayer que si el pa¨ªs ha llegado en solitario a Mal¨ª es tambi¨¦n a causa de su historia y sus errores. Entre otros, la negligencia, reiterada desde hace quince a?os, de renunciar a crear una verdadera pol¨ªtica com¨²n de Defensa; la decisi¨®n de Nicolas Sarkozy de abandonar el mando integrado de la OTAN sin forzar una redefinici¨®n de las misiones de la alianza, y la decisi¨®n de emprender una guerra prevista hace meses sin formar antes una coalici¨®n europea.

Hollande intentar¨¢ corregir esa falla. La guerra ser¨¢ larga y costosa, solo se puede ganar en tierra, y aunque hoy le d¨¦ popularidad, esa euforia podr¨ªa no durar mucho. Pero no lo tendr¨¢ f¨¢cil para sumar voluntades. La crisis econ¨®mica de sus socios m¨¢s fieles (Espa?a, Italia, Grecia y Portugal) impone prudencia a sus gobernantes. La posici¨®n de Espa?a, en todo caso, parece m¨¢s delicada que la de otros. Si la cercan¨ªa de Canarias no bastase, la colaboraci¨®n que Francia ha prestado y presta con ETA obliga moralmente a Madrid.