Bailes previos a la vuelta al trabajo
Obama culmina su investidura asistiendo s¨®lo a dos fiestas por la delicada situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs
Con los bailes del Commander in Chief, primero, y de la Inauguraci¨®n, despu¨¦s, ha puesto Barack Obama punto final a la intensa jornada de su segunda toma de posesi¨®n. Un d¨ªa que comenz¨® con la jura de su cargo y la pronunciaci¨®n de un discurso de investidura, que muchos han calificado de memorable, en las escalinatas del Capitolio y que continu¨® con una comida para los miembros del Congreso y el tradicional desfile. Es la primera vez en 60 a?os que el presidente asiste a tan pocas fiestas ¨Cen 2009 acudi¨® a 10-. Obama ha apelado a la delicada situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesa Estados Unidos y a su intenci¨®n del recortar el gasto p¨²blico como las razones fundamentales de la reducci¨®n de festejos.
Pese a la austeridad predicada por Obama, ambos festejos estuvieron llenos del glamour que se le presupone a esta clase de eventos y no faltaron personajes conocidos como Man¨¢, Marc Anthony, Alicia Keys, Katy Perry, John Legend, Jennifer Hudson, el elenco de la serie Glee, Soundgarden o Stevie Wonder, muchos de los cuales han colaborado activamente en la campa?a para la reelecci¨®n del presidente.
Obama inaugur¨® el baile al ritmo de Let¡¯s stay together, un tema de Al Green que interpret¨® Jennifer Hudson ¨Chace cuatro a?os fue Beyonc¨¦ la encargada de poner voz al baile inaugural con At last-, una canci¨®n lenta, tal y como prometi¨® a alg¨²n periodista la noche de su victoria electoral. ¡°Espero bailar una tranquila para poder acoplarme a los movimientos de Michelle¡±, coment¨® Obama. ¡°Algo rom¨¢ntico. Hace mucho que no la he visto, he estado en la carretera durante mucho tiempo estos d¨ªas¡±.
Los bailes de anoche oficiaron a modo del particular descanso del guerrero, una tregua min¨²scula, antes de afrontar retos tan acuciantes como el techo de endeudamiento
Lejos parecen los d¨ªas de interminables m¨ªtines de la campa?a electoral, pero a Obama le queda mucho trabajo por delante, ahora que, tras jurar su cargo, ha comenzado formalmente su segundo mandato como presidente de Estados Unidos. Se podr¨ªa decir que los bailes de anoche oficiaron a modo del particular descanso del guerrero, una tregua min¨²scula, antes de afrontar retos tan acuciantes como el techo de endeudamiento, cuya fecha de vencimiento concluye en poco m¨¢s de un mes.
No obstante, antes de pisar la pista de baile, el presidente alab¨® el sacrificio de las tropas de EE UU en las diferentes guerras en el extranjero ¨C¡°Gracias a vosotros capturamos a Osama Bin Laden y hemos conseguido que Afganist¨¢n sea due?o de su propio destino¡±, se?al¨®-. Obama, tras asegurar que de lo que m¨¢s orgulloso de siente es de ser el comandante en jefe del Ej¨¦rcito de su pa¨ªs, se comprometi¨® a ¡°no dejar de pensar en sus miembros hasta que culminen su retirada" del citado pa¨ªs asi¨¢tico, una empresa que est¨¢ decidido a terminar a finales de 2014.
Antes de pisar la pista de baile, el presidente alab¨® el sacrificio de las tropas de EE UU en las diferentes guerras en el extranjero
El rostro de Obama ayer, sin embargo, no reflejaba ning¨²n tipo de preocupaci¨®n. Apareci¨® sonriente de la mano de su esposa que, para los ¨¢vidos en diseccionar el atuendo de la primera dama, escogi¨® un vestido rojo de tirantes con escote abierto en la espada, dise?ado por Jason Wu, el mismo que la visti¨® en 2009. La elecci¨®n de Wu por Michelle hace cuatro a?os catapult¨® a la fama del modisto. Para m¨¢s se?as, los zapatos de la mujer del presidente eran de Jimmy Choo y el anillo de un diamante es una creaci¨®n de Kimberly McDoald. El traje y los zapatos ser¨¢n donados al Archivo Nacional.
El presidente no tuvo que desplazarse muy lejos para acudir a ambos eventos. Los dos bailes se celebraron en el mismo recinto, el gigantesco Centro de Convenciones de la capital del pa¨ªs. En el primer evento, que instaur¨® George W, Bush en 2005, los Obama cumplieron con la tradici¨®n de bailar con los miembros de las Fuerzas Armadas. Este baile pretende honrar a los miembros del Ej¨¦rcito de EE UU y a sus familias. El acto es gratuito para los familiares y al mismo acudieron unos 4.000 soldados en activo, adem¨¢s de otros heridos en combate y varios galardonados con la medalla al Honor.
El segundo festejo, el de la Inauguraci¨®n, es la fiesta de la investidura por excelencia. Esta gala es mucho m¨¢s grande y para acudir a la misma los 35.000 asistentes tuvieron que desembolsar 60 d¨®lares por persona. Pajaritas, lentejuelas... una noche de gala para culminar la fiesta de la democracia estadounidense. El martes, Obama dejar¨¢ de estar alumbrado por las candilejas de los salones de baile para pasar a ponerse sobre el foco implacable de la realidad pol¨ªtica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.