El presidente del Parlamento Europeo intenta aislar a Cameron

Londres quiere un refer¨¦ndum que en realidad es una especie de chantaje para imponer sus condiciones a la nueva Uni¨®n Europea que surgir¨¢ tras la crisis. Y la Comisi¨®n y el Consejo ¡ªlos dos brazos ejecutivos de la UE¡ª han decretado un estudiado silencio para no echar gasolina a las llamaradas eurof¨®bicas del otro lado del Canal de la Mancha. A falta de contundencia por parte de Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso y Herman van Rompuy, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, tom¨® ayer la palabra para intentar pararle los pies al primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, que ha reabierto la caja de Pandora que son las complicadas relaciones entre Reino Unido y la UE. En caso de que sea necesario, prepara incluso f¨®rmulas para marginar a Reino Unido de los mecanismos de control democr¨¢tico europeos si Londres sigue empe?¨¢ndose en dificultar los avances en el proceso de integraci¨®n del euro, seg¨²n un documento al que ha tenido acceso este diario.

¡°Cuidado con su discurso. Cuidado con esa supuesta magia que puede sacar al genio de la botella. Los euroesc¨¦pticos se frotan las manos con esas ideas, que provocan un reflejo autom¨¢tico muy peligroso¡±, avis¨® Schulz en una concurrida rueda de prensa. No pas¨® de las advertencias: al cabo, nadie en la Uni¨®n quiere que Reino Unido se vaya; probablemente ni siquiera Londres. Pero Cameron pretende imponer condiciones: repatriar competencias, blindar la City y poner en marcha un movimiento preventivo para proteger a quienes quieran estar en la UE pero no en el euro. De alguna manera, Londres trata de dejar claro que son los Estados quienes llevan las riendas y los Parlamentos nacionales quienes ejercen el control democr¨¢tico en Europa, dentro de ese extra?o repliegue hacia lo nacional o lo intergubernamental que recorre el espinazo del continente.

De ah¨ª la irritaci¨®n del presidente de la Euroc¨¢mara, empe?ado en proteger las labores de control del Europarlamento contra la tentaci¨®n de algunas capitales de otorgarle esa potestad a los Parlamentos nacionales, algo que incluso se recoge en el Tratado de Lisboa. Schulz invit¨® a Cameron a explicarse en Bruselas, pero arremeti¨® con dureza contra el l¨ªder brit¨¢nico: ¡°Ning¨²n pa¨ªs ha tenido un trato m¨¢s flexible, con tantas excepciones como Reino Unido. ?D¨®nde est¨¢ esa tortura tremenda que ejerce la UE con Londres? Con su discurso parece que la Uni¨®n sea una fuerza de ocupaci¨®n enemiga¡±, dijo. Schulz carg¨® contra los recortes en el presupuesto europeo que quieren los brit¨¢nicos hasta 2020, uno de los grandes debates de las pr¨®ximas semanas. Pero sobre todo tiene entre ceja y ceja la idea de Cameron ¡ªque en ese y otros aspectos cuenta con apoyos sustantivos, como los de Berl¨ªn¡ª de que sean los Parlamentos nacionales, y no la Euroc¨¢mara, quienes ejerzan el control democr¨¢tico de las pol¨ªticas que emanan de la Comisi¨®n y del Consejo, cada vez con m¨¢s poder en virtud de las reformas aprobadas para luchar contra la crisis del euro.

Schulz ha ido incluso m¨¢s all¨¢ de las palabras como reacci¨®n a la actitud de Londres, que veta por sistema buena parte de los pasos adelante en la integraci¨®n europea. Cameron vot¨® en contra del Pacto Fiscal en diciembre de 2011, y ha puesto todo tipo de objeciones a todo tipo de medidas, desde la tasa financiera a la uni¨®n bancaria y a los citados presupuestos europeos. Como reacci¨®n a ese deporte tan brit¨¢nico que consiste en poner palos en las ruedas de la integraci¨®n europea, el presidente de la Euroc¨¢mara ¡ªde la familia socialdem¨®crata alemana y con aspiraciones de presidir la Comisi¨®n en funci¨®n de las pr¨®ximas elecciones en su pa¨ªs¡ª ha puesto en marcha en la Euroc¨¢mara un movimiento t¨¢ctico muy medido para marginar a Reino Unido en el control de las pol¨ªticas econ¨®micas europeas.

La idea es sencilla: si Londres no quiere participar de la mayor integraci¨®n europea, tampoco participar¨¢ en los controles democr¨¢ticos derivados de esa mayor integraci¨®n. En un documento elaborado a petici¨®n de los l¨ªderes de los partidos en el Europarlamento, su presidente plantea crear una comisi¨®n para el escrutinio de las pol¨ªticas de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria. En ella no estar¨ªa Reino Unido.

Las instituciones europeas se han hecho con numerosas competencias para luchar contra la crisis, que van desde la posibilidad de obligar a rectificar los presupuestos nacionales a las sanciones, la compra de bonos por parte del BCE o del mecanismo de rescate, la supervisi¨®n de bancos y un largu¨ªsimo etc¨¦tera, que escenifican como nadie los temidos hombres de negro de la troika en los pa¨ªses rescatados. La propuesta, que data del pasado mes de diciembre, asegura que ¡°esos nuevos desarrollos reclaman un sistema de control europeo mucho m¨¢s sofisticado¡± que el actual, para reducir el enorme y criticad¨ªsimo d¨¦ficit democr¨¢tico de Europa.

Schulz deja claro que ese sistema de control tiene que estar dise?ado no solo para los Diecisiete pa¨ªses del euro; es casi para los Veintisiete. La nueva comisi¨®n ¡ªo subcomisi¨®n, en caso de que rinda cuentas a la actual comisi¨®n de Econom¨ªa del Parlamento¡ª deber¨ªa focalizarse en controlar las decisiones pol¨ªticas ¡°de los pa¨ªses de la eurozona y de los que tengan la obligaci¨®n legal de unirse a ¨¦l. Tambi¨¦n podr¨ªa tenerse en cuenta que Dinamarca ha fijado su moneda al euro y se ha unido al Pacto Fiscal¡±, seg¨²n el documento. En otras palabras, eso solo deja fuera a los parlamentarios brit¨¢nicos, en un pol¨¦mico misil a la l¨ªnea de flotaci¨®n del enrarecido debate sobre las relaciones entre Londres y la UE.

Fuentes pr¨®ximas a Schulz explican que el presidente firm¨® ese informe apenas unos d¨ªas despu¨¦s de que la Comisi¨®n pusiera sobre la mesa su propio proyecto para corregir los errores de dise?o del euro. ¡°El Parlamento Europeo tiene la posibilidad de adaptar su organizaci¨®n interna a una Uni¨®n m¨¢s fuerte. Por ejemplo, podr¨ªa crear una comisi¨®n especial para los asuntos del euro para controlar la toma de decisiones relativas a la eurozona¡±, seg¨²n la idea promovida por Barroso. Schulz le ha tomado la palabra, aunque un portavoz explicaba anoche que el debate est¨¢ en estos momentos centrado en aspectos m¨¢s urgentes y pac¨ªficos que los relacionados con la posibilidad de marginar a Reino Unido si sigue poniendo dificultades al proceso de construcci¨®n del edificio europeo. La crisis, en fin, ha revelado los pecados originales del euro, pero tambi¨¦n pone de manifiesto el grado de desconfianza entre los pa¨ªses europeos, capaz de sacar a relucir lo peor de cada casa.