Relato de un error de EL PA?S
Dos reconocidos periodistas del diario reconstruyen lo ocurrido con la falsa foto de Ch¨¢vez
EL PA?S cometi¨® el pasado jueves uno de los mayores errores de su historia. Ese d¨ªa, el peri¨®dico difundi¨® una fotograf¨ªa falsa aportada por la agencia Gtres Online en la que supuestamente aparec¨ªa intubado el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez. Pese a las dudas que les surgieron sobre las circunstancias que rodeaban esa imagen, los responsables del diario decidieron difundirla. Esas dudas no resueltas quedaron reflejadas incluso en el breve texto que acompa?aba la fotograf¨ªa, en el que se indicaba que ¡°EL PA?S no ha podido verificar de forma independiente las circunstancias en que fue tomada la imagen, ni el momento preciso ni el lugar. Las particularidades pol¨ªticas de Cuba y las restricciones informativas que impone el r¨¦gimen lo han hecho imposible¡±. El director de la publicaci¨®n, Javier Moreno, es el primero en asumir que fue una equivocaci¨®n: ¡°Ese es el error central de la historia. Cre¨ªamos tener verificada una fotograf¨ªa que no hab¨ªamos verificado¡±. Como Moreno, toda la cadena en la toma de decisiones asume la gravedad de lo ocurrido y pide disculpas. En cuanto tuvo conocimiento del error, la direcci¨®n del peri¨®dico orden¨® recoger todos los ejemplares distribuidos hasta ese momento y, a la vez, retirar de la web la falsa fotograf¨ªa. El coste de la reimpresi¨®n del diario y la nueva reimpresi¨®n supuso un coste adicional de unos 225.000 euros. El error tuvo una gran repercusi¨®n en las redes sociales y origin¨® tambi¨¦n la protesta del Gobierno venezolano. Nada m¨¢s regresar de Davos, donde se encontraba, Javier Moreno analiz¨® los hechos con el Comit¨¦ de Direcci¨®n y el Comit¨¦ Profesional, anunci¨® cambios para mejorar el m¨¦todo en la toma de decisiones y encarg¨® un relato a dos reconocidos periodistas del diario. Este es el resultado de ese trabajo period¨ªstico.
"?Puedes hablar? Es urgente". A las dos de la tarde del mi¨¦rcoles 23 de enero, Javier Moreno, director de EL PA?S, observa en la pantalla del tel¨¦fono que tiene dos llamadas perdidas del director adjunto, Vicente Jim¨¦nez. Moreno est¨¢ en Davos (Suiza) asistiendo al Foro Econ¨®mico Mundial en el que se re¨²nen las ¨¦lites sociales y econ¨®micas del planeta. Le extra?a que desde la redacci¨®n en Madrid se comuniquen con ¨¦l mediante Facetime, aplicaci¨®n para hablar por videoconferencia.
Estamos seguros de que es Ch¨¢vez, ?no? ?No ser¨¢ un montaje?¡± Javier Moreno, director de EL PA?S
-Javier tenemos una foto de una persona que parece Hugo Ch¨¢vez en una sala de operaciones. La ofrece una agencia y estamos haciendo gestiones para conseguirla porque primero se la han ofrecido a El Mundo.
-?Qu¨¦ sabemos de la fotograf¨ªa?
-La agencia dice que la ha sacado una enfermera en Cuba y que se la ha enviado a su hermana a Espa?a. Esta la ha ofrecido a una colaboradora de la agencia.
-?No podemos tener m¨¢s informaci¨®n?
-Luis Mag¨¢n [jefe de fotograf¨ªa] va a comer con el comercial de la agencia y lo va a intentar.
La foto est¨¢ haciendo su entrada en el peri¨®dico. Es la instant¨¢nea que protagoniza uno de los mayores errores de la historia del diario EL PA?S. Esta es la narraci¨®n de c¨®mo una imagen falsa acab¨® en la portada, reconstruida a trav¨¦s de conversaciones con los que intervinieron en el proceso.
Las llamadas perdidas de Jim¨¦nez son para ense?arle la imagen al director. Pregunta si se la puede enviar a Davos, pero el comercial de la agencia, Manuel Montero, rechaza su difusi¨®n. Facetime es la soluci¨®n m¨¢s r¨¢pida para mostrarla a distancia.
El director adjunto se comunica de nuevo con Moreno y le ense?a la instant¨¢nea. "Me mostraron la fotograf¨ªa montada sobre una cartulina blanca. Ped¨ªan 30.000 euros y respond¨ª que no. Me parec¨ªa la t¨ªpica subasta entre peri¨®dicos", recuerda Moreno, que sugiere ofrecer 10.000.
Cuando el director ve la fotograf¨ªa le asaltan dudas de que sea un montaje y pide que se verifique. Minutos m¨¢s tarde env¨ªa un SMS a Jim¨¦nez: "Estamos seguros de que es Ch¨¢vez, ?no? ?no ser¨¢ alguien que se le parece en un montaje hecho en Lima, por ejemplo?". Jim¨¦nez responde: "Creo que no, pero, claro, es una foto que llega por un cauce irregular".
Me la han podido colar¡± El director de la agencia de fotos
La foto falsa llega a EL PA?S a trav¨¦s de la agencia Gtres Online. El mi¨¦rcoles 23 de enero, a las 11.00, Luis Mag¨¢n queda en una cafeter¨ªa con el director comercial de esta agencia que provee a EL PA?S desde 2009 con material gr¨¢fico, sobre todo, para las secciones de Gente y Cultura. Montero anuncia que tiene una foto de Hugo Ch¨¢vez hospitalizado. Y que se la han ofrecido antes al diario El Mundo, pero la operaci¨®n a¨²n no est¨¢ cerrada.
Sobre las 13.30, Montero se acerca a un bar pr¨®ximo a Miguel Yuste, 40, la sede del diario EL PA?S, con una carpeta blanca con el logo de la agencia. En su interior, dos reproducciones en papel de la misma imagen. Mag¨¢n las ve por primera vez: "La veo y creo que es Ch¨¢vez. Lo ¨²nico que pongo en duda es la fecha en que se haya hecho la foto", recuerda.
El jefe de fotograf¨ªa pide explicaciones y Montero ofrece su relato. Cuenta que la foto ha sido realizada hace siete d¨ªas. Que ha llegado a la agencia a trav¨¦s de una colaboradora de plena confianza.
Mag¨¢n sube con la foto al despacho del director adjunto, Vicente Jim¨¦nez.
-?Esta agencia ser¨¢ de fiar, no?, le pregunta Jim¨¦nez.
-A m¨ª me parece que es Ch¨¢vez, le responde Mag¨¢n.
A lo largo de la tarde del mi¨¦rcoles 23, por el despacho de Vicente Jim¨¦nez, pasan, entre otros, Luis Mag¨¢n y tres subdirectores: Jan Mart¨ªnez Ahrens, Goyo Rodr¨ªguez y Jos¨¦ Manuel Romero. "En esos momentos estamos manejando la sensaci¨®n de tener una exclusiva mundial", relata Mag¨¢n. Hay dudas sobre la fecha y la autenticidad de la foto. "Pero nadie pone en duda que sea Ch¨¢vez", relata el jefe de fotograf¨ªa.
Es fundamental despejar inc¨®gnitas. El subdirector Jan Mart¨ªnez Ahrens es el encargado de hacerlo. Se re¨²ne en su despacho, despu¨¦s de la hora del almuerzo, con el comercial de Gtres Online y le interroga sobre la procedencia de la foto. "El relato es francamente flojo, vago y difuso", cuenta Mart¨ªnez Ahrens. Sobre las 17.30 pide hablar con el director de la agencia, Carlos Van Eyck, y le somete a un tercer grado telef¨®nico. Van Eyck asegura que creen que la foto es verdadera y dice que conf¨ªan en la persona que la ha tra¨ªdo a la agencia. No da la identidad del contacto en Espa?a, ni la de qui¨¦n ha tomado la foto con el argumento de proteger a quien se arriesg¨® para tomar la imagen.
El peri¨®dico no inform¨® al colaborador que tiene en Caracas
-?Te la han podido colar?, pregunta Mart¨ªnez Ahrens.
-Me la han podido colar, responde Van Eyck, quien en otros momentos, en cambio, insiste en la fiabilidad de su fuente.
Mart¨ªnez Ahrens traslada esta informaci¨®n a Vicente Jim¨¦nez.
La agencia y su representante insisten una y otra vez en que la fuente de la que han recibido la fotograf¨ªa es fiable y que conf¨ªan en su colaboradora. En paralelo contin¨²a la negociaci¨®n econ¨®mica. El representante de Gtres Online pide tiempo para hablar con la intermediaria.
Hacia las ocho de la tarde, Jim¨¦nez recibe la informaci¨®n de que la negociaci¨®n ha prosperado y que la fotograf¨ªa va a ser adquirida. "Cuando pactamos el precio [15.000 euros] decidimos publicarla", recuerda el director adjunto. "Nos dicen que no quieren que se firme la fotograf¨ªa porque podr¨ªa poner en peligro a la persona que la hizo. Nos pareci¨® razonable y cre¨ªmos que era una salvaguarda de protecci¨®n y no debilidad de la fuente. Era una enfermera que se estaba jugando la vida. Est¨¢ claro que nos equivocamos".
?Por qu¨¦ se tom¨® la decisi¨®n de publicar la foto si la agencia Gtres Online no hab¨ªa respondido a todas las dudas que se le plantearon esa tarde? "Consideramos que la fotograf¨ªa era buena y seguimos de forma natural", explica el director adjunto. "No se vot¨® ni nadie plante¨® su oposici¨®n. Nadie me transmiti¨® dudas serias sobre la conveniencia de no publicarla o sobre su autenticidad, salvo un subdirector, que dudaba si deb¨ªamos publicar la imagen de un enfermo, pero est¨¢bamos de acuerdo en que era una noticia relevante porque el Gobierno venezolano no informa sobre la salud de su presidente. Hicimos una cesi¨®n de confianza a la agencia a pesar de que hab¨ªa puntos que no se pod¨ªan comprobar", reconoce Jim¨¦nez. "Hicimos mal nuestro trabajo".
Mag¨¢n, que recibi¨® la oferta y negoci¨® la compra, lo recuerda as¨ª: "Fue una decisi¨®n colectiva. Llega un momento en que tenemos que arriesgarnos o no". Hugo Ch¨¢vez no aparece en p¨²blico desde el pasado mes de diciembre ni acudi¨® a su toma de posesi¨®n en Caracas al permanecer convaleciente en La Habana. Su dolencia est¨¢ rodeada de secretismo.
Las redes sociales advirtieron del fallo cuando lleg¨® el diario a Am¨¦rica
En Davos, el director de EL PA?S se ha encontrado con Mois¨¦s Na¨ªm, analista venezolano y columnista del peri¨®dico al que le cuenta que se est¨¢ trabajando en la historia. "En un momento dado me trasladan la convicci¨®n de que la agencia lo ha verificado, que la historia es buena, que vamos adelante. No me dijeron que hab¨ªa muchas dudas porque si hubiera sido as¨ª lo habr¨ªa parado, pero como hab¨ªa inc¨®gnitas sin resolver le ped¨ª a Vicente que en el texto se a?adieran, como informaci¨®n adicional, las preguntas a las que no hab¨ªamos podido responder. No como cautela sino como informaci¨®n complementaria. Cre¨ª que lo m¨¢s honesto era reconocerlo".
Moreno asume que fue un error publicar la foto y acompa?arla de un texto que dice que no se conf¨ªa en la instant¨¢nea. "Ese es el error central de la historia. Cre¨ªamos tener verificada una fotograf¨ªa que no hab¨ªamos verificado".
La apostilla dictada por Moreno y que se incluye en el pie de la imagen falsa dice: "EL PA?S no ha podido verificar de forma independiente las circunstancias en que fue tomada la imagen, ni el momento preciso ni el lugar. Las particularidades pol¨ªticas de Cuba y las restricciones informativas que impone el r¨¦gimen lo han hecho imposible".
El director asume que dejar en manos de una agencia las verificaciones que deber¨ªa haber hecho el peri¨®dico es un error grave. La precipitaci¨®n fue el otro. Y reconoce que el hecho de que la informaci¨®n fuera compartida por un n¨²mero reducido de mandos multiplic¨® el riesgo.
A partir de las 21 horas se comienza a editar la imagen para la edici¨®n impresa. La fotograf¨ªa falsa pasa por m¨¢s manos: dise?o, fotograf¨ªa, internacional y se vuelca en el sistema de edici¨®n Hermes por lo que numerosos redactores ya la pueden observar en pantalla. Media hora antes, el director adjunto y los subdirectores muestran la imagen a Guillermo Altares, redactor jefe de Internacional. "?Esto es lo que creo que es? ?Est¨¢is seguros al cien por cien?", pregunta el periodista a sus jefes. "Estaban muy seguros de lo que ten¨ªan", recuerda. Altares propone hablar con el colaborador en Caracas, Ewald Scharfenberg, pero se decide no comunicarle la noticia por temor a que a trav¨¦s de la conversaci¨®n telef¨®nica se filtre la exclusiva. "Tengo plena confianza en Ewald pero no en las comunicaciones venezolanas", apostilla el redactor jefe.
De madrugada el director orden¨® paralizar la distribuci¨®n
Mart¨ªnez Ahrens, subdirector, telefonea al colaborador en Caracas y le advierte de que el peri¨®dico va a publicar una informaci¨®n sensible para prevenirle. "Me dijo que era un asunto delicado y que estuviera atento a la reacci¨®n del Gobierno", se?ala Scharfenberg. El peri¨®dico no le inform¨® de que iba a publicar una supuesta foto de Hugo Ch¨¢vez.
A esa misma hora, Mokhtar Atitar, editor gr¨¢fico de la web, ve la fotograf¨ªa y le asaltan las dudas. Deja su asiento en la mesa digital en forma de media luna situada en el centro de la redacci¨®n y se dirige a la de Mag¨¢n. Le expresa sus reticencias, no tiene claro que la imagen sea buena. Despu¨¦s regresa a su puesto y se pone a buscar en Google para ver si hay en la red alguna imagen parecida. "No encontr¨¦ nada pese a que hice varias b¨²squedas de im¨¢genes. Lo hice por iniciativa propia", explica. Atitar busca fotos, pero la imagen, en realidad, procede de un v¨ªdeo.
En Davos, sobre las 23 horas, Na¨ªm coincide de nuevo con Moreno.
-Javier, ?c¨®mo va la historia?
-Vamos a dar la foto.
-?Puedo tuitear la noticia?
-Pero no digas que es Ch¨¢vez.
Na¨ªm tuitea: "Prep¨¢rense para una extraordinaria foto exclusiva en la web de El PA?S en breve". Poco despu¨¦s, Moreno lo retuitea.
Ewald Scharfenberg, el colaborador en Caracas, ve el tuit de Na¨ªm y escribe a Altares para preguntarle si sabe de qu¨¦ va la cosa. "Me responde: no te puedo decir nada sorry [lo siento]". La supuesta exclusiva se ha manejado con la m¨¢xima discreci¨®n para evitar fugas. M¨¢s tarde, Scharfenberg le env¨ªa otro mensaje en el que le advierte sobre una fotograf¨ªa vieja que ese mismo d¨ªa circula, una instant¨¢nea de Ch¨¢vez con su padre y hermano.
Son las tres de la madrugada en Madrid, las ocho de la tarde en M¨¦xico DF y Bernardo Mar¨ªn llega a la redacci¨®n digital que EL PA?S tiene en la capital mexicana. Los ejemplares de la edici¨®n impresa con la foto falsa en portada ya est¨¢n llegando a esas horas a distintos puntos de Latinoam¨¦rica, sobre todo a Argentina. Y ya hay gente tuiteando que EL PA?S lleva a Ch¨¢vez intubado en portada. Mar¨ªn llama a Jim¨¦nez y le dice que considera que hay que adelantar la publicaci¨®n, dado que en las redes ya se empieza a hablar de ello.
Las cuatro personas que est¨¢n en ese momento en la redacci¨®n de M¨¦xico, donde se elabora la web del peri¨®dico durante la noche, empiezan a preparar la pieza informativa digital. Por centrarse en la preparaci¨®n del despliegue, pierden de vista durante cinco minutos la conversaci¨®n de Twitter, donde algunos empiezan a hablar de que la foto puede ser falsa.
A las 3.52, Bernardo Mar¨ªn aprieta el bot¨®n de publicar. La supuesta gran exclusiva mundial se empieza a difundir en las redes sociales, Twitter y Facebook. A las 3.54 mira su cuenta de Twitter para ver qu¨¦ repercusi¨®n est¨¢ teniendo la noticia. Ve que hay tuits que ponen en cuesti¨®n la autenticidad de la foto. "Cuando es la direcci¨®n del peri¨®dico la que ha dado por buena una informaci¨®n, ni se te ocurre pensar que puede ser un error", explica por tel¨¦fono desde M¨¦xico. In¨¦s Santaeulalia, una de las redactoras en ese pa¨ªs, llama por tel¨¦fono y alerta de que hay mucha gente tuiteando que esa foto es falsa. La cuenta de Twitter de Mois¨¦s Na¨ªm recibe insultos: "Hubo una explosi¨®n de agresiones por parte de seguidores de Ch¨¢vez. Algunos incluso dicen que yo tuve un rol en todo esto", explica el escritor.
Mar¨ªn comprueba que la foto ha sido extra¨ªda de un v¨ªdeo que est¨¢ circulando por la red. Se trata de una captura. Aparece un paciente acromeg¨¢lico en una mesa de operaciones. La imagen data de 2008. La noche anterior, de hecho, la televisi¨®n p¨²blica venezolana ha denunciado que ese v¨ªdeo est¨¢ circulando, que es falso, y que no es Ch¨¢vez.
Mar¨ªn llama a Vicente Jim¨¦nez y le manda una captura de pantalla del v¨ªdeo. Son las cuatro de la madrugada.
A las 4.08 Javier Moreno recibe la llamada del director adjunto. Se encuentra descansando en la habitaci¨®n de su hotel a las afueras de Davos. La conversaci¨®n dura cuatro minutos y Moreno ordena que los responsables de la web retiren la fotograf¨ªa de la portada y que se paralice la distribuci¨®n de la edici¨®n de papel para evitar que llegue a los quioscos. "Tom¨¦ la decisi¨®n al instante, sin pensar lo que iba a costar y sin consultar a nadie", recuerda el director. Desde ese instante, y hasta las 8.12, Moreno hace 26 llamadas y decide reimprimir EL PA?S para volver a colocarlo en los puntos de venta.
Se logr¨® detener el 93% de la tirada en Europa y Am¨¦rica
A las 4.12, Jim¨¦nez llama al responsable de distribuci¨®n e impresi¨®n de Pressprint, Juan Manuel Albelda. Le dice que es preciso retirar toda la tirada. Albelda le informa de que hay rutas que est¨¢n distribuidas y entregadas. No se consigue frenar la distribuci¨®n de ejemplares destinados a las l¨ªneas a¨¦reas, ferrocarriles, hoteles y suscriptores. En Espa?a, 4.100 ejemplares llegan a los lectores con la foto falsa. "De llegar la orden media hora m¨¢s tarde, hubiera sido dram¨¢tico", confiesa Albelda.
Se consigue paralizar el 93% de la tirada. Pero en Argentina solo se recupera un 30% y 8.050 ejemplares llegan a los quioscos. En la Rep¨²blica Dominicana se recupera un 10%: 5.670 ejemplares con el error llegan a destino.
En total son 22.635 los ejemplares con la foto falsa que se distribuyen. Se vuelve a imprimir una nueva edici¨®n. El coste de la reimpresi¨®n del diario ronda los 125.000 euros. La nueva distribuci¨®n que hay que poner en marcha supone otros 100.000 euros.
"Me pareci¨® incre¨ªble que, algo que para cualquier venezolano era un timo, fuera en la portada de EL PA?S", remata Scharfenberg, colaborador en Caracas.
La reacci¨®n del Gobierno venezolano es inmediata. El chavismo acusa a EL PA?S de participar en un complot contra la oposici¨®n. "Nadie cree que la foto es algo casual, los lacayos internos tienen su r¨¦plica en el extranjero", escribe en su cuenta de Twitter el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. "Cada vez que alguien en el mundo, ll¨¢mese EL PA?S, Bos¨¦, Juanes, Willie Col¨®n, Cochez o Uribe, ataca a la patria, la oposici¨®n lo hace su h¨¦roe", dice en otro mensaje reproducido por medios oficiales.
El Gobierno de Hugo Ch¨¢vez anuncia que emprender¨¢ acciones legales y su embajada en Madrid acusa al diario de "despreciar" a los venezolanos. "La publicaci¨®n de esta fotograf¨ªa grotesca no es m¨¢s que la confirmaci¨®n de la campa?a sistem¨¢tica que ese peri¨®dico y otros m¨¢s mantienen aprovech¨¢ndose de manera atroz de la situaci¨®n de salud por la que pasa el comandante Ch¨¢vez", espeta Ernesto Villegas, ministro de Informaci¨®n. Desde Argentina, la presidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner escribe en su cuenta de Twitter: "En la portada de EL PA?S vi una foto. Me corrijo, eso no es una foto, es una canallada".
Al d¨ªa siguiente de la publicaci¨®n, descubierta ya la estafa, una reuni¨®n en Miguel Yuste con los responsables de Gtres Online permite comprobar que la primera versi¨®n que dieron no es correcta.
Carlos Van Eyck, director de la agencia, explica que en la misma ma?ana en que se descubri¨® la falsedad, su colaboradora llam¨® a la persona que le facilit¨® la fotograf¨ªa y que esta cambi¨® su versi¨®n.
El nuevo relato hace que la pista de la foto se difumine a¨²n m¨¢s. La supuesta intermediaria en Espa?a es una venezolana que ha recibido una foto enviada por su hermana, v¨ªa Whatsapp, desde Venezuela. Esta ¨²ltima, a su vez, es la que habr¨ªa recibido la imagen supuestamente procedente de Cuba. Poco importa. La foto era falsa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.