Cuba vota un Parlamento sin oposici¨®n
Los electores ratifican entre 612 candidatos afines al Gobierno propuestos para la Asamblea
Varias fotos y biograf¨ªas se mostraban este domingo a las afueras de cada colegio electoral en Cuba. La jornada transcurri¨® sin sorpresas, ni encuestas previas. Estas ¨²ltimas no eran necesarias, pues en lugar de seleccionar entre varios candidatos, los electores s¨®lo deb¨ªan ratificar a los propuestos. Votaban entre 612 candidatos a la Asamblea Nacional para id¨¦ntico n¨²mero de diputados que conformar¨¢n este m¨¢ximo ¨®rgano del Poder Popular.
En el parlamento que quedar¨¢ conformado no habr¨¢ un solo opositor, a menos que alguno de los propuestos lleve su inconformidad por dentro, cubierta por una m¨¢scara de adhesi¨®n al actual Gobierno. Sorprende que en un pa¨ªs con tantas polarizaciones ideol¨®gicas expresadas en tan alto n¨²mero de exiliados y en continuadas detenciones por motivos pol¨ªticos, no exista una representaci¨®n de esa inconformidad en un Parlamento que se precia de representar la diversidad nacional.
Seg¨²n datos publicados en la prensa oficial entre los miembros del nuevo parlamento figuran obreros, campesinos, cooperativistas, maestros, m¨¦dicos, cient¨ªficos, escritores, artistas, l¨ªderes religiosos, estudiantes, directivos de entidades productivas, combatientes de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior, as¨ª como dirigentes pol¨ªticos y representantes del sistema del poder popular entre otros.
M¨¢s del 48% son mujeres, el 37% son mestizos o de raza negra y m¨¢s del 78% naci¨® despu¨¦s de 1959. Abundan otros datos que reflejan el equilibrio en nivel de escolaridad y distribuci¨®n territorial y que convencer¨ªan a cualquiera de que en Cuba los nuevos diputados son un aut¨¦ntico reflejo de la poblaci¨®n. Sin embargo, cuando se leen las biograf¨ªas colocadas en los Colegios Electorales no se puede conocer c¨®mo levantar¨ªa su mano cada candidato para votar por la aprobaci¨®n o negaci¨®n del matrimonio entre homosexuales, por ampliar o restringir el trabajo por cuenta propia, por flexibilizar a¨²n m¨¢s las medidas migratorias o bajo cu¨¢les condiciones propondr¨ªa sentarse a conversar con el gobierno de los Estados Unidos.
Esto es as¨ª porque el Art¨ªculo 171 de la Ley Electoral establece claramente que ¡°todo elector s¨®lo tomar¨¢ en cuenta, para determinar a favor de qu¨¦ candi?dato depositar¨¢ su voto, sus condiciones personales, su prestigio, y capaci?dad para servir al pueblo". M¨¢s adelante la norma dice: ¡°La propaganda que se realizar¨¢ ser¨¢ la divulgaci¨®n de las biograf¨ªas, acom?pa?adas de reproducciones de la imagen de los candidatos¡±. O sea, que s¨®lo se vota a partir de un retrato acompa?ado de una semblanza, sin saber a ciencia cierta cu¨¢les son los programas o tendencias de estos representantes.
Sorprende que en un pa¨ªs con tantas polarizaciones no exista representaci¨®n en el Parlamento
Que una ley electoral obligue a algo tan subjetivo como ¡°lo que elector deber¨¢ tomar en cuenta para determinar su voto¡± y que adem¨¢s proh¨ªba hacer campa?a por determinados programas deja claro que la democracia cubana no descansa en el principio de "unidad dentro de la diversidad" sino de la poca diversidad en torno al ¨²nico partido permitido.
La propaganda oficial repite insistentemente que no es el Partido Comunista quien propone a los candidatos sino las organizaciones de masas, enti¨¦ndase la Federaci¨®n de Mujeres Cubanas, los Comit¨¦s de Defensa de la Revoluci¨®n, la Central de Trabajadores de Cuba, la Asociaci¨®n Nacional de Agricultores Peque?os, la Federaci¨®n de Estudiantes Universitarios, La Federaci¨®n de Estudiantes de la Ense?anza Media y la Asociaci¨®n de Combatientes de la Revoluci¨®n. Pero basta leer los estatutos de estas entidades para comprobar que en cada uno de ellas se declara la incondicional lealtad al Partido a Fidel Castro y a la Revoluci¨®n. Los m¨¢ximos dirigentes de estas instituciones son miembros del Comit¨¦ Central del Partido Comunista o de su filial juvenil y son ellos quienes designan a los miembros de la Comisi¨®n de Candidatura.
Vale la pena a?adir que est¨¢ prohibido fundar asociaciones paralelas, de manera que estas organizaciones de masa, en lugar de representar los intereses de sus asociados ante el poder, resultan meras poleas de trasmisi¨®n para hacer cumplir los designios del poder ante la poblaci¨®n.
El listado final de candidatos se conforma con un 50% de entre quienes fueron elegidos como delegados de circunscripci¨®n y la otra mitad la nombra la Comisi¨®n de Candidatura entre personalidades de la cultura, el deporte, la ciencia o por sus m¨¦ritos hist¨®ricos. En el pa¨ªs hay casi 15.000 circunscripciones, de manera que seleccionar de ellas unas 300 personas permite hacer una criba muy favorable para el Gobierno. La candidatura realizada por estas comisiones es sometida a las Asambleas Municipales donde a mano alzada los miembros de esas entidades aprueban las propuestas. No hay noticias de que en una sola de estas reuniones haya sido revocada alguna propuesta.
Para llegar hasta la Asamblea Nacional un opositor no solo deber¨ªa ser elegido como delegado de su circunscripci¨®n, sino que tendr¨ªa que superar los r¨ªgidos requisitos que tiene en cuenta la Comisi¨®n de Candidatura, porque resulta m¨¢s que obvio que nunca ser¨¢ contado en el otro 50% de personalidades destacadas. Este proceso comienza con una asamblea de barrio donde a mano alzada los vecinos tendr¨ªan que votar por ¨¦l, como candidato, bajo la mirada vigilante de los miembros de los Comit¨¦s de Defensa de la Revoluci¨®n, los militantes del Partido y en ocasiones con la presencia de la Seguridad del Estado, que suele ir all¨ª donde viven los m¨¢s conflictivos.
Algunos opositores y miembros de la sociedad civil alternativa han intentado autoproponerse en estas asambleas de barrio y, sin excepci¨®n, han sido encarados de forma contundente y de alguna manera intimidatoria por los militantes del partido, quienes suelen concluir su intervenci¨®n con frases como ¡°estamos seguros que nadie aqu¨ª va a votar por este enemigo de la patria¡±. ?Qui¨¦n levantar¨ªa la mano con esos truenos?
Mientras existan estas reglas del juego no habr¨¢ opositores en el parlamento y las leyes propuestas por el Ejecutivo seguir¨¢n aprob¨¢ndose de forma un¨¢nime o con amplia mayor¨ªa. La Asamblea Nacional seguir¨¢ a a?os luz de ser el motor de los cambios en Cuba.
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