¡°Hemos intervenido para devolver a los malienses su libertad perdida¡±

Francia quiere europeizar la lucha contra el terrorismo en Mal¨ª. La gloriosa soledad de su ej¨¦rcito ha sido aprovechada por Fran?ois Hollande para vestirse un in¨¦dito traje de libertador y ganar popularidad en las encuestas. Pero la factura econ¨®mica de la Operaci¨®n Serval es elevada. Par¨ªs ha gastado ya 50 millones de euros desde que Hollande dio la orden de ataque el 11 de enero, seg¨²n cifras oficiales, y ha llegado el momento de compartir cargas. Este martes, el ministro de Defensa franc¨¦s, Jean-Yves Le Drian, ha invitado a tres medios internacionales (BBC, Frankfurter Algemeine Zeitung y EL PA?S) a visitar el cuartel del Regimiento de Infanter¨ªa de Marina en Vannes (Breta?a). All¨ª se preparan los 150 militares franceses que viajar¨¢n a Mal¨ª incluidos entre los 491 soldados europeos de la Misi¨®n de Instrucci¨®n de la Uni¨®n Europea (EUTM). La misi¨®n se ocupar¨¢ desde el 15 de marzo de reconstruir el ej¨¦rcito de Mal¨ª, una entelequia de golpismo, deserciones y abusos que seg¨²n Par¨ªs ¡°necesita una cadena de mando, todo el equipamiento, y aprender a respetar los derechos humanos y a reflejar la diversidad ¨¦tnica del pa¨ªs¡±. Hijo de obreros bretones, casado con una espa?ola de ?vila, sindicalista y militante del Partido Socialista desde los a?os setenta y uno de los amigos m¨¢s antiguos de Hollande, Le Drian (Lorient, 1947) atiende a este diario a bordo de un peque?o avi¨®n CASA fabricado en Sevilla y que produce un ruido infernal. El ministro se muestra pol¨ªticamente correcto, considera que ¡°Espa?a y Europa han acudido a la cita de Mal¨ª¡±.

Pregunta. ?Est¨¢ satisfecho de la respuesta de Europa, y sobre todo de Alemania y Espa?a?

Respuesta. Espa?a, Reino Unido, B¨¦lgica, Alemania y los dem¨¢s pa¨ªses europeos nos han permitido responder hasta ahora a las dificultades log¨ªsticas que ten¨ªa la operaci¨®n. Han acudido a su cita y ahora acudir¨¢n con la misi¨®n de instrucci¨®n. Quince pa¨ªses se han comprometido a enviar militares para ayudar a reconstruir al ej¨¦rcito maliense, que luego debe asumir las funciones de un ej¨¦rcito de un pa¨ªs democr¨¢tico. La seguridad y el respeto de los derechos humanos.

P. Pero Espa?a solo ha enviado un avi¨®n de transporte, como Dinamarca.

R. He tenido el apoyo pol¨ªtico del ministro de Defensa espa?ol, desde el principio apoyaron la misi¨®n europea, en enero les comunicamos la fecha de la intervenci¨®n y nos ayudaron con la log¨ªstica. Espa?a ha sido ¨²til.

P. Todorov ha escrito que la intervenci¨®n solo ser¨¢ leg¨ªtima si dura poco. ?Cu¨¢nto tiempo queda de Operaci¨®n Serval?

R. No tenemos ninguna intenci¨®n de quedarnos en Mal¨ª, solo queremos ayudar al pa¨ªs a recuperar su integridad y soberan¨ªa, y ceder el relevo cuanto antes a las fuerzas africanas autorizadas por la ONU ¡ªla Misi¨®n Internacional de Ayuda a Mal¨ª (MISMA)¡ª. Lo haremos de forma progresiva, y despu¨¦s la MISMA se ocupar¨¢ de mantener la paz.

P. Se ha dicho que Francia prepara la liberaci¨®n de los siete rehenes secuestrados en el Sahel. Las familias han mostrado su inquietud. ?Qu¨¦ les dice?

R. Nuestra acci¨®n y nuestro pensamiento est¨¢n de forma permanente volcadas a la cuesti¨®n de los rehenes. En todas las decisiones que toma el presidente de la Rep¨²blica, los secuestrados son cruciales.

P. Usted es amigo de vieja data de Hollande. ?Qui¨¦n convenci¨® a qui¨¦n de la necesidad de intervenir en Mal¨ª?

R. ?l tom¨® la decisi¨®n. Yo le alert¨¦ sobre el asunto en junio de 2012, y le inform¨¦ a menudo sobre Mal¨ª. ?l se convenci¨® de la necesidad de actuar, y lo dijo en la Asamblea Nacional de Naciones Unidas, al final de septiembre. Cuando los grupos yihadistas decidieron avanzar hacia el sur, retando a anticipar la puesta en marcha de las decisiones internacionales, Hollande no dud¨® un segundo. Fue ¨¦l quien decidi¨®.

P. Dijo el otro d¨ªa en Bamako que era el d¨ªa m¨¢s feliz de su vida¡­ ?Exageraba, no?

R. Se dej¨® llevar por el entusiasmo que reinaba en Bamako. Creo que quer¨ªa decir el d¨ªa m¨¢s importante de su presidencia. Sentimos orgullo por la eficacia de las fuerzas francesas, y orgullo por haber devuelto a Mal¨ª su libertad. Creo que es una se?al importante para toda ?frica.

P. ?Asistimos realmente, como asegura Hollande, al final de la pol¨ªtica de la Fran?afrique? ?Certifica la intervenci¨®n en Mal¨ª la muerte del neocolonialismo franc¨¦s en ?frica?

R. ?Esto no tiene nada que ver con la Fran?afrique! Aquello consist¨ªa en que el ej¨¦rcito interven¨ªa para poner o quitar presidentes. En Mal¨ª va a haber elecciones, y Francia no intervendr¨¢. Hemos intervenido para devolver a los malienses su libertad perdida. Son cosas totalmente distintas.

P. ??frica est¨¢ preparada para tomar su destino en sus manos?

R. Hace falta que ?frica asuma su propia seguridad, los pa¨ªses africanos no ser¨¢n adultos hasta que no sean capaces de defenderse. La Defensa es parte de la creaci¨®n de un Estado. Creo que estos eventos contribuir¨¢n a que los pa¨ªses africanos tomen conciencia de que es preciso que sus fuerzas armadas respondan al poder pol¨ªtico.

P. ?La guerra del Sahel va a ser decisiva en la lucha de Occidente contra el terrorismo?

R. Va a contribuir mucho. Ya hemos causado da?os importantes a los yihadistas, y lo van a tener dif¨ªcil para recuperarse del golpe. No bastar¨¢, porque pueden irse a Libia, o volver a Siria, pero Francia ha demostrado que no les permitir¨¢ tomar como rehenes a pa¨ªses amigos.

P. Se dice que la intervenci¨®n solo protege intereses econ¨®micos. Y es verdad que ustedes tienen importantes intereses all¨ª.

R. No en Mal¨ª.

P. Pero s¨ª en N¨ªger.

R. Nuestro principal inter¨¦s es la seguridad.

P. La seguridad del uranio es importante tambi¨¦n.

R. S¨ª, pero estaba en causa la viabilidad del Estado maliense, esa ha sido nuestra principal preocupaci¨®n.

P. ?Echa de menos la Europa de la Defensa que Alemania y Francia no han sabido impulsar?

R. Mal¨ª es una verdadera oportunidad. Debemos cooperar de manera pragm¨¢tica.

P. Pero en Libia no sucedi¨® eso.

R. Libia no tiene nada que ver con Mal¨ª.