El Vaticano elige a un abogado alem¨¢n para presidir su banco
Con el nombramiento de Ernst von Freyberg, el Vaticano trata de limpiar la reputaci¨®n de una instituci¨®n marcada por el esc¨¢ndalo
Adem¨¢s de la infalibilidad, el pr¨®ximo Papa recibir¨¢ de Benedicto XVI una herencia mucho m¨¢s material. A dos semanas? de que se haga efectiva su renuncia, Joseph Ratzinger ha nombrado al tambi¨¦n alem¨¢n Ernest von Freyberg, de 58 a?os de edad, abogado de formaci¨®n y presidente de un astillero de Hamburgo que, entre otros quehaceres, construye barcos de guerra, nuevo presidente del Instituto para las Obras de Religi¨®n (IOR), esto es, el banco del Vaticano.
El puesto estaba vacante desde que, a finales del mes de mayo, los responsables del IOR ¡ªcinco cardenales y cinco laicos muy poderosos¡ª expulsaran de manera fulminante al anterior presidente, el banquero italiano Ettore Gotti Tedeschi, de 67 a?os, amigo del Papa y relacionado con el Opus Dei y el Banco Santander. El despido fue seguido por un comunicado p¨²blico inusualmente duro en el que el Vaticano daba a entender que Gotti Tedeschi hab¨ªa perdido la cordura y estaba involucrado en la fuga de documentos secretos. Pocos d¨ªas despu¨¦s, agentes de los Carabinieri localizaban en casa del banquero un documento para ser le¨ªdo en caso de que lo asesinaran. Durante sus tres a?os al frente del IOR, Gotti Tedeschi hab¨ªa descubierto, supuestamente, que el Vaticano era el escondite habitual del dinero de la peor cala?a.
La primera pregunta a responder ser¨ªa: ?qu¨¦ necesidad ten¨ªa el Papa de nombrar ahora, a punto de irse, a un cargo tan crucial en el funcionamiento y la imagen del Vaticano? Pasemos pues a la segunda pregunta: ?Ha sido realmente el Papa ¡ªcuya actividad f¨ªsica e intelectual de los ¨²ltimos d¨ªas contrasta con la modorra de sus ¨²ltimos a?os¡ª quien ha tomado una decisi¨®n as¨ª o hay que adjudic¨¢rsela a su secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, protagonista principal de las luchas de poder que sufre la Santa Sede? Sean cuales sean las respuestas, la prisa por utilizar por ¨²ltima vez y de esta manera el Anillo del Pescador da idea de hasta qu¨¦ punto el manejo de los dineros de la Iglesia es un asunto vital para los hombres que, a la sombra del Esp¨ªritu Santo, rigen su destino.
Ernest von Freyberg, el elegido, no es precisamente un desconocido en los ambientes p¨ªos de Roma. Adem¨¢s de su exitoso curr¨ªculo ¡ªabogado, presidente del astillero Blom-Vhoss Group de Hamburgo, pol¨ªglota¡ª es miembro activo de la Soberana Orden Militar de Malta, copresidente de la asociaci¨®n que organiza los viajes a Lourdes de la di¨®cesis de Berl¨ªn y responsable de una fundaci¨®n que financia colegios cat¨®licos.
De ah¨ª que el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, estuviera a punto de perder su proverbial compostura cuando los periodistas le preguntaron si, adem¨¢s de todas esas virtudes, Von Freyber tiene que ver con la industria b¨¦lica. ¡°No s¨¦ si fabrica buques de guerra o buques en general, s¨¦ que organiza peregrinaciones a Lourdes¡±, se impacient¨® Lombardi, que luego puntualiz¨®: ¡°La actividad principal de Blom-Vhoss Group es la transformaci¨®n y reparaci¨®n de buques de cruceros, aunque actualmente forma parte de un consorcio que construye cuatro fragatas para la marina de guerra alemana¡±. Cuando m¨¢s de uno empezaba a acordarse de la doctrina Pacem in terris, del papa Juan XXIII, un comunicado aterriz¨® sobre la mesa de Lombardi: ¡°La sociedad ya no fabrica m¨¢s naves de guerra, ha vendido aquel departamento y solo se dedica a la ingenier¨ªa naval¡±. El jesuita sonri¨® aliviado: ¡°Todo resuelto¡±. Otras informaciones sostienen, no obstante, que la empresa de Von Freyber a¨²n no ha concluido su relaci¨®n con la industria b¨¦lica.
Bien mirado, no es mala experiencia para afrontar su nuevo encargo. Los tambi¨¦n llamados banqueros de Dios han tenido tradicionalmente una vida, incluso una muerte, muy ajetreada. Ah¨ª quedar¨¢ para siempre la imagen de Roberto Calvi, encontrado en el verano de 1982 colgado de un puente de Londres con los bolsillos llenos de ladrillos despu¨¦s de haber protagonizado la quiebra fraudulenta del Banco Ambrosiano, controlado por la Mafia. Solo dos semanas antes de su asesinato, Calvi hab¨ªa escrito una carta a Juan Pablo II advirti¨¦ndole de ¡°una cat¨¢strofe de proporciones inimaginables¡± que iba a provocar mucho da?o a la Iglesia.
?Qu¨¦ necesidad ten¨ªa el Papa de nombrar a punto de irse a un cargo tan crucial en el Vaticano?
Con estos y otros antecedentes no menos escalofriantes, Benedicto XVI encarg¨® a su amigo Gotti Tedeschi que limpiara las finanzas del Vaticano. No solo se trataba de una cuesti¨®n moral, sino de la obligaci¨®n de adecuarse a la normativa internacional sobre lavado de dinero. El presidente del IOR logr¨® aprobar la primera ley contra el dinero negro en abril de 2011, aunque una evaluaci¨®n realizada el pasado mes de julio por el Consejo de Europa a¨²n ve¨ªa puntos oscuros en los m¨¦todos del Vaticano. La Santa Sede, ven¨ªa a decir, ¡°ha recorrido un largo camino en un periodo de tiempo¡±, pero asegura que a¨²n quedaba un buen trecho hasta llegar a la transparencia. A Gotti Tedeschi no le dio tiempo.
El 24 de mayo ¡ªa las mismas horas en que era detenido el mayordomo Paolo Gabriele por el robo de los documentos secretos del Papa¡ª, el Consejo Supervisor del banco del Vaticano desped¨ªa a Gotti Tedeschi acus¨¢ndolo de haber dejado de cumplir ¡°funciones de primera importancia para su cargo¡±. La decisi¨®n fue tomada por el cardenal Bertone, que seg¨²n confirman fuentes conocedoras del caso se llevaba a matar con el todav¨ªa presidente ejecutivo de Santander Consumer Italia, y apoyada por los cinco laicos que componen el Consejo, entre los que se encuentra el espa?ol Manuel Soto Serrano, uno de los colaboradores m¨¢s cercanos de Emilio Bot¨ªn.
Aquella destituci¨®n plante¨® entonces y vuelve a plantear ahora la incapacidad de Ratzinger para dirigir la Iglesia por el camino justo. Tanto en la lucha contra la pederastia como en la limpieza del banco de Dios, Benedicto XVI se qued¨® a medio camino. Quiso, pero no pudo. O pudo, pero no quiso.
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