La alargada sombra del Banco Ambrosiano
El banco del Vaticano fue fundado por el papa P¨ªo XII en 1942 y desde entonces, gracias al tupido secretismo que lo protege, ha protagonizado muchos de los episodios m¨¢s turbios de la historia italiana.
El Instituto para las Obras de Religi¨®n (IOR), como es oficialmente conocido el banco, est¨¢ bajo investigaci¨®n desde hace tres meses por la Fiscal¨ªa de Roma. En septiembre, la juez Mar¨ªa Teresa Covatta dispuso la confiscaci¨®n preventiva de 23 millones de euros depositados bajo la c¨²pula de San Pedro, porque el banco, dirigido por Ettore Gotti Tedeschi desde hac¨ªa apenas un a?o, no hab¨ªa comunicado a las autoridades italianas los nombres de dos clientes que hab¨ªan ingresado en ¨¦l 20 millones y 3 millones de euros, respectivamente.
La falta de transparencia en estas dos operaciones configura, seg¨²n los magistrados, un delito contra las normas europeas contra el lavado de dinero. Gotti Tedeschi y el director general del IOR son sospechosos actualmente de blanqueo de capitales. El Vaticano les apoy¨® y declar¨® en su defensa que Italia ya ten¨ªa toda la informaci¨®n sobre las dos operaciones bajo la lupa de la Fiscal¨ªa y que solo se hab¨ªa tratado de un "malentendido y mala comunicaci¨®n". El Tribunal de Casaci¨®n tiene que decidir a¨²n si desbloquea los 23 millones de euros, como pide la Santa Sede, o acoge en v¨ªa definitiva el requerimiento de los magistrados romanos.
Este caso es hasta el momento el ¨²ltimo de una serie de esc¨¢ndalos financieros del Vaticano que han atra¨ªdo la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica mundial.El m¨¢s sonado ocurri¨® en 1982 con la quiebra del Banco Ambrosiano, la mayor entidad privada de Italia de la ¨¦poca, cuyo principal accionista era la Santa Sede. La imagen de su presidente, Roberto Calvi, muerto en circunstancias a¨²n misteriosas, colgado del puente de Blackfriars de Londres, forma parte de la memoria colectiva.
Calvi expuso 14.000 millones de d¨®lares del banco en operaciones en el extranjero de alt¨ªsimo riesgo, que contaban con la garant¨ªa de cartas firmadas por el cardenal estadounidense Paul Marcinkus, el llamado banquero de Dios por su funci¨®n como director del IOR desde 1971 hasta 1989.
La bancarrota del Ambrosiano desencaden¨® una avalancha que arrastr¨® a la quiebra a una treintena de empresas. Marcinkus eludi¨® sentarse en el banquillo gracias a su pasaporte vaticano. La Santa Sede siempre rechaz¨® cualquier responsabilidad de su parte, pero s¨ª admiti¨® su "implicaci¨®n moral" y decidi¨® finalmente pagar 241 millones de d¨®lares de la ¨¦poca a los acreedores de la entidad.
Muy poco se sabe sobre las relaciones entre los pol¨ªticos italianos y los banqueros vaticanos. En 2009 el periodista de investigaci¨®n Gianluigi Nuzzi, en su libro Vaticano S.A., revelaba, gracias a los documentos legados por un ex directivo del Instituto para las Obras de Religi¨®n, que la entidad llevaba a?os lavando dinero de la mafia y abriendo cuentas secretas a nombre de pol¨ªticos, como el eterno ex primer ministro democristiano Giulio Andreotti, banqueros y empresarios.
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