Los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n ahogan la campa?a electoral italiana

Hace dos d¨¦cadas, en 1992, una ofensiva judicial contra la corrupci¨®n se llev¨® por delante a la clase pol¨ªtica italiana. Los dos partidos predominantes hasta entonces ¡ªla Democracia Cristiana y el Partido Socialista Italiano de Bettino Craxi¡ª desaparecieron. Aquella limpieza judicial se llam¨® Tangentopoli (la ciudad de los comisiones) y sent¨® en el banquillo a m¨¢s de 4.000 empresarios y pol¨ªticos. A una semana de las pr¨®ximas elecciones generales, Italia vive una situaci¨®n tan parecida ¡ªtambi¨¦n entonces el pa¨ªs atravesaba una gran crisis econ¨®mica¡ª que son ya muchos, entre ellos el primer ministro Mario Monti, los que no dudan en calificarla tristemente como "el regreso de Tangentopoli".

No se trata, ni mucho menos, de las peque?as e incesantes corruptelas pol¨ªticas que salpican la vida italiana. Se trata de un gran salto cualitativo. El martes fue arrestado Giuseppe Orsi, el consejero delegado de Finmeccanica, el segundo grupo industrial italiano, acusado de pagar sobornos para obtener un contrato de 560 millones de euros por la venta de 12 helic¨®pteros al Gobierno indio. El jueves le pusieron los grilletes a Gianluca Baldassarri, el gerente del Monte dei Paschi di Siena, el banco en funcionamiento m¨¢s antiguo del mundo, por ¡ªentre otras irregularidades¡ª la compra al Banco Santander de la entidad italiana Antonveneta por 9.000 millones de euros, 2.4000 millones m¨¢s de lo que Emilio Bot¨ªn hab¨ªa pagado por ella unas semanas antes.

Pero hay m¨¢s. La fiscal¨ªa de Mil¨¢n acusa a Roberto Formigoni, gobernador de Lombard¨ªa desde 1995, de asociaci¨®n para delinquir. Son innumerables las sospechas de corrupci¨®n que recaen desde hace a?os sobre la utilizaci¨®n de la sanidad lombarda para su enriquecimiento personal. Trece de los 80 diputados de su parlamento est¨¢n siendo investigados y cinco ya han sido detenidos. Tambi¨¦n fueron arrestados esta semana el presidente del club de f¨²tbol Cagliari y el alcalde con el que ten¨ªa manejos ilegales, el empresario Angelo Rizzoli por una quiebra fraudulenta, y el financiero Alessandro Proto¡­

Italia figura en el puesto 69?, junto a Ghana, del ¨ªndice de transparencia

La situaci¨®n es tan grave que el presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, ha mostrado su preocupaci¨®n y Mario Monti, candidato a continuar otra legislatura al frente del Gobierno, ha declarado: "Por desgracia, estamos ante algo muy similar a Tangentopoli. Los s¨ªntomas se parecen mucho, pero la esperanza es menor. En 1992 pens¨¢bamos que el fen¨®meno de las comisiones ilegales estaba llegando al final. Y, sin embargo, est¨¢ aqu¨ª otra vez". En t¨¦rminos parecidos se han manifestado la mayor¨ªa de los l¨ªderes pol¨ªticos.

Solo uno ha defendido la pertinencia de que las empresas italianas tiren de mordida para lograr contratos en el extranjero. "Las comisiones existen en todo el mundo; basta con el moralismo de los jueces", ha clamado, c¨®mo no, Silvio Berlusconi. Y ha a?adido: "Es in¨²til ignorar la realidad. Pagar una comisi¨®n en el extranjero es un fen¨®meno de necesidad. Los jueces lesionan a nuestras empresas, practican el masoquismo puro¡­". Pier Luigi Bersani, candidato del centroizquierda y favorito en las encuestas, dice que las palabras de Berlusconi hablan por s¨ª solas: "La derecha ha dejado al pa¨ªs sumido en una cat¨¢strofe ¨¦tica y moral".

A pocos d¨ªas de la cita electoral, los partidos hacen c¨¢balas sobre a qui¨¦n beneficiar¨¢ y a qui¨¦n perjudicar¨¢ la ofensiva judiciaria. Lo ¨²nico claro es que Italia acompa?a a Ghana en el puesto 69 de la lista de Transparency International y su pol¨ªticos no parecen dispuestos a arreglarlo.