La religi¨®n m¨¢s global
La elecci¨®n del nuevo papa enfrenta a la Iglesia con el reto de contar en el nuevo mundo emergente
Benedicto XVI anunci¨® su renuncia el 11 de febrero y, dos d¨ªas despu¨¦s, una de las mejores instituciones dedicadas a la sociolog¨ªa de la religi¨®n, el estadounidense Pew Forum on Religion and Public Life, dio a conocer un estudio sobre el catolicismo en el mundo del que se deduce una conclusi¨®n: la Iglesia cat¨®lica se halla en un momento plet¨®rico en cuanto a n¨²mero de seguidores, es m¨¢s universal que nunca antes en su historia y adem¨¢s es la m¨¢s universal de todas religiones, la m¨¢s cat¨®lica.
En el ¨²ltimo siglo, el catolicismo ha multiplicado por tres el n¨²mero de los fieles, desde 290 millones en 1910 hasta 1.100 millones en 2010, y ha mantenido su proporci¨®n de la poblaci¨®n mundial a pesar de la explosi¨®n demogr¨¢fica que ha afectado a zonas del planeta donde no ten¨ªa arraigo, principalmente el llamado Tercer Mundo, hoy pa¨ªses emergentes, lo que significa que la mitad de los cristianos siguen siendo cat¨®licos y que lo son tambi¨¦n una sexta parte de los habitantes del planeta.
La ¨²nica creencia que supera al catolicismo, pero no a los 2.200 millones con que cuenta el cristianismo en su conjunto, es el islam con sus 1.600 millones de seguidores, con independencia de sus numerosas sectas, divisiones y escuelas; aunque hay una diferencia sustancial: los cristianos cat¨®licos se hallan repartidos por todo el planeta mientras que el islam se halla concentrado en Asia, Magreb y Oriente Pr¨®ximo, estas dos ¨²ltimas regiones las ¨²nicas donde la poblaci¨®n cristiana est¨¢ en declive.
La globalizaci¨®n afecta a todas las religiones, pero ninguna creencia est¨¢ tan globalizada como el catolicismo, seg¨²n las cifras del Pew. Tambi¨¦n lo est¨¢ el cristianismo, dividido en numerosas confesiones y creencias, pero el peso del catolicismo y su organizaci¨®n jer¨¢rquica, con una cabeza con visibilidad mundial, le sit¨²an en una posici¨®n privilegiada para actuar como agente global en un mundo multipolar y emergente como el nuestro.
Hace un siglo el 65% de los cat¨®licos eran europeos, ahora es en Am¨¦rica donde est¨¢ la mayor parte de los cat¨®licos del mundo, el 47% en total, de los que un 39% se concentra en Latinoam¨¦rica. Brasil es la primera potencia cat¨®lica mundial. Donde crece m¨¢s r¨¢pidamente la poblaci¨®n cat¨®lica es en el ?frica subsahariana, donde eran un mill¨®n hace un siglo y son 171 millones ahora.
Si el catolicismo realmente existente est¨¢ globalizado, no lo est¨¢n sus estructuras jer¨¢rquicas y ni siquiera sus mermadas huestes de presb¨ªteros y religiosos de ambos sexos. El 47% de los curas est¨¢n en Europa, solo el 30% en las dos Am¨¦ricas y un 21,9% en Asia y ?frica, seg¨²n el Anuario Estad¨ªstico de la Iglesia de 2010. M¨¢s desproporcionado y pol¨ªticamente significativo es el reparto de los cardenales, puesto que ser¨¢n ellos los que escoger¨¢n en el c¨®nclave al pr¨®ximo papa.
La primera regi¨®n cat¨®lica del mundo cuenta con 11 electores si se incluye Latinoam¨¦rica y 19 si se incluye Estados Unidos y Canad¨¢; mientras que Europa tendr¨¢ 53, es decir, el 44% del colegio cardenalicio, a pesar de su peso decreciente en el catolicismo mundial. Lo mismo cabe decir de Italia, con sus 21 cardenales electores, cuando representa el 4,6% de la poblaci¨®n cat¨®lica mundial.
Situado en el paisaje en transformaci¨®n del mundo global, Benedicto XVI ha sido un Papa torpe, impol¨ªtico, con escaso carisma y reducidas capacidades diplom¨¢ticas, atareado y ensimismado en su personalidad de acad¨¦mico y te¨®logo y sin habilidad alguna para hacer notar su peso internacional ni siquiera cuando sus seguidores sufren persecuci¨®n e incluso muerte en manos del terrorismo, como sucede en Nigeria o Pakist¨¢n.
La decisi¨®n que marcar¨¢ su papado, sin embargo, es precisamente la de irse en las condiciones en que lo ha hecho, en el momento en que la Iglesia tiene ante s¨ª unos retos que no se pueden afrontar con una personalidad tan d¨¦bil en su cabeza y cuando necesitaba un nuevo gesto modernizador, que la situara a la altura de las instituciones que quieren jugar en el tablero global multipolar. La renuncia es este gesto, que viene a completar la modernizaci¨®n del proceso electoral emprendida ya por Pablo VI al fijar en 120 el n¨²mero m¨¢ximo de cardenales electores y establecer en 80 a?os el l¨ªmite de edad. Benedicto XVI, con sus 83 a?os, adopta la jubilaci¨®n como una decisi¨®n normal cuando el titular no se siente con fuerzas para seguir comandando la instituci¨®n. No hay duda de que establece un poderoso antecedente.
El siguiente paso est¨¢ ahora en manos de los 117 cardenales, que se hallar¨¢n en una situaci¨®n con muchas analog¨ªas pol¨ªticas: quienes m¨¢s tienen que perder con el cambio son los ¨²nicos que pueden emprender el camino del cambio. Ser¨¢ as¨ª si saben encontrar al hombre que comprenda los retos del mundo global y utilizar las formidables palancas con que cuenta el catolicismo, religi¨®n emergente en cuanto a los creyentes, aunque en abierto declive si se tiene en cuenta a quienes la dirigen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.