EE UU pasa a la ofensiva para frenar los ciberataques

Un d¨ªa despu¨¦s de que se conociesen nuevos datos sobre la responsabilidad de China en los ataques cibern¨¦ticos sufridos en los ¨²ltimos a?os por Estados Unidos, el Gobierno norteamericano ha anunciado este mi¨¦rcoles una estrategia m¨¢s agresiva para proteger sus secretos y los de las empresas de este pa¨ªs del peligro de su interferencia en la red de Internet. Entre otras medidas, Washington amenaza con sanciones econ¨®micas contra los gobiernos involucrados en esas pr¨¢cticas.

Los responsables norteamericanos no han querido se?alar directamente a China ni admiten, oficialmente, una relaci¨®n entre el informe que culpa al Ej¨¦rcito chino de los ciberataques y las iniciativas anunciadas ayer. El Gobierno chino ha negado tajantemente, como suele hacer, su vinculaci¨®n con los casos denunciados de penetraci¨®n a trav¨¦s de Internet, y EE UU no puede culparle sin exponerse a una monumental crisis diplom¨¢tica. ¡°Esta estrategia no est¨¢ enfocada en ning¨²n pa¨ªs en particular¡±, declar¨® un alto funcionario implicado en la elaboraci¨®n de este plan.

Los responsables norteamericanos no han querido se?alar directamente a China ni admiten, oficialmente, una relaci¨®n entre el informe que culpa al Ej¨¦rcito chino de los ciberataques y las iniciativas anunciadas ayer

Pero la reacci¨®n de la Administraci¨®n ante la escalada de pirater¨ªa cuyo origen ha sido identificado por los expertos y por los servicios de inteligencia norteamericanos en China demuestra que el presidente Barack Obama est¨¢ decidido a actuar de forma m¨¢s en¨¦rgica para contrarrestar esa amenaza, mucho m¨¢s grave de lo que parec¨ªa hasta hace poco tiempo.

¡°Para una econom¨ªa como la nuestra, que est¨¢ basada en la innovaci¨®n, en lo que producimos y en lo que creamos, este es un asunto de crucial importancia¡±, manifest¨® a la agencia Reuters el responsable de Comercio Exterior, Ron Kirk, uno de los organismos que forma parte del proyecto presentado el mi¨¦rcoles en la Casa Blanca por el fiscal general, Eric Holder, y la secretaria de Comercio, Rebecca Blank.

El comit¨¦ de Asuntos de Espionaje de la C¨¢mara de Representantes ha calculado que los robos en Internet de secretos comerciales y propiedades intelectuales, en su gran mayor¨ªa dirigidos por China, le han costado a este pa¨ªs m¨¢s de 300.000 millones de d¨®lares en 2012.

El plan anunciado este mi¨¦rcoles pretende actuar exclusivamente en el cap¨ªtulo de los ataques sobre la investigaci¨®n, la actividad empresarial y el comercio. ¡°Se trata de coordinar esfuerzos para hacer frente a este grave da?o contra nuestra econom¨ªa¡±, declar¨® el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. Para ello, participan en esta estrategia varias de las empresas que han sido objeto de ciberataques en los ¨²ltimos a?os, que son pr¨¢cticamente todas las grandes marcas norteamericanas.

El comit¨¦ de Asuntos de Espionaje de la C¨¢mara de Representantes ha calculado que los robos en Internet de secretos comerciales y propiedades intelectuales, en su gran mayor¨ªa dirigidos por China, le han costado a este pa¨ªs m¨¢s de 300.000 millones de d¨®lares en 2012

Pero esta ciberguerra tiene otro flanco, que Obama record¨® la semana pasada en su discurso sobre el estado de la Uni¨®n y que afecta a la seguridad del pa¨ªs y de los ciudadanos: el riesgo de penetraci¨®n en sistemas como los de la energ¨ªa el¨¦ctrica, el agua potable o el tr¨¢fico a¨¦reo, entre otros cuya interferencia podr¨ªa generar p¨¢nico y caos.

Carney asegur¨® el mi¨¦rcoles, al respecto, que es necesario regular la actividad en el ciberespacio, especialmente para proteger ciertos puntos vitales de la infraestructura de EE UU. El portavoz afirm¨® que este es un objetivo que est¨¢ ¡°constantemente en la mente del presidente¡± y al que da actualmente una gran importancia y prioridad.

Todo indica que, para Washington, ese ser¨¢ uno de los primeros puntos de la agenda en futuras reuniones bilaterales con China. Lo que no garantiza una soluci¨®n. Pek¨ªn ha recibido antes quejas por su respaldo a la pirater¨ªa sin haber reaccionado con medidas contundentes. Tampoco EE UU, que ha dado preferencia al establecimiento de un buen clima de relaciones con China, ha insistido hasta el momento lo suficiente.

Washington confiaba en la llegada al poder en Pek¨ªn de una nueva figura, Xi Jinping, que tomar¨¢ posesi¨®n como presidente el mes pr¨®ximo, como una oportunidad para estrenar un periodo de mayor cooperaci¨®n

Eso parece haber cambiado ahora. Un editorial del diario The New York Times, uno de los blancos de los ataques chinos, consideraba el mi¨¦rcoles que a Obama ¡°se le ha acabado la paciencia¡± con China y est¨¢ dispuesto a presionar con m¨¢s energ¨ªa. Un antiguo responsable de la CIA entrevistado por la cadena CNN advert¨ªa que la ciberguerra puede tener efectos m¨¢s perjudiciales y es m¨¢s miserable que el duelo mantenido entre EE UU y Rusia durante la guerra fr¨ªa.

Uno de los problemas es que este conflicto llega en un p¨¦simo momento pol¨ªtico. Washington confiaba en la llegada al poder en Pek¨ªn de una nueva figura, Xi Jinping, que tomar¨¢ posesi¨®n como presidente el mes pr¨®ximo, como una oportunidad para estrenar un periodo de mayor cooperaci¨®n. Dif¨ªcilmente ocurrir¨¢ eso si Obama plantea de inmediato un asunto tan controvertido como el de los ciberataques. Adem¨¢s, es improbable que el nuevo presidente empiece su mandato con una concesi¨®n a EE UU en ese terreno.

Pese a ese obst¨¢culo, el portavoz de la Casa Blanca insisti¨® al Congreso en que apruebe una legislaci¨®n sobre ciberseguridad, a lo que los legisladores se han resistido hasta ahora por lo que supone de intromisi¨®n en la libertad de movimientos dentro de la red de Internet.