La antipol¨ªtica mantiene en vilo a Italia
Beppe Grillo, l¨ªder del movimiento que m¨¢s crece en los sondeos, protagoniza el fin de la campa?a electoral impulsado por una marea humana en Roma
Los pol¨ªticos italianos viven pendientes de la televisi¨®n. Y la televisi¨®n italiana vive pendiente de los pol¨ªticos. Se trata de un negocio redondo, popularidad y votos a cambio de audiencia y espect¨¢culo. Hasta ahora. Beppe Grillo, el l¨ªder del Movimiento 5 Estrellas, no ha pisado un plat¨® ni respondido una sola pregunta period¨ªstica durante la campa?a electoral que ha acabado este viernes. Su m¨¦todo para llegar a los ciudadanos se ha basado en una combinaci¨®n muy eficaz entre lo m¨¢s viejo, el contacto personal a trav¨¦s de m¨ªtines sin parafernalia, y lo m¨¢s nuevo, una p¨¢gina web interactiva, un blog y una cuenta de Twitter. El resultado tiene en vilo a todas las formaciones pol¨ªticas. Con su discurso explosivo contra la corrupci¨®n de los partidos y los recortes de Bruselas, el antiguo c¨®mico ha logrado abarrotar todas las plazas del pa¨ªs. Decenas de miles de personas le aclaman esta noche en la de San Juan de Letr¨¢n de Roma.
Hasta tal punto que las expectativas de victoria de Pier Luigi Bersani ¡ªel candidato del centroizquierda¡ª, el regreso ag¨®nico de Silvio Berlusconi o la incursi¨®n de Mario Monti en la pol¨ªtica dependen ahora de la capacidad de Grillo para convertir su tsunami tour en una marea de votos.
Ha sido una campa?a larga, extra?a, subida de tono, interrumpida por la renuncia de Benedicto XVI y, finalmente, protagonizada por un antisistema, Beppe Grillo. Ha sido larga porque empez¨® el 8 de diciembre, el d¨ªa que Silvio Berlusconi ¡ªque llevaba casi un a?o en hibernaci¨®n¡ª apareci¨® en la ciudad deportiva del Milan y anunci¨® su regreso. ¡°La verdad¡±, dijo, ¡°es que se necesitaba un l¨ªder como el Berlusconi de 1994 [el a?o que entr¨® en pol¨ªtica], pero como no lo hab¨ªa, he vuelto. Y he vuelto para vencer¡±. Desde entonces hasta ahora no ha habido una ma?ana o una tarde en que los l¨ªderes de los partidos tradicionales, empezando por el viejo capataz de la derecha, no se hayan subido a un plat¨® a disparar titulares a diestro y siniestro, aunque casi siempre sin entrar en el fondo de los muchos problemas que afectan a Italia.
Ha sido extra?a por el perfil de sus protagonistas. Salvando a Pier Luigi Bersani, un candidato surgido de las primarias del Partido Democr¨¢tico (PD) y cuya ambici¨®n es convertirse en el pr¨®ximo primer ministro de Italia, el resto se presenta ¡ªo no se presenta¡ª bajo diversos caparazones. Por ejemplo, Monti decidi¨® oficialmente entrar en pol¨ªtica una semana despu¨¦s de que Berlusconi anunciara su candidatura y retirara el apoyo al Gobierno t¨¦cnico. Pero el profesor utiliz¨® una f¨®rmula in¨¦dita, la de ser cabeza de un cartel de centro ¡ªScelta Civica¡ª pero sin aparecer en las papeletas para no perder su condici¨®n de senador vitalicio. Pero no queda ah¨ª el asunto. Berlusconi s¨ª es cabeza de cartel, pero en funci¨®n de un acuerdo electoral alcanzado con la Liga Norte ¡ªel partido nacionalista de Lombard¨ªa¡ª, si ganase ocupar¨ªa solo la cartera de Econom¨ªa y dejar¨ªa la jefatura del Gobierno a un tercero. ?A qui¨¦n? No se sabe. Para finalizar, Beppe Grillo. El l¨ªder del movimiento ciudadano ¡ªsus defensores se enfurecen si se les llama antipol¨ªtica¡ª tampoco figura en las papeletas, entre otras cosas porque se lo impide una vieja condena por homicidio involuntario tras un accidente de tr¨¢fico.
Adem¨¢s de larga y extra?a ha sido una campa?a subida de tono porque el tono, como en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, lo ha marcado Berlusconi. Y el viejo tah¨²r tiene poco que perder y mucho que ganar. Sabe que una vez que los italianos depositen su voto ¡ªel domingo durante todo el d¨ªa y el lunes hasta las tres de la tarde¡ª, los jueces de Mil¨¢n quitr¨¢n el bot¨®n de pausa y seguir¨¢n adelante con sus procesos, entre ellos el de inducci¨®n a la prostituci¨®n de menores. As¨ª que Berlusconi se ha lanzado a tumba abierta. Il Cavaliere, m¨¢s que una victoria necesita un blindaje de poder, y no ha escatimado esfuerzos por llamar a rebato a sus votantes. Su ¨²ltima estrategia ha sido comprometerse por carta ¡ªha enviado nueve millones, dinero no le falta¡ª a devolver el impuesto sobre la primera vivienda que el gobierno t¨¦cnico reinstaur¨® en 2012. Aunque pueda parecer mentira, todav¨ªa le quedan jirones de credibilidad. Las centralitas de las asociaciones de consumidores recibieron un sinf¨ªn de llamadas de ciudadanos ¡ªsobre todo, personas mayores¡ª que preguntaban si ya pod¨ªan pasarse a cobrar.
El resto de los candidatos bastante ha hecho con intentar desmontar sus trolas y maquinar cualquier titular con posibilidad de colarse en un telediario. En esa b¨²squeda, Mario Monti, el m¨¢s inexperto, se meti¨® m¨¢s de una vez en direcci¨®n contraria. La ¨²ltima, hace un par de d¨ªas. Dijo que Angela Merkel ver¨ªa con malos ojos un gobierno de izquierdas. El PD de Pier Luigi Bersani se molest¨® y la canciller¨ªa alemana no tuvo m¨¢s remedio que enviar una nota desdiciendo a Monti. El autogol del profesor fue el pen¨²ltimo cap¨ªtulo de una campa?a larga y extra?a. Sea cual sea el resultado, siempre se recordar¨¢ por la irrupci¨®n de un c¨®mico llamado Beppe Grillo seguido por un ej¨¦rcito de ciudadanos corrientes hartos de ser, durante d¨¦cadas de abusos y corrupci¨®n, meros espectadores del circo televisivo.
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