La tercera Rep¨²blica italiana
La llave del futuro no pertenece al PD de Bersani ni a Berlusconi, sino a los indignados que han apoyado al movimiento de Beppe Grillo
Los dirigentes del Partido Democr¨¢tico italiano saludaron ayer los favorables sondeos a pie de urna con una frase errada pero prof¨¦tica: ¡°La Tercera Rep¨²blica ha empezado¡±. Cuando se conoci¨® la primera proyecci¨®n de voto ¡ªequivocada pero igualmente fat¨ªdica¡ª y se vio que la izquierda no tendr¨ªa la mayor¨ªa necesaria para gobernar en el Senado, los fundadores de la nueva Rep¨²blica escondieron la cabeza bajo el ala y no comparecieron m¨¢s. El en¨¦simo fracaso del centroizquierda gobernado en la sombra por el estalinista de alma Massimo D¡¯Alema pone a Italia, y a Europa, en una situaci¨®n extrema. La tercera Rep¨²blica ha empezado de verdad, pero la llave del futuro no la tienen ni el pacato y ultraconservador PD ¡ªincapaz de proponer a estas alturas de siglo una miserable ley de parejas de hecho¡ª ni el eterno e indecente bunga bunga del gran fornicador de votos, Silvio Berlusconi.
Como pas¨® en los a?os veinte del siglo pasado con el surgimiento del fascismo, el inagotable laboratorio pol¨ªtico italiano ha parido una novedad absoluta en plena crisis de las democracias europeas: los indignados ¡ªj¨®venes pero no solo¡ª han tomado el Parlamento desde las urnas. Al frente de ese voto transversal que exige a golpes de tuit y meg¨¢fono limpieza y transparencia, el c¨®mico Beppe Grillo se ha convertido en el capo popolo (l¨ªder del pueblo) posmoderno e internauta que decidir¨¢ la suerte del pa¨ªs y del continente. Denigrar a su movimiento como un mero fen¨®meno populista es una simpleza in¨²til. La pol¨ªtica de partidos nacida tras la II Guerra Mundial est¨¢ agonizando a lomos del diktat ultraliberal que lo sostiene hoy, y los italianos, cuna del derecho, la buena vida y el arte, lo han detectado, como suelen, antes que nadie.
El problema de legitimidad que sufre la pol¨ªtica decidida por Berl¨ªn y Bruselas se ha puesto de manifiesto con toda crudeza. Ya no se trata de frenar a los indignados y a la mal llamada antipol¨ªtica ¡ªporque la pol¨ªtica real es hoy indefendible¡ª. Urge revisar las causas que originan ese movimiento. Angela Merkel amenaz¨® con sacar a Grecia del euro para dar ejemplo, y ha impuesto a griegos, italianos, portugueses y espa?oles un r¨¦gimen insoportable de austeridad que ha convertido a sus ciudadanos en esclavos sin futuro y cada vez con menos derechos. El grito que viene de Italia es solo el primer s¨ªntoma de disidencia masiva. Basta pensar en lo que pasar¨ªa en Espa?a si se votara ma?ana. Creer que una gran coalici¨®n entre los dinosaurios Berlusconi y D¡¯Alema es la soluci¨®n a esa disfunci¨®n europea es una quimera sin sentido. Ha sonado la hora de los pepitos grillo. Gobernar por decreto a favor de los bancos, las empresas y las ¨¦lites, y dejar a los j¨®venes sin presente tiene estas cosas. La tercera Rep¨²blica Italiana ha empezado. Ahora solo falta saber cu¨¢nto tardar¨¢ en contagiarse y d¨®nde se repetir¨¢.
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