La otra guerrilla de Colombia reclama con secuestros una negociaci¨®n de paz

Mientras el Gobierno de Juan Manuel Santos se concentra en Cuba en negociar la paz con la guerrilla de las FARC, la m¨¢s antigua y conocida de Am¨¦rica Latina, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), la otra guerrilla colombiana, trata de llamar la atenci¨®n. Para ello, recientemente secuestr¨® a ocho personas en dos acciones, entre ellas a dos peruanos, dos alemanes y un canadiense. Estos tres ¨²ltimos a¨²n est¨¢n en su poder.

El secuestro ha sido una pr¨¢ctica com¨²n de esta guerrilla, que se calcula tiene 1.500 hombres. Sin embargo, lo novedoso es que lo haya hecho p¨²blico a trav¨¦s de comunicados. En uno calificaron a los alemanes de ¡°esp¨ªas¡± y en otro afirmaron que al canadiense, a los dos peruanos y a tres colombianos, les hicieron un juicio por pertenecer a una multinacional minera.

El presidente Santos y su ministro de Defensa, Juan Carlos Pinz¨®n, condenaron el hecho. Incluso, la Comisi¨®n Facilitadora para los Di¨¢logos con el ELN, que se cre¨® en 1999, reapareci¨® para rechazar estos secuestros. ¡°Entendemos que para que tengan cabida di¨¢logos de paz entre el Gobierno y el ELN (¡­) deben cesar acciones que, como el secuestro, resultan incongruentes¡±.

Desde entonces los anuncios del ELN no han parado. Al tiempo en que se conoc¨ªa que los alemanes hab¨ªan sido secuestrados en noviembre pasado, la guerrilla anunci¨® que hab¨ªan liberado a cinco de los seis contratistas secuestrados en enero. La liberaci¨®n se concret¨® gracias a la colaboraci¨®n con el Gobierno del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CIRC), un acuerdo que incluy¨® la suspensi¨®n de operaciones militares.

Esta misma comisi¨®n es la que ahora ha sido autorizada por Santos, junto al CIRC, para lograr la liberaci¨®n de los dos alemanes, tras recibir un mensaje de la guerrilla pidiendo la intermediaci¨®n. El pa¨ªs espera la liberaci¨®n en cualquier momento esta semana de los alemanes Uwe y G¨¹nther Otto Brauer, dos hermanos jubilados que vienen viajando por el mundo hace a?o y medio en un viejo veh¨ªculo y entraron en Colombia el 10 de octubre de 2012.

El grupo criminal publicita sus acciones, cosa que antes no hac¨ªa

La sorpresa para el pa¨ªs fue que no liberaron a todos. En otro comunicado, el ELN explic¨® que el canadiense Jernoc Wobert seguir¨ªa en su poder, lo que ha sido interpretado como una forma de rechazar la presencia de multinacionales mineras en el pa¨ªs, un sector clave para los planes econ¨®micos de Santos.

En el mismo comunicado enviaron una larga lista de exigencias al Gobierno, para terminar anunciando que seguir¨¢n ¡°presionando para encontrar soluciones reales al conflicto interno¡± y que adem¨¢s se disponen ¡°a dialogar con el Estado para construir soluciones no militares¡±.

Para Luis Celis, analista de la Corporaci¨®n Nuevo Arco Iris, estos secuestros ¡°ser¨ªan una forma de hacerse visibles, de decir aqu¨ª estamos y de presionar [un posible di¨¢logo de paz]. Pero es un camino complicado porque el repudio de la sociedad al secuestro es enorme¡±, dijo.

Las especulaciones sobre la posibilidad de una mesa de negociaci¨®n con esta guerrilla han aumentado en la ¨²ltima semana. Incluso, el diario El Espectador asegur¨® que el Gobierno pronto anunciar¨ªa el inicio de los di¨¢logos y que el ¨²nico retraso ser¨ªan los secuestros.

En los comunicados se ofrecen una y otra vez a dialogar con el Gobierno

Sin embargo, nada se ha confirmado. Lo ¨²ltimo que el presidente Santos ha dicho es que ante cualquier negociaci¨®n lo primero es la discreci¨®n. ¡°Si el ELN quiere alg¨²n tipo de acercamiento tiene que respetar ese principio. En su debido momento le responderemos por los canales adecuados¡±, dijo en noviembre, en respuesta a una carta del ELN en la que informaba la conformaci¨®n de una delegaci¨®n para un ¡°di¨¢logo exploratorio¡±.

El ELN tiene una larga tradici¨®n de di¨¢logos de paz y ha expresado en varias ocasiones su disposici¨®n a iniciar uno nuevo con el Gobierno. Lo hizo antes de llegar Santos al poder y durante la presidencia de ?lvaro Uribe.

Por eso, para algunos analistas como Carlos Velandia, ex guerrillero de ese grupo y facilitador en procesos anteriores, sorprende la indecisi¨®n de Santos para iniciar un proceso de paz. ¡°Pareciera que se fuera a repetir exactamente el mismo esquema que aplic¨® el expresidente [Andr¨¦s] Pastrana de negociar con la organizaci¨®n m¨¢s fuerte [las FARC] y dejar a un lado a la m¨¢s peque?a¡±, se?al¨®.

Para Velandia, lo deseable es que ¡°a la mayor brevedad¡± se pueda iniciar un di¨¢logo ordenado y sistematizado en una mesa propia. ¡°Quiz¨¢s, m¨¢s adelante, el ELN pueda aplazar el di¨¢logo con otro gobierno y as¨ª lo ha dicho recientemente Gabino [su m¨¢ximo l¨ªder]¡±, se?al¨® el ex guerrillero.

Otra posici¨®n tiene Mar¨ªa Victoria Llorente, directora de Ideas para la Paz, quien cree que es un error iniciar un di¨¢logo con el ELN a la par con el de las FARC. ¡°Enredar¨ªa la negociaci¨®n porque las agendas son distintas. El ELN no puede pretender equipararse con las FARC. Tienen que tener un principio de realidad de su situaci¨®n¡±, explic¨®.

A lo que se le podr¨ªa sumar la ambiciosa agenda de esta guerrilla. ¡°El ELN aspira a [negociar] muchos temas y el primero ser¨ªa la discusi¨®n del tema minero-energ¨¦tico, lo que lo aleja del gobierno Santos¡±, opina Luis Celis.

Desde el anuncio de los di¨¢logos con las FARC, varios sectores de la sociedad civil han pedido anexar al ELN a la negociaci¨®n con esa guerrilla en Cuba, que ya cumple cuatro meses.