Un tribunal suspende las elecciones legislativas en Egipto

En la turbia transici¨®n egipcia, ya se divisa una nueva batalla jur¨ªdico-pol¨ªtica. La Corte Administrativa ha ordenado este mi¨¦rcoles la suspensi¨®n cautelar de las elecciones legislativas, que se deb¨ªan celebrar en cuatro fases entre el pr¨®ximo 22 de abril y finales de junio. El tribunal, que se encarga de dirimir las disputas legales entre ¨®rganos del Estado, decidi¨® remitir al Tribunal Constitucional una demanda que cuestiona la legalidad de la normativa electoral.

La aprobaci¨®n de la legislaci¨®n estuvo marcada por la pol¨¦mica desde su inicio, pues la oposici¨®n censur¨® la distribuci¨®n de esca?os entre circunscripciones argumentando que favorec¨ªa a los Hermanos Musulmanes, el partido del presidente Morsi. De hecho, el principal recurso de inconstitucionalidad ante la Corte Administrativa lo present¨® un diputado opositor en el Senado, Mohamed Mohaieddin. La parcialidad de la ley electoral fue uno de los argumentos que ofreci¨® el Frente Nacional de Salvaci¨®n, la principal coalici¨®n opositora, para justificar su boicoteo a los comicios.

De acuerdo con la nueva Constituci¨®n, el Senado present¨® su proyecto de ley ante el Constitucional para que ¨¦ste emitiera su opini¨®n sobre la legalidad del borrador. El tribunal detect¨® errores en cinco art¨ªculos diferentes del texto. Sin embargo, el Senado, dominado por las fuerzas islamistas, introdujo tan solo algunas de las recomendaciones del Constitucional en la normativa, abriendo la puerta a nuevos litigios legales, tal como advirtieron numerosos juristas.

En los dos a?os transcurridos desde la revoluci¨®n que destron¨® a Hosni Mubarak, la transici¨®n egipcia se ha caracterizado por una falta absoluta de consenso entre las fuerzas pol¨ªticas sobre las reglas del juego del nuevo tiempo pol¨ªtico. Adem¨¢s de numerosos episodios de violencia en las calles, la falta de acuerdos ha provocado una judicializaci¨®n de la vida pol¨ªtica del pa¨ªs.

Por ejemplo, en una controvertida decisi¨®n, el Tribunal Constitucional disolvi¨® la C¨¢mara Baja el pasado mes de junio, lo que desat¨® una guerra abierta entre la corte y las fuerzas islamistas. Fue a causa de los recelos hacia la instituci¨®n que el presidente Morsi aprob¨® a finales de noviembre una declaraci¨®n constitucional por la que se arrogaba poderes excepcionales. Entre ellos, figuraba la inmunidad de todas sus decisiones frente a los tribunales.

El momento de m¨¢xima tensi¨®n entre islamistas y jueces se produjo a finales del a?o pasado, cuando centenares de militantes de los partidos de base religiosa asediaron la instituci¨®n durante varios d¨ªas. Su intenci¨®n era evitar un posible veredicto que disolviera la Asamblea Constituyente.

Precisamente, algunos analistas han interpretado la decisi¨®n judicial como un nuevo episodio en la batalla que libran islamistas y magistrados. ¡°Los jueces ya anularon la C¨¢mara Baja el a?o pasado y ahora suspenden las elecciones. La judicatura est¨¢ politizada. Es un juego¡±, tuite¨® el investigador Michael Hanna. La primera reacci¨®n de la Hermandad ha sido prudente. A trav¨¦s de su cuenta de twitter la cofrad¨ªa ha reiterado su respeto a las decisiones judiciales.

El en¨¦simo pulso de la transici¨®n llega cuando el pa¨ªs atraviesa un momento de angustia. Durante las ¨²ltimas semanas se han producido de forma continuada disturbios entre las fuerzas de seguridad y detractores del presidente Morsi en varias regiones, la mayor¨ªa adyacentes al Canal de Suez o situadas en el Delta del Nilo. Sin duda, Port Said es el foco de mayor tensi¨®n en esta ¨²ltima ola de protestas que se inici¨® a finales de enero.

Desde hace un par de semanas, la ciudad portuaria se encuentra en huelga general, y los enfrentamientos entre la polic¨ªa y grupos de j¨®venes son frecuentes. Durante las ¨²ltimas horas, han muerto cinco personas a causa de los altercados, incluidos dos agentes de polic¨ªa. El pr¨®ximo s¨¢bado, se conocer¨¢ la sentencia definitiva sobre la masacre del estadio de f¨²tbol de Port Said, en la que fueron asesinados m¨¢s de 70 hinchas, y se teme un nuevo estallido de violencia.