El guardi¨¢n de las finanzas del Papa
El espa?ol Lucio Vallejo es el ¡®n¨²mero dos¡¯ de la econom¨ªa de la Santa Sede El miembro del Opus Dei es conocido en Le¨®n por su habilidad para la especulaci¨®n inmobiliaria
No especular¨¢s no es un mandamiento, por lo que las finanzas de la Iglesia pueden tener or¨ªgenes muy diversos. El n¨²mero dos de la econom¨ªa del Vaticano es un espa?ol, monse?or Lucio Vallejo, un religioso de 51 a?os, procedente de Astorga (Le¨®n), en cuya di¨®cesis ejerci¨® de ec¨®nomo durante 20 a?os. Miembro del Opus Dei y protagonista de una carrera tan eficaz como discreta, algunos analistas se preguntan si su perfil ser¨¢ del agrado del nuevo papa Francisco, un jesuita. Porque si en alg¨²n punto un jesuita tiene poco que ver con un miembro del Opus Dei es en su forma de interpretar el mundo a trav¨¦s de la econom¨ªa. Y, dado el caso, las operaciones en Bolsa y la especulaci¨®n (inmobiliaria) han sido dos de los ejes capitales de la gesti¨®n de monse?or Vallejo.
?Cuando en el verano de 2001 se supo que algo m¨¢s de 300.000 euros confiados al ec¨®nomo de Astorga hab¨ªan ca¨ªdo en Gescartera, alguien pudo pensar que la s¨®lida trayectoria del padre Lucio Vallejo estaba a punto de tocar a su fin. Gescartera era un chiringuito financiero de dudosa honradez que result¨® ser el primer esc¨¢ndalo del Gobierno de Aznar. Varias di¨®cesis espa?olas fueron sorprendidas jugando a la renta variable, con fondos propios o confiados por los feligreses, en un asunto que la Iglesia resolvi¨® sin explicaciones, como viene siendo habitual. Vallejo tampoco se vio obligado a dar alguna respuesta en p¨²blico.
Diez a?os despu¨¦s de ese episodio negro en su rampante carrera (fue nombrado ec¨®nomo con 29 a?os en 1991, el m¨¢s joven en su momento), Vallejo era reclamado por Roma para ocupar la secretar¨ªa de la Prefectura de Asuntos Econ¨®micos, que controla los bienes que dependen de la Santa Sede. Por entonces, monse?or presid¨ªa una Sicav (Vayomer, ahora Naujirdam), un producto financiero que tributa al 1%, donde gestionaba m¨¢s de 7 millones de euros en Bolsa, generalmente en empresas espa?olas.
?Eran fondos de la Iglesia? ?Ahorros de feligreses confiados al padre? El actual ec¨®nomo de Astorga, V¨ªctor Manuel Mur¨ªa Borrajo, sentado ante una mesa pulcra y sin un solo papel, responde muy tajante a la pregunta: ¡°En nuestra di¨®cesis no hay ninguna Sicav en estos momentos¡±.
El curr¨ªculo del Vaticano sobre Lucio Vallejo ofrece este dato (su presidencia de la Sicav, que abandona en 2012) as¨ª como su pertenencia al Consejo de Administraci¨®n de la Mutualidad del Clero espa?ol, la mutua de los sacerdotes, alg¨²n cargo de administrador de colegios diocesanos y el puesto de ec¨®nomo de Astorga. Pero nada m¨¢s. Es poco equipaje para ascender a Roma y encargarse de sus finanzas: una licenciatura en Teolog¨ªa, unos cursos inacabados de Derecho por la Universidad a Distancia, una actividad como profesor, consultor religioso en colegios y p¨¢rroco en 13 pueblos lim¨ªtrofes de Astorga. De su labor pastoral no hay documentaci¨®n que pueda aportar el servicio de prensa del Obispado: monse?or no tiene obra escrita sobre asuntos entre el cielo y la tierra. Adem¨¢s de su pertenencia al Opus Dei, no hay m¨¢s indicios sobre sus cualidades para gestionar una econom¨ªa del tama?o del Vaticano (con un presupuesto de 750 millones entre Santa Sede, Curia y obras misionales).
Fue el ec¨®nomo m¨¢s joven de la Iglesia espa?ola. Entre sus inversiones en Astorga estaba Gescartera
?Cu¨¢l ha sido el m¨¦rito que ha conducido a Vallejo a Roma? Si nos atenemos al testimonio popular, muchos son los elogios y muchos los silencios en Astorga y alrededores sobre su buen juicio para los asuntos del dinero, pero no hay detalles al respecto. Entre sus admiradores se encuentran hasta los gestores municipales socialistas, que profesan respeto y admiraci¨®n por el ec¨®nomo. Vallejo es un sacerdote de buena planta (casi 1,80), bien parecido, agradable en el trato y con las dosis suficientes de seducci¨®n para conseguir sus prop¨®sitos.
A Vallejo se le atribuye, por encima del propio obispo, la modernizaci¨®n de la di¨®cesis, una de las m¨¢s grandes de Espa?a (ocupa parte de Le¨®n, Zamora y Ourense) con sus 960 parroquias y cerca de 250 sacerdotes para realizar tareas pastorales y m¨¢s de 1.500 lugares de culto. Gracias a su impulso, hay un ordenador en cada despacho del Obispado (remozado hace unos a?os) y museos (el Palacio de Gaud¨ª) que se gestionan con criterios de empresa. Su carisma y sus modales de hombre de este tiempo (usa tableta y tel¨¦fono inteligente) han sido ampliamente divulgados, pero no otros detalles de su conducta. Como cuando mostraba un bello retablo a unas visitas y manifestaba: ¡°Est¨¢ hecho para rezar frente a ¨¦l, no frente a las cuatro viejas de costumbre¡±.
No demasiada gente conoc¨ªa sus gustos refinados. As¨ª que sorprendi¨® en la comarca alg¨²n detalle de monse?or difundido en sendos art¨ªculos publicados por el Diario de Le¨®n (¡°un br¨®ker con sotana¡± y ¡°gal¨¢ctico monse?or¡±). No eran los habituales textos de un peri¨®dico local, generalmente conservador y cuidadoso con las cosas de la Iglesia. A trav¨¦s de este diario se conoci¨® que era el propietario de una vivienda de dise?o en Celada de la Vega, merecedora del Premio de Arquitectura de Castilla y Le¨®n en 2007. Conocida como Casa de Descanso hab¨ªa costado apenas 41.480 euros. ¡°El encargo lo hizo un cliente especial¡±, comentaba en una revista la autora, la arquitecta Virginia Gonz¨¢lez Rebollo, ¡°que lleg¨® con un libro debajo del brazo, un libro de Le Corbusier donde aparece una casa en el lago de Ginebra, que ¨¦l mismo realiz¨® para sus padres¡±. Ese cliente especial era monse?or.
En otros puntos de la comarca se interpret¨® la casa de descanso como un ejemplo significativo de los equilibrios de Vallejo con los principales constructores de la regi¨®n. No pas¨® desapercibido que la vivienda fuera dise?ada por la hija de Victoriano Gonz¨¢lez, propietario de la constructora La Cepedana y expresidente de Caja Espa?a, adem¨¢s de socio de Jos¨¦ Luis Ulibarri, otro constructor, propietario del Diario de Le¨®n. La habilidad de monse?or Vallejo para repartir obras ha sido manifiesta (alguna de ellas de gran calado, como la imponente iglesia del Buen Pastor, en Ponferrada, que cost¨® 2,5 millones de euros). Basta conocer el balance de la di¨®cesis de Astorga para advertir que, probablemente, sea la primera empresa de la comarca. En 2011, el Obispado tuvo unos gastos de 7.656.000 euros, de los cuales casi la mitad (3,5 millones) se destinaron a obras en templos y centros de atenci¨®n pastoral, una partida muy superior a la de ¡°sustentaci¨®n del clero¡± (2,2 millones).
Vallejo supo mover ese presupuesto, pero fue eficaz para el Obispado en otro punto: contrat¨® una aparejadora y mont¨® un eficaz servicio que fue poniendo a nombre del Obispado todas cuantas ermitas, casas del cura, fincas y un sinf¨ªn de bienes inmuebles sin escriturar abundaban por la extensa geograf¨ªa de la di¨®cesis. Alg¨²n testigo habla de 300 carpetas. Esa labor de patrimonializaci¨®n permiti¨® algunas jugosas operaciones urban¨ªsticas, al vender las casas del cura o sus terrenos para edificar viviendas a pesar de la oposici¨®n de los vecinos afectados. Por ejemplo, en San Andr¨¦s de Montejo, donde no se olvidan de ¨¦l.
Sus parroquianos, sin embargo, le adoran, porque a sus pueblos no les falta de nada. Sirva como ejemplo la restauraci¨®n de la iglesia de San Juan Bautista, en Magaz de Cepeda, gracias a 125.000 euros invertidos en una poblaci¨®n de 400 habitantes.
La sabidur¨ªa para dar y recibir (por ejemplo, unos espaciosos estudios que regal¨® a la Cope en Ponferrada en un edificio anexo a una iglesia) ha sido la clave de su gesti¨®n como ec¨®nomo. La burbuja inmobiliaria hizo el resto y elev¨®, de alguna manera, a monse?or a las alturas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Astorga
- Opus Dei
- Papa Francisco
- Gescartera
- Caso Gescartera
- Le Corbusier
- Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar
- Especulaci¨®n inmobiliaria
- Provincia Le¨®n
- Santa Sede
- Financiaci¨®n Iglesia
- Papa
- Administraci¨®n eclesi¨¢stica
- Castilla y Le¨®n
- Bolsa
- Clero
- Desarrollo urbano
- Iglesia cat¨®lica
- Cristianismo
- Urbanismo
- Religi¨®n
- Espa?a
- Justicia
- Finanzas