¡°Bergoglio hablar¨¢ con todo el mundo¡±
El nuevo papa y el l¨ªder de la comunidad jud¨ªa de Buenos Aires, Abraham Skorka, son amigos En 2010 publicaron un libro con conversaciones sobre Dios, la pol¨ªtica y el poder
Hace unos 20 a?os el club de f¨²tbol San Lorenzo marchaba muy bien en alg¨²n torneo nacional argentino mientras River Plate daba manotazos de ahogado. Por las calles de Buenos Aires los cuervos picoteaban a las gallinas. Es decir, los hinchas de San Lorenzo se mofaban de sus paisanos de River. Que el marco de cualquier chanza fuese la Catedral de Buenos Aires durante la celebraci¨®n de un Tedeum no era tan extra?o. Y que el bromista fuese el arzobispo y la v¨ªctima un rabino, entraba dentro de lo previsible. El caso es que tras una derrota de River uno le pregunt¨® al otro si esa noche cenar¨ªa cazuela de gallina.
Y as¨ª naci¨® una amistad que se extendi¨® a lo largo de muchas conversaciones, unas veces en el despacho del entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio y otras en el del rabino Abraham Skorka. En diciembre de 2009 decidieron poner entre ellos una grabadora y un periodista. Y en 2010 publicaron sus conversaciones en el libro Sobre el cielo y la tierra, que ahora llegar¨¢ a Espa?a. Hablaron sobre Dios, el diablo, la pol¨ªtica y el poder, la dictadura militar argentina, el peronismo, el divorcio¡ Despu¨¦s siguieron conversando cada viernes en un programa de televisi¨®n que se emit¨ªa por el canal de la Archidi¨®cesis de Buenos Aires. As¨ª lleg¨® el cardenal a sus 76 a?os y el rabino a los 62, sin abandonar ninguno el trato de usted hacia el otro.
?Sobre el poder, Bergoglio le dijo a Skorka: ¡°No est¨¢ mal si la religi¨®n dialoga con el poder pol¨ªtico, el problema es cuando se asocia con ¨¦l para hacer negocios debajo de la mesa. Y en la historia argentina, creo que hubo de todo¡±. Acerca del dinero: ¡°A veces pregunto al que se confiesa si da limosna a los mendigos. Cuando me dicen que s¨ª sigo preguntando: '?Y mira a los ojos al que le da limosna, le toca la mano?' Y ah¨ª empiezan a enredarse, porque muchos le tiran la moneda y voltean la cabeza¡±. Sobre la dictadura militar argentina (1976-1983): ¡°?Qu¨¦ hizo la Iglesia en aquellos a?os? Hizo lo que hace un organismo que tiene santos y pecadores. (¡) En la Iglesia hubo cristianos de los dos bandos, cristianos muertos en la guerrilla, cristianos que ayudaron a salvar gente y cristianos que cre¨ªan que estaban ayudando a salvar a la Patria¡±.
Skorka le plante¨® a Bergoglio: ¡°Aquellos que pertenec¨ªan a la dirigencia, que estaban en posiciones de liderazgo, ?tuvieron los reflejos necesarios para actuar como deb¨ªan? No estoy hablando s¨®lo de la Iglesia, hablo de todos los que ten¨ªan alguna influencia de poder en la Argentina de ese momento. ?La ten¨ªan y no se animaban a perderla? ?Por qu¨¦ no sacudieron las estructuras? Pienso en toda la sociedad argentina, en todos aquellos que s¨ª pod¨ªan golpear una puerta y decirles a los militares que si quer¨ªan combatir a la guerrilla ten¨ªan que hacer juicios. De ninguna manera pod¨ªan hacer desaparecer a las personas, eso fue horroroso¡±.
¡°No est¨¢ mal si la religi¨®n dialoga con el poder, el problema es cuando se asocia con ¨¦l para hacer negocios", seg¨²n dec¨ªa el nuevo Papa
Y Bergoglio, a quien dos curas jesuitas acusaron al menos de retirarles la protecci¨®n que terminar¨ªa en el secuestro y tortura de ellos durante cinco meses, le contest¨®: ¡°En la l¨ªnea que usted menciona actu¨® la Iglesia chilena durante el Gobierno militar de Augusto Pinochet, y cre¨® la Vicar¨ªa de la Solidaridad. Tomo un camino decidido. Como dije antes, aqu¨ª se hicieron pronunciamientos y se acentuaron las gestiones reservadas, y eso dio lugar a todo tipo de especulaciones. Yo, por ejemplo, tuve que aclarar en el libro El Jesuita las acusaciones que se me hac¨ªan sobre los casos de dos sacerdotes¡±.
En el libro no se menciona a los presidentes N¨¦stor Kirchner (2003-2007) y su esposa Cristina Fern¨¢ndez. Pero se habla de la falta de di¨¢logo entre los argentinos. Las conversaciones se iniciaron justo un a?o despu¨¦s de los paros de 2008 que convoc¨® el sector agrario contra el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez y en el que Bergoglio critic¨® la postura del Gobierno. Aquella crisis del campo culminaba un lustro de desencuentros entre el matrimonio peronista y el cardenal de ra¨ªces peronistas. Sin embargo, Bergoglio, sigui¨® reclamando di¨¢logo en lo que puede interpretarse como un cr¨ªtica m¨¢s o menos expl¨ªcita hacia el Gobierno: ¡°?Es verdad que los argentinos no queremos dialogar?¡± se preguntaba en el libro. ¡°No lo dir¨ªa as¨ª. M¨¢s bien pienso que sucumbimos v¨ªctimas de actitudes que no nos permiten dialogar: la prepotencia, no saber escuchar, la crispaci¨®n del lenguaje comunicativo, la descalificaci¨®n previa y tantas otras. El di¨¢logo nace de una actitud de respeto hacia otra persona, de un convencimiento de que el otro tiene algo bueno que decir¡±.
A Skorka no le sorprendi¨® que la primera decisi¨®n que tom¨® el Papa fuese tenderle la mano al rabino jefe de Roma con una carta donde le dec¨ªa: ¡°Espero intensamente poder contribuir al progreso de las relaciones entre jud¨ªos y cat¨®licos conocidas a partir del Concilio Vaticano II, en un esp¨ªritu de colaboraci¨®n renovada¡±.
¡ª Jorge Mario se llama ahora Francisco. Pero es el mismo, ¡ªcomenta Skorka¡ª. Si ¨¦l tuvo relaciones ¨ªntimas con la comunidad jud¨ªa de la Argentina, con todos los rabinos y conmigo una relaci¨®n especial¡ ?Por qu¨¦ no la va a tener con toda la juder¨ªa del mundo? ?l va a seguir siendo el mismo.
A Skorka no le sorprendi¨® que la primera decisi¨®n que tom¨® el Papa fuese tenderle la mano al rabino jefe de Roma
¡ª?C¨®mo es su Jorge Mario?
Una persona muy austera, ¨ªntegra, con una profunda b¨²squeda de Dios¡ Muy sensible, por m¨¢s que como l¨ªder, ¨¦l sabe conjugar muy bien el liderazgo, la fortaleza, sin perder la sensibilidad.
¡ª?Qu¨¦ recuerdo guarda sobre esa sensibilidad?
¡ª?l tuvo un gesto muy significativo el a?o pasado cuando la Universidad Cat¨®lica Argentina, de la cual ¨¦l es una de las autoridades m¨¢s importantes, me otorg¨® un t¨ªtulo de doctorado Honoris Causa. Hab¨ªa miles de personas en el auditorio. ?l fue quien me entreg¨® el diploma, y ah¨ª no hab¨ªa micr¨®fono. Est¨¢bamos ¨¦l y yo. Hab¨ªa miles rode¨¢ndonos, pero ¨¦l me hablaba en voz baja a m¨ª. Y antes de darme el diploma me dice: ¡°Usted no sabe cu¨¢nto so?¨¦ yo con este momento¡±. Despu¨¦s me dio un abrazo, que ni yo me di cuenta en ese momento, que estaba volando por los aires. Cuando lo volv¨ª a ver en YouTube, el abrazo lo dice todo. Sol¨ªamos caminar juntos, y siempre la pregunta era: ¡°Y bueno, ?qu¨¦ es lo pr¨®ximo que vamos hacer?¡±, para dejar un testimonio que pruebe que se debe buscar canales de comprensi¨®n y de dialogo realmente comprometido y profundos.
¡ª?Qu¨¦ creen que aprendieron el uno del otro?
¡ªM¨¢s all¨¢ de las cuestiones t¨¦cnicas, nos enriquecimos espiritualmente. Mientras escrib¨ªamos el libro, los tres sufrimos perdidas de seres queridos. ?l, su hermano; el periodista, a su madre; y yo a mi suegro. Y los tres de una enfermedad terminal. Uno de los cap¨ªtulos del libro es sobre la muerte, c¨®mo enfrentarla. Y Bergoglio dec¨ªa que para morir, tenemos que abandonarnos en manos de Dios. Es algo muy profundo. Uno lo habr¨¢ escuchado mil veces, pero en ese ¨¢mbito, en esa situaci¨®n, entend¨ª una arista distinta de la existencia.
¡ªQuienes lo conocen dicen que Bergoglio es un hombre al que le gusta la pol¨ªtica y conoce los entresijos del poder.
¡ªNo me cabe la m¨¢s m¨ªnima duda. Pero estoy convencido de que el Bergoglio que yo conozco es aquel en donde los valores priman m¨¢s all¨¢ de todo juego pol¨ªtico. La vida es pol¨ªtica, siempre hay juegos. Y ¨¦l, como l¨ªder del Vaticano, va a tener que estar en esos entresijos pol¨ªticos. Pero la integridad va a estar m¨¢s all¨¢ de toda consideraci¨®n.
El rabino vaticina lo que ser¨¢ el papado de Francisco: ¡°?l hablaba con todos aqu¨ª en la Argentina, y creo que va a seguir hablando con todos, en la Argentina y en el mundo. Es una persona de mente muy amplia, pero cuidado: en todo lo que se refiera a justicia y rectitud, bondad, misericordia, consideraci¨®n con respecto al sufrimiento de los pueblos, primar¨¢n los valores¡±.
¡ª?Qu¨¦ destacar¨ªa en su car¨¢cter como rasgo argentino?
¡ªNo s¨®lo su argentinidad, sino su ser porte?o, de Buenos Aires. No olvide que ¨¦l desciende de italianos y el porte?o tiene mucho de italiano y de espa?ol. ?l guard¨® mucho de la tradici¨®n de sus abuelos del Piamonte, especialmente de su abuela. Una vez me dijo que su italiano no era literario sino m¨¢s bien piamont¨¦s. Lo porte?o se le nota tambi¨¦n en el humor que pone en todo, en la campechan¨ªa, la calidez. Ac¨¢ nos dejamos de protocolos y vamos directo al abrazo en la calle.
Al margen de la grabadora, en sus conversaciones ¨ªntimas, Bergoglio y Skorka hablaron sobre la posibilidad de ¡°mejorar el mundo a trav¨¦s de un liderazgo especial¡±.
Y Bergoglio le contaba que un Papa deber¨ªa dar ejemplo de austeridad. El martes, por la tarde, cuando Abraham Skorka vio a su amigo en lo alto de aquel balc¨®n en la Plaza de San Pedro, pens¨® que tal vez, si pudiera, Francisco ahora le dir¨ªa:
¡ª?En la que me he metido¡!
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