Mordaza a un l¨ªder de la libertad de expresi¨®n

Este viernes, en el marco de una sesi¨®n extraordinaria de la Asamblea General de la Organizaci¨®n de los Estados Americanos, se producir¨¢ un debate decisivo para el futuro de las garant¨ªas de derechos humanos en toda la regi¨®n.

Un grupo de naciones, lideradas por Ecuador, pretenden ¡°reformar¡±la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos y su Relator¨ªa Especial para la Libertad de Expresi¨®n. El supuesto prop¨®sito de estas reformas ser¨ªa ¡°fortalecer¡± las garant¨ªas de derechos humanos. Sin embargo, si fueran implementadas, debilitar¨ªan gravemente a la Comisi¨®n y facilitar¨ªan que los gobiernos puedan ignorar derechos fundamentales y limitar la libertad de expresi¨®n.

Como Presidente de Colombia entre 1990 y 1994, he sido testigo de lo dif¨ªcil que es para las instituciones nacionales evolucionar y ser reformadas cuando no existen presiones externas. Como Secretario General de la OEA entre 1994 y 2004, tuve la oportunidad de comprobar personalmente la enorme eficacia de la Comisi¨®n Interamericana para presionar a los Estados cuando necesitaban ayuda para avanzar en materia de derechos humanos.

La comisi¨®n ha desempe?ado un papel clave en la defensa de los principios de la Carta Democr¨¢tica Interamericana. Ha exigido que se garantice la transparencia e imparcialidad en las elecciones y, con el mismo nivel de importancia, ha actuado cuando algunos gobiernos pretendieron socavar la independencia judicial o la libertad de expresi¨®n. Una democracia genuina depende de la existencia de frenos y contrapesos y de la libertad de prensa.

Las reformas que se impulsan actualmente cercenar¨ªan gravemente la autonom¨ªa que ha sido clave para el ¨¦xito de la Comisi¨®n Interamericana. Por ejemplo, una de las propuestas limitar¨ªa el financiamiento de la comisi¨®n impidiendo que obtenga fondos de fuentes externas a la regi¨®n. Actualmente, el 30 por ciento del presupuesto de la comisi¨®n proviene de Europa.

Esta medida tendr¨ªa un efecto devastador, especialmente para la Relator¨ªa Especial para la Libertad de Expresi¨®n, que durante a?os ha encabezado la lucha por la libertad de prensa en la regi¨®n, y se ha opuesto constantemente a aquellos gobiernos que no creen en la libre expresi¨®n. La Relator¨ªa podr¨ªa perder pr¨¢cticamente la totalidad de su financiamiento, lo cual har¨ªa m¨¢s f¨¢cil para los gobiernos procesar penalmente a sus cr¨ªticos, aplicar la censura y cerrar medios independientes.

Otra de las reformas propuestas impedir¨ªa a los Estados que no han ratificado la Convenci¨®n Americana sobre Derechos Humanos postular candidatos a la comisi¨®n. Esta medida pareciera apuntar a que se limite la participaci¨®n de Estados Unidos y Canad¨¢, que no han ratificado la Convenci¨®n, pero son igualmente supervisados por la comisi¨®n y, sobre todo, son fuentes fundamentales de apoyo financiero y pol¨ªtico para el trabajo de la comisi¨®n.

Nuestra regi¨®n ha logrado avances notables para los derechos humanos desde los d¨ªas nefastos de la Guerra Fr¨ªa.Casi todas las dictaduras de la regi¨®n han sido reemplazadas por gobiernos democr¨¢ticos. Sin embargo, en ocasiones estas democracias han ido contra la libertad de expresi¨®n y otros derechos fundamentales. El sistema interamericano de derechos humanos es el mecanismo m¨¢s id¨®neo con que contamos actualmente para asegurar que los gobiernos de las Am¨¦ricas efectivamente protejan estos derechos y libertades p¨²blicas.

Hasta hoy, s¨®lo unos pocos pa¨ªses se han sumado a los insistentes esfuerzos de Ecuador para debilitar nuestro sistema regional de derechos humanos. Ha llegado el momento de que los gobiernos que tienen un compromiso genuino con los derechos humanos y la democracia defiendan a la comisi¨®n y pongan fin a esta campa?a da?ina.

C¨¦sar Gaviria Trujillo es ex Presidente de Colombia y ex Secretario General de la Organizaci¨®n de los Estados Americanos.

*Este art¨ªculo fue publicado originalmente en ingl¨¦s por The Washington Post.