Entre la "guerra de Dios" contra el matrimonio gay y el apoyo a la uni¨®n civil

Francisco era Jorge Bergoglio. El papa era arzobispo de Buenos Aires. Corr¨ªa 2010 y el entonces diputado N¨¦stor Kirchner, expresidente argentino (2003-2007), lograba que el Congreso aprobara la ley del matrimonio gay pese a la divisi¨®n en sus filas y en la oposici¨®n. Infructuosa hab¨ªa sido la carta de Bergoglio a unas monjas carmelitas diciendo que aquella norma era una ¡°movida del diablo¡± dentro de una ¡°guerra de Dios¡± o el apoyo a una manifestaci¨®n contra el proyecto, a la que concurri¨® poca gente. Ni siquiera ¨¦l asisti¨®.

La presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, compar¨® entonces la campa?a del ahora papa con la Inquisici¨®n. Pero al mismo tiempo los sectores m¨¢s ultraconservadores de la Iglesia de su pa¨ªs tacharon de tibio a su ahora papa. Lo criticaban no solo por supuesta falta de firmeza en su rechazo al llamado matrimonio igualitario sino tambi¨¦n por haber promovido como alternativa la uni¨®n civil entre gais, una figura similar pero con otro nombre. En una reciente entrevista con el semanario alem¨¢n Der Spiegel, el te¨®logo brasile?o de la Liberaci¨®n Leonardo Boff dijo ¡°hace un par de meses aprob¨® expresamente que una pareja de homosexuales adoptara un ni?o".

Pese a toda la beligerancia por la ley, despu¨¦s de aprobada, la Federaci¨®n Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) pidi¨® una audiencia con Bergoglio. ?l los recibi¨® en la curia porte?a y tambi¨¦n fueron representantes de otros colectivos gais. Los visitantes le plantearon su preocupaci¨®n por el lenguaje que hab¨ªa usado contra el matrimonio entre personas del mismo sexo.

¡°?l dec¨ªa que no confundi¨¦ramos a la Iglesia con un todo¡±, recuerda Fabio Rapisardi, que en ese entonces era funcionario del Instituto Nacional contra la Discriminaci¨®n y como tal hab¨ªa impulsado la ley. ¡°En la Iglesia hay opositores m¨¢s ac¨¦rrimos que yo (al matrimonio gay)¡±, les dijo el entonces arzobispo. ¡°?l no estaba de acuerdo con llamarlo matrimonio. ?l estaba a favor de la uni¨®n civil, pero para nosotros eso era discriminatorio¡±, cuenta Rapisardi. En Argentina primero rigi¨® la uni¨®n civil gay en Buenos Aires, pero sin el derecho a la adopci¨®n de hijos. Bergoglio no aclar¨® en esa reuni¨®n si ¨¦l aceptaba que las parejas de personas del mismo sexo adoptaran ni?os.

Al finalizar el encuentro, uno de los visitantes, que era cat¨®lico, le regal¨® al ahora papa un rosario con las 59 cuentas pintadas con los colores del arco iris. Entonces Bergoglio les prometi¨® que iba a rezar con ese rosario.

¡°Fue una reuni¨®n muy amena. Es un caballero¡±, opina Rapisardi, que tambi¨¦n es cat¨®lico. ¡°Yo creo que el tema de la diversidad sexual es el m¨¢s dif¨ªcil dentro de la Iglesia. Hay quiz¨¢ m¨¢s apertura con temas de g¨¦nero. Bergoglio hizo gestos con el tema pobreza y desigualdad, pero no hay condiciones en la Iglesia para ideas que ata?en a un sacramento como el del matrimonio. Para cambiar se necesitar¨ªa un concilio, y no veo que Bergoglio est¨¦ en eso. S¨ª lo veo dando m¨¢s participaci¨®n a la mujer, a los divorciados, a los laicos. Es un moderado en todo y como tal deja que los sectores progresistas puedan discutir. Juan Pablo II y Benedicito XVI hab¨ªan hecho una razia¡±, se?ala Rapisardi, secretario de la FALGBT.

De todos modos, la FALGBT y los dem¨¢s dirigentes del movimiento gay argentino han manifestado su rechazo al nombramiento de Bergoglio como papa. "Quiz¨¢ el hecho que Francisco haya vivido los ¨²ltimos dos a?os y medio en un pa¨ªs con matrimonio igualitario y haya corroborado que ninguna de las cat¨¢strofes que ¨¦l mismo predijo se cumplieron, pueda hacer cambiar su posici¨®n negativa a las leyes de igualdad", dijo la FALGBT. La expresidenta de esta federaci¨®n y actual legisladora kirchnerista en el Parlamento local de Buenos Aires, Mar¨ªa Rachid, record¨® que Francisco ¡°es un hombre que se opone al uso de anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados o infecciones de transmisi¨®n sexual, a la educaci¨®n sexual en los colegios y al derecho al aborto; no me alegra que haya un argentino representando todas estas ideas¡±. De todos modos, como arzobispo, y a diferencia de otros colegas m¨¢s conservadores, no centraba sus discursos ni convocaba marchas para criticar al Estado por repartir preservativos.