La derecha francesa truena contra la imputaci¨®n de Sarkozy
La UMP deslegitima al juez y le acusa de actuar por motivos pol¨ªticos
La Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) ha salido este viernes en bloque en defensa del buen nombre de Nicolas Sarkozy, imputado el jueves por un juez de Burdeos por un presunto delito de abuso de debilidad de la anciana Liliane Bettencourt, la mujer m¨¢s rica de Francia y heredera del imperio cosm¨¦tico L¡¯Or¨¦al. La reacci¨®n de la derecha gala recuerda mucho la actitud que emplean los conservadores italianos cuando valoran las imputaciones y condenas infligidas a su l¨ªder, Silvio Berlusconi. Unos han acusado al juez de actuar por motivos pol¨ªticos, otros de encarnizamiento contra Sarkozy, y no ha faltado quien, como el exredactor de los discursos del expresidente, Henri Guaino, acus¨® al juez de haber deshonrado a la justicia.
La imputaci¨®n de Sarkozy supone, en todo caso, una deflagraci¨®n pol¨ªtica de grandes proporciones. Es la segunda vez que un expresidente de la Rep¨²bica es imputado, despu¨¦s de que lo fuera Jacques Chirac, que acab¨® condenado por el caso de los empleos ficticios del ayuntamiento de Par¨ªs. La imputaci¨®n por un delito que puede costarle tres a?os de c¨¢rcel complica el posible retorno de Sarkozy a la pol¨ªtica, una hip¨®tesis que seg¨²n dijo en una entrevista reciente podr¨ªa plantearse si Francia le necesitara.
Las aspiraciones presidencialistas de sus colegas de partido salen a su vez claramente reforzadas, porque la agenda de Sarkozy estar¨¢ ligada en los pr¨®ximos meses, y quiz¨¢ a?os, al espectacular caso Bettencourt, en el que hay ya una docena larga de imputados. Jean-Fran?ois Cop¨¦, actual presidente de la formaci¨®n conservadora, ha sido el m¨¢s templado entre los suyos al limitarse a comentar que Sarkozy no comprende la decisi¨®n del magistrado, mientras el exministro del Interior Brice Hortefeux ha revelado que su amigo considera que ha sido tratado de forma ¡°escandalosa¡±.
Otro dirigente con aspiraciones al El¨ªseo, el exprimer ministro Fran?ois Fillon, ha calificado la imputaci¨®n como ¡°injusta y extravagante¡±, sin atreverse a relacionarla con una eventual persecuci¨®n pol¨ªtica, cosa que s¨ª ha hecho Hortefeux, cabeza visible del C¨ªrculo de Amigos de Sarkozy, que ha dicho que Sarkozy ha sido perseguido por los jueces de forma ¡°constante y permanente a lo largo de los ¨²ltimos a?os¡±. En realidad, el exministro del Interior y espresidente, que perdi¨® su inmunidad al dejar el El¨ªseo, solo ha sido imputado hasta ahora en este caso, aunque su nombre ha aparecido de forma recurrente en otras causas, ya zanjadas como el caso Clearstream, o en fase de instrucci¨®n o investigaci¨®n preliminar como el caso Karachi, el caso Gadafi, el de los sondeos del El¨ªseo y el de Tapie-Christine Lagarde.
Otro gran amigo de Sarkozy, el bar¨®n de la UMP y exministro Laurent Wauquiez, puso en cuesti¨®n la independencia de la justicia y afirm¨® que no cree ¡°en el azar del calendario¡±, subrayando que la decisi¨®n judicial llega, por sorpresa, la misma semana en que el ministro socialista J¨¦r?me Cahuzac ha sido procesado, ¡°y cuando Sarkozy es m¨¢s popular en los sondeos¡±. Para Wauquiez, la imputaci¨®n ¡°hace planear la duda sobre una utilizaci¨®n de la justicia con fines pol¨ªticos¡±
A trav¨¦s de Twitter, otros miembros de la UMP, como Lionel Luca, cargaron duramente contra el juez y contra los socialistas, a los que acus¨® de ¡°organizar un complot para favorecer las aspiraciones de Fran?ois Hollande en las presidenciales de 2017¡±. Otros trataron de minimizar el alcance de la decisi¨®n judicial recordando que la imputaci¨®n no supone el final de la presunci¨®n de inocencia ni equivale a una condena.
La imputaci¨®n ha sido una sorpresa porque el expresidente y su abogado, que anunci¨® que recurrir¨¢ el auto, pensaban que Sarkozy estaba fuera de peligro tras haber declarado en noviembre durante doce horas ante el juez y haber salido del tribunal sin cargos por falta de pruebas. El juez de Burdeos Jean-Michel Gentil no debi¨® quedar muy convencido de la declaraci¨®n de Sarkozy, que afirm¨® que solo visit¨® una vez el domicilio de Bettencourt durante su campa?a de 2007 y que lo hizo para encontrarse brevemente con Andr¨¦ Bettencourt, el marido de Liliane.
El juez decidi¨® la imputaci¨®n del exjefe del Estado tras someterle a un careo con cuatro miembros del servicio dom¨¦stico de la anciana multimillonaria. Seg¨²n varios medios franceses, un testigo clave fue el exmayordomo Pascal Bonnefoy, autor de las grabaciones de las conversaciones de Bettencourt que destaparon el esc¨¢ndalo. Pero Le Monde afirma que quienes refutaron a Sarkozy son Bruno Lantuas, que todav¨ªa ejerce como mayordomo de la anciana; los ch¨®feres Dominique Gautier y Patrick Kararsi, y su excamarera Dominique Gaspard.
En todo caso, no deja de ser ir¨®nico que el presidente de los ricos, como se le conoci¨® durante su mandato, haya acabado siendo procesado gracias a los testimonios de los empleados de la multimillonaria Liliane Bettencourt. Unos y otros confirmaron que Sarkozy visit¨® la casa varias veces durante la campa?a de 2007, y que se encontr¨® no solo con Andr¨¦ Bettencourt, que muri¨® aquel mismo a?o, sino tambi¨¦n, y en varias ocasiones, con Liliane Bettencourt, coincidiendo adem¨¢s con diversas llegadas de grandes cantidades de dinero en efectivo desde una cuenta suiza. El juez cree que la veterana admiradora de Sarkozy dio al menos 150.000 euros al partido para apoyar su elecci¨®n.
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