Acapulco: sol, playa y violencia
La emblem¨¢tica ciudad tur¨ªstica se resiente por la violencia que impera en Guerrero
Acapulco est¨¢ lleno de cruces: casi en cada esquina de la zona urbana, a ambos lados de las carreteras que unen los poblados del municipio, frente a un comercio o junto a las comisar¨ªas. Cada una de ellas recuerda a un muerto, alguien que perdi¨® la vida de forma violenta en el lugar exacto donde hoy se le reza. A veces los cuerpos tiroteados y mutilados est¨¢n a la vista, por donde pasan los coches, otras hay que desviarse por caminos de tierra y andar unos metros sobre la hierba para encontrarlos. ¡°En esta zona se hallan v¨ªctimas continuamente¡±, se?ala el fot¨®grafo Bernardino Hern¨¢ndez, corresponsal de la Agencia Cuartoscuro, mientras busca el lugar en el que han localizado el primer cad¨¢ver del d¨ªa. Se trata de un ¨¢rea apartada, entre los poblados de El Salto y San Isidro Gallinero, en el interior del valle, a unos veinte minutos en coche de la Costera, la avenida donde se encuentra el Acapulco tur¨ªstico, con los mejores hoteles en primera l¨ªnea de playa. All¨ª, en el que fuera refugio vacacional de artistas de Hollywood a mediados de siglo XX, la presencia policial es continua y aun as¨ª los visitantes sufren con frecuencia asaltos, robos e incluso asesinatos.
Tras la violaci¨®n de seis espa?olas el pasado febrero el Gobierno de Madrid decidi¨® incluir al Estado de Guerrero en la lista de zonas de alto riesgo a las que recomienda no viajar. Al convertirse el crimen en un esc¨¢ndalo internacional hubo una gran movilizaci¨®n para resolver el caso, que hoy est¨¢ cerrado con la detenci¨®n de los seis autores confesos. Sin embargo, pocos d¨ªas despu¨¦s otro turista belga fue asesinado y unas semanas m¨¢s tarde, dos canadienses sufrieron un atraco. No en balde, en todo Guerrero hubo el a?o pasado 15.135 robos, 2.754 homicidios, 75 secuestros y 351 violaciones. La anulaci¨®n de las reservas de 500 estadounidenses para su descanso de primavera ¨Cunos d¨ªas antes de Semana Santa-, ha hecho poner las esperanzas del sector para los pr¨®ximos d¨ªas en el turismo nacional, principal fuente de ingresos de esta industria gracias a la proximidad de Acapulco con la Ciudad de M¨¦xico, Puebla o Quer¨¦taro. A mediados del mes de marzo, la ocupaci¨®n hotelera en la urbe rondaba el 50%, seg¨²n los datos oficiales.
Unos d¨ªas antes de las vacaciones, los 950 alumnos de bachillerato de una escuela municipal toman clases en un polideportivo. Hace 15 d¨ªas secuestraron a un profesor y a su sobrina a la entrada del centro. Ocho d¨ªas despu¨¦s sus cuerpos aparecieron muy cerca del colegio, emplazado en una parte alta de Acapulco, aislada del bullicio de la ciudad. Desde entonces, los alumnos estudian al aire libre. Cada grupo se organiza en torno a una mesa grande o recibe las lecciones sentado en las gradas del estadio de b¨¦isbol. Ni los padres ni los maestros quieren volver a las aulas. ¡°Esto est¨¢ peor que Colombia¡±, dice una madre que no quiere hablar por temor. El portavoz de los profesores, ?ngel P¨¦rez Brito, asegura que esperar¨¢n a despu¨¦s de las fiestas para tomar una decisi¨®n. Ellos piden que los reubiquen en una zona m¨¢s poblada donde pueda haber vigilancia.
¡°Que tenemos problemas de violencia es cierto, lo reconocemos, pero estamos trabajando para salir adelante y en poco tiempo va a haber una mejor seguridad¡±, afirma el presidente municipal, Luis Walton. ¡°Aqu¨ª hay dos frentes. La violencia y el problema social. No se puede resolver uno sin el otro. Estamos hablando de dos Acapulcos con realidades muy distintas: el Acapulco tur¨ªstico y el de las colonias. Debemos garantizar seguridad en ambos¡±.
Para descubrir esa otra realidad no hace falta caminar m¨¢s de cinco calles desde la avenida principal del puerto. De la fachada de la Secretar¨ªa de Protecci¨®n y Vialidad municipal todav¨ªa cuelga un cresp¨®n. All¨ª mismo mataron a un agente hace pocas semanas. Ahora los polic¨ªas se esconden detr¨¢s de una puerta que solo abren para permitir la entrada y salida del personal. Dos camiones destartalados pero a¨²n en circulaci¨®n, veh¨ªculos oficiales del cuerpo, reposan en la calle haciendo guardia.
El padre Mendoza, sacerdote de la colonia La Laja, a cinco minutos en coche de la costa, asegura que las expresiones de violencia para el com¨²n de los acapulque?os son constantes desde 2005. En esta ¨¦poca el cartel de los hermanos Beltran-Leyva se descompuso y afloraron distintas bandas de narcotraficantes. Esta tarde celebra una misa por dos vecinos secuestrados y asesinados hace nueve d¨ªas. ¡°Ellos viven en esta realidad permanentemente. Hay un miedo colectivo. Aqu¨ª lo que han aumentado son otro tipo de formas de violencia menos medi¨¢ticas, como secuestros y extorsiones¡±, asegura. En este sentido, la escritora Iris Garc¨ªa Cuevas, autora de la novela 36 toneladas ¨Csobre el crimen organizado- y natural de Acapulco, reconoce que ahora los ataques afectan m¨¢s a la sociedad civil y son menos espectaculares. ¡°Antes se mataban entre ellos, tem¨ªas estar en el lugar equivocado y que te tocara una bala perdida en medio de una persecuci¨®n aparatosa¡±.
Pese a la puesta en marcha en octubre de 2011 del plan Guerrero Seguro destinado a fortalecer la vigilancia, despu¨¦s del mediod¨ªa en barrios perif¨¦ricos como Zapata o Sina¨ª no hay casi polic¨ªa guardando las calles. Cuando uno se adentra en estos poblados debe hacerlo con los vidrios bajados: ¡°Aqu¨ª se ve qui¨¦n no es del pueblo, as¨ª que mejor ir de frente¡±, asegura el fot¨®grafo Hern¨¢ndez. En la avenida principal, la mitad de los comercios-un centenar de ellos- est¨¢n cerrados. A muchos de sus due?os los mataron por no pagar cuota. El rastro de las balas se refleja en las fachadas de muchas casas de la colonia, compuesta en su mayor¨ªa por edificios de dos o tres plantas y viviendas unifamiliares muy viejas. ¡°El ambiente est¨¢ m¨¢s tranquilo ahora, hace unos meses era peor, pod¨ªa haber de 2 a 4 homicidios diarios¡±, asegura un agente de la polic¨ªa ministerial.
La presidenta de la organizaci¨®n de v¨ªctimas Causa en Com¨²n, Mar¨ªa Elena Morera, considera que el problema de Acapulco y de todo el Estado de Guerrero es estructural. ¡°La falta de atenci¨®n completa de sus gobernadores ha llevado a problemas de pobreza, violencia interna, falta de educaci¨®n y bajas tasas de empleo. Todo esto conduce a la delincuencia¡±. La escritora Iris Garc¨ªa es tambi¨¦n presidenta del Patronato Teatro Domingo Soler, que organiza talleres de literatura y teatro para dar a la gente la oportunidad ¡°de reinterpretar la realidad a trav¨¦s de la actividad art¨ªstica¡±. Se trata de una forma de crear tejido social. ¡°Por primera vez el Ayuntamiento destina 14 millones a Cultura y otros 12 a Deportes¡±, dice.
En 2011 Acapulco perdi¨® tambi¨¦n el Tianguis (Feria) Tur¨ªstico. El Gobierno de Calder¨®n decidi¨® convertir el evento en itinerante, condicionando su vuelta a la existencia de un cuerpo policial depurado. ¡°Hay 17.000 polic¨ªas en Guerrero, de esos, solo 5.200 han sido evaluados. La mayor parte no est¨¢n profesionalizados. Para ser agente o trabajar en la fiscal¨ªa no se exigen requisitos¡±, asegura la presidenta de Causa en Com¨²n. El alcalde Walton ha admitido p¨²blicamente que debe despedir a m¨¢s de 500 municipales que suspendieron el examen de calidad y confianza el a?o pasado, pero para ello necesita que el Gobierno de Pe?a Nieto le preste unos 80 millones de pesos- 6,4 millones de d¨®lares- para indemnizarlos. Mientras, el regidor defiende que Acapulco saldr¨¢ a flote. ¡°No hay lugar tan bonito, ni bah¨ªa que se le parezca¡±, dice, ¡°por la belleza natural, la temperatura del agua, el clima¡¡± A unos minutos de distancia, la encargada de una tienda de comestibles limpia la sangre frente a la puerta del negocio tras el ¨²ltimo tiroteo del d¨ªa.
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