El Gobierno peruano se enreda en los conflictos mineros
El Gabinete de Humala sufre para dirimir las diferencias entre empresas y comunidades locales
Desde diciembre, en la sierra norte del Per¨², un proyecto minero enfrenta la oposici¨®n de la comunidad campesina San Juan de Ca?aris, la ¨²nica del pa¨ªs donde a¨²n se habla la variante del quechua Ca?aris. Comuneros que rechazan la extracci¨®n a tajo abierto protestaron en enero, bloqueando la v¨ªa de acceso al campamento de la minera Ca?ariaco. La polic¨ªa repeli¨® con disparos, algunas personas quedaron discapacitadas, no hubo muertos. El Gobierno, entonces, cre¨® una mesa tripartita de trabajo para resolver el conflicto; sin embargo, las dos ¨²ltimas sesiones no han abordado el principal punto de discrepancia y los representantes del Estado y de la comunidad est¨¢n cada vez m¨¢s enfrentados. ¡°Creo que por la ruptura de la mesa de di¨¢logo va a ser imposible asistir a la siguiente¡±, dijo el dirigente Florentino Barrios a EL PA?S el s¨¢bado, pocas horas despu¨¦s de que fracas¨® la cita en las monta?as del departamento de Lambayeque.
Este caso muestra las dificultades del Gobierno y las empresas para dirimir intereses y tensiones con comunidades de culturas y valores diferentes: 18 proyectos mineros est¨¢n asentados en territorios de ind¨ªgenas, y una cantidad mayor incluso corresponde a proyectos de hidrocarburos. La Defensor¨ªa del Pueblo reporta cada mes la cantidad de conflictos sociales en el pa¨ªs. El informe de febrero revela que de 89 casos en proceso de di¨¢logo, 46 de esos espacios surgieron despu¨¦s de un hecho de violencia, como ocurri¨® con Ca?aris. De 222 conflictos registrados en febrero,147 son socioambientales, como el de Ca?aris. O tambi¨¦n, como el de Conga Cajamarca (sierra norte), donde el di¨¢logo fracas¨® y contin¨²an las fricciones entre la polic¨ªa contratada por la empresa minera y la poblaci¨®n local que se opone a un millonario proyecto minero de la estadounidense Newmont. Ese conflicto fue la primera crisis pol¨ªtica que enfrent¨® ¨Cen diciembre de 2011¨C el Gobierno de Ollanta Humala, pues al abandonar su promesa de Agua s¨ª, oro no por Agua s¨ª, oro tambi¨¦n, prescindi¨® de varios ministros y parte de sus electores se sintieron traicionados.
La cuesti¨®n en Ca?aris es particular debido a que el Per¨² promulg¨® en 2011 la ley de consulta previa de los pueblos ind¨ªgenas, pero el Estado a¨²n no ha concretado ninguna consulta de acuerdo a dicha norma. Tard¨ªamente, la semana pasada, divulg¨® una gu¨ªa de procedimientos administrativos para su aplicaci¨®n, pero a¨²n no hace p¨²blica la lista oficial de los pueblos ind¨ªgenas que pueden exigir ese derecho.
La mesa de trabajo de Ca?aris fue creada por el Gobierno, con la participaci¨®n de la empresa y la comunidad, para abordar dos temas: desarrollo y miner¨ªa. En cuanto a miner¨ªa, en la sesi¨®n del 4 de marzo el Gobierno debi¨® decidir la validez de dos votaciones en las que los comuneros tomaron posici¨®n acerca de las operaciones de la minera Candente Copper. Ninguna fue organizada por el Estado, aunque la segunda cont¨® con representantes gubernamentales como observadores. Una votaci¨®n con 500 personas en julio de 2012 tuvo el 70% a favor de la mina; mientras que a la de septiembre asistieron 1.896 personas y 1.719 votaron contra el proyecto. El padr¨®n comunal de San Juan de Ca?aris registra unas 3.300 personas, quienes se rigen por la ley de comunidades campesinas. La sesi¨®n del s¨¢bado, realizada en un coliseo en Ca?aris, posterg¨® nuevamente para mayo la evaluaci¨®n sobre cu¨¢l votaci¨®n da, o no, el permiso o licencia social a Candente Copper para seguir sus operaciones.
En las dos ¨²ltimas sesiones, el comportamiento de los representantes del Gobierno, altos funcionarios del ministerio de Energ¨ªa y Minas y de la presidencia del Consejo de Ministros, ha llamado la atenci¨®n. La reuni¨®n del 2 de marzo iba a ser en la comunidad campesina de Ca?aris, sede definida con un mes de anticipaci¨®n. La noche anterior, los funcionarios cambiaron el lugar, avisando a la prensa, pero no a los ca?aris, quienes hab¨ªan preparado una bienvenida de acuerdo a sus costumbres ancestrales. Las autoridades comunales no solo llegaron tarde a la otra localidad, sino que se sintieron maltratadas.
Este s¨¢bado en Ca?aris, el presidente comunal saliente, Crist¨®bal Barrios, y su sucesor Florentino Barrios, quien asume el pr¨®ximo 17, tuvieron dificultades al ingresar a la sesi¨®n en un coliseo. El imp¨¢s se resolvi¨®, pero un representante de la PCM impidi¨® pasar a Rosa Sara, vocal de la presidencia comunal y dirigente de las rondas de mujeres de Ca?aris. ¡°Nos retiramos porque no era conveniente entrar incompletos¡±, explic¨® Florentino v¨ªa telef¨®nica, mientras el presidente saliente se quejaba a la prensa: ¡°Nos han sacado de nuestra propia casa¡±.
A su vez, el presidente de la mesa de trabajo, Fernando Castillo ¨Cdel ministerio de Energ¨ªa y Minas¨C declar¨® que los dirigentes tomaron la ¡°decisi¨®n unilateral de no participar en la reuni¨®n¡±.
Sin embargo, a la fecha, el Gobierno se ha valido de recursos administrativos contradictorios y se inclina a favorecer a la minera canadiense. La inversi¨®n proyectada por la empresa es de cerca de dos mil millones de d¨®lares para extraer cobre y oro.
A fines de febrero, en una entrevista con EL PA?S, Vladimiro Huaroc, jefe de la Oficina de Di¨¢logo del Gobierno, afirm¨®: ¡°Quienes van a determinar la validez o no de estas votaciones es el subgrupo de ambiente y miner¨ªa. Y all¨ª est¨¢n todos, incluso la parte opositora -de la comunidad-, Energ¨ªa y Minas, nosotros. Esa discusi¨®n en la comisi¨®n es muy importante y no somos nosotros sino la comisi¨®n la que dar¨¢ validez o no a los argumentos presentados¡±. El tiempo sigue pasando y tanto los empresarios como los comuneros presionan a la Administraci¨®n de Humala. Unos para invertir, los otros para defender sus bosques montanos y el agua.
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